El Centro de Recuperación de Málaga salva más de 400 tortugas marinas en casi 30 años
La organización hace hincapié en los problemas derivados de la contaminación por plásticos y el cambio climático, que comprometen la vida de los animales marinos
El puerto de Málaga inicia agosto con dos operativas de aceite
Málaga/El Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas (CREMA) ha liberado más de 400 tortugas marinas desde que se creó, en el año 1994. Desde entonces, el Centro centra su labor en rescatar e intentar liberar con vida especies marinas que se encuentran en peligro de extinción.
Este martes, el Centro ha liberado a la tercera tortuga marina que rescatan en lo que va de año. Se trata de una tortuga joven de especie caretta caretta o tortuga boba, que ingresó en el Centro en enero de este año con un peso de 1,1 kilogramos.
La tortuga fue vista en la orilla de la playa en Estepona, de donde un bañista la recogió y la entregó al personal del CREMA. En ese momento, el animal presentaba "delgadez, deshidratación, algunas heridas en la cabeza y en los párpados y conjuntivitis", según indica el Centro en un comunicado.
En estos meses, los biólogos y veterinarios del CREMA se han encargado de administrarle antibiótico, fluidoterapia e hidratación, además de realizarle labores de curas de heridas y ojos. Según destaca José Luis Mons, biólogo y coordinador del Centro, "la tortuga venía con heridas bastante importantes en los ojos, de hecho incluso preocupaba la viabilidad de uno de los ojos, pero ha ido recuperando bien”. Ahora la tortuga ha sido liberada en alta mar en Málaga con un peso de 1,5 kilogramos.
Esta tortuga es uno de los ejemplares más pequeños ingresados en el CREMA, donde este año han atendido a un total de 32 animales, sobre todo delfines comunes, delfines listado, calderones -otra especie de delfín-, tortugas marinas y dos ballenas.
El CREMA advierte de los problemas derivados de los plásticos
El Centro incide en los problemas derivados de los plásticos y otros residuos que llegan al mar a través del aire o los ríos. Según destacan, "actualmente la mayoría de los problemas vienen derivados de los plásticos, tapones, etiquetas… y otros residuos como guantes o mascarillas. Si no los tiramos directamente en contenedores o papeleras, quedan merced al viento o al agua que los lleva al mar y allí tardan mucho tiempo en desaparecer y se van acumulando y cada vez es más frecuente para las tortugas y delfines encontrar estos residuos".
Residuos que se quedan atrapados en las aletas o en el cuello de los animales marinos, produciéndoles amputaciones totales o parciales que les comprometen la vida seriamente.
Es por ello que José Luis Mons, coordinador del Centro, advierte que "los plásticos y la basura están haciendo un daño tremendo en el medio marino y en los animales que son más longevos", como las tortugas marinas. Estas, al ser animales oportunistas -tienden a comer casi todo lo que encuentran-, pueden ingerir estos residuos, provocándoles una acumulación de tóxicos en su tubo digestivo.
Otros problemas con los que se encuentran las tortugas a lo largo de su vida en el mar son los golpes de las embarcaciones y las hélices de los barcos, las redes abandonadas y los anzuelos de la pesca con palangre, a los que se enganchan ocasionándoles heridas e incluso la muerte.
Temas relacionados
No hay comentarios