Calle Larios, 21:00 horas, Málaga casi fantasma
El estado de alarma propicia que las calles del centro estén prácticamente estén vacías
Son las 21:10 horas de un sábado por la noche. El termómetro marca 15º, noche agradable, y el presidente de España, Pedro Sánchez, comienza a hablar en un mensaje esperado y dilatado desde el mediodía. Crece el número de contagiados y muertos a causa del coronavirus en Málaga.Málaga El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, habló una hora antes de que este domingo se estudiará caso a caso el confinamiento de los municipios de la Costa del Sol.
En condiciones normales, la Calle Larios debía ser un hervidero de gente, con bullicio y dificultades para andar, quienes van y quienes vienen. El tránsito más conocido de Málaga está prácticamente vacío. Se escucha hablar a tres grupos en italiano, alemán o inglés, apenas en español. Paso rápido, normalmente solo o por parejas. Las pocas tiendas que quedan abiertas van cerrando. Una de telefonía móvil en la que las dependientas se despiden por un tiempo. La Canasta está recogiendo, en la Plaza de la Constitución se escucha caer el agua de la fuente.
Más arriba, ya en Calle Granada, una suerte de pizzería y una heladería permanecen abiertas, igual que una casa de apuestas. La competición deportiva se ha parado casi completamente, pero parece que sigue habiendo hueco para el azar. Subiendo, un puesto de showarmas abierto y un bar queda abierto. Gritos en alemán y en inglés también y copas de vino. La nada en Plaza Uncibay, igual en Mitjana, todo cerrado y apenas algún transeúnte solitario.
Es Calle Larios, una Málaga casi fantasma un sábado por la noche por los efectos del coronavirus. También hay alguna especie de zombies, que son los repartidores de comida a domicilio con sus mochilas amarillas, exhaustos sobre sus bicicletas, algunos en un receso sentado en un banco. Parece que, desgraciadamente, no será el último sábado así.
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