CCOO estima que el empleo en la hostelería caerá a pesar de que suban otros indicadores

El sindicato Comisiones Obreras presentó ayer un análisis de la actividad turística y el empleo durante el primer semestre del año en la hostelería andaluza y las previsiones para los meses de verano, del que han extraído conforme a sus pronósticos, que el empleo en el sector caerá a nivel autonómico casi un 1%, a pesar de que otros indicadores, como el número de visitantes, las pernoctaciones y la estancia media de los turistas, aumenten previsiblemente un 3% con respecto al año pasado.

Así lo dio a conocer el secretario general en Andalucía de Hostelería, Comercio y Turismo del sindicato, Gonzalo Fuentes, que estuvo acompañado de la secretaria provincial Lola Villalba. Con respecto a Málaga, el empleo ha descendido un 4,46% en estos meses, pasando de los 10.398 empleados de 2012 a los 9.935 en 2013, y la tendencia podría mantenerse según las previsiones del sindicato, que vaticina otra caída cercana al 1% durante la temporada alta.

"Vemos cómo se recuperan todas las variables turísticas y cómo se recupera el sector, más que otros, pero realmente tenemos un problema con el empleo, ya que no es un empleo de calidad", señaló Villalba, haciendo referencia a dos problemas que el sindicato ha detectado en el sector: el uso fraudulento del régimen a tiempo parcial en los contratos, que en la hostelería andaluza ha pasado del 20% a cifras cercanas al 35% en tres años, y la temporalidad en los contrataciones, que en Andalucía es de casi nueve puntos de diferencia con el resto de España y ya roza el 50% del conjunto de los contratos: "Nunca históricamente habíamos llegado a ese grado de temporalidad", sentenció Fuentes, que además apuntó una nueva tendencia que han denominado "falsos autónomos", trabajadores que antes prestaban servicios por cuenta ajena y ahora se ven obligados a darse de alta como autónomos para pagarse sus propios seguros laborales.

Según CCOO, estos factores son consecuencia de la reforma laboral y repercuten en el sector de forma negativa, ya que los empleados soportan mayor carga de trabajo con peores condiciones laborales, pierden horas de cotización en la Seguridad Social y deben cobrar parte de su salario fuera de nómina de forma irregular, con lo que se alimenta la economía sumergida.