Carolina Navarro, leyenda del pádel: "Cada vez que me preguntan, saco pecho y digo que soy de Málaga"
20 años de 'Málaga Hoy'
En activo a sus 48 años, rememora una trayectoria que roza las tres décadas, y lo une con el desarrollo de la ciudad desde entonces
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CAROLINA Navarro Björk (1976) sale de una sesión de rehabilitación antes de sentarse con Málaga Hoy. Nueve años número uno del mundo del pádel mundial o doce veces campeona de España le contemplan, pero esa adrenalina de competir no se marcha a los 48 años. “Así estoy desde los siete años, amo tanto este deporte que una lesión de tobillo no me va a frenar”, bromeaba la hispano-sueca. La impulsora, término que le gusta del pádel malagueño. “Si he podido hacer algo bueno por el pádel, que se conozca en Málaga por mí... Desde muy pronto empecé a competir a nivel nacional y también salía en los medios, con mi madre volviendo loca a todos los periodistas, para que salieran algunas entrevistas y que el pádel estuviera presente, eso hizo que en Málaga se visibilizara el pádel en comparación con otros sitios. Una cosa llevó a la otra. Se empezaron a hacer más clubes y se empezó a extender. Me siento una privilegiada. Todo lo que sea bueno para Málaga, que lo haya podido impulsar de alguna manera, pues yo feliz” decía. Con una pala en la mano desde hace tres décadas, cuando todo era campo.
“Empecé a jugar al pádel entre el año 93 y el 94. En esos tiempos había muy pocos clubes en Málaga, tres o cuatro, no más. Estaba Miraflores, Mayoral, Limonar y poco más, eso en Málaga, con pistas de muro y quick (cemento). Se hacían torneítos en Málaga y también en la Costa del Sol. Yo jugaba con mis hermanas primero, con Patri Ruiz, una chica de Marbella, hasta que en el año 96 me llama María Silvela para irme a Madrid, a entrenar y jugar con ella, y ya me terminé de acercar al pádel. En ese momento empieza a jugar Aznar, que ayuda a que el pádel se popularice mucho. Se empezó a hacer la Copa Presidente, que la juegan España y Argentina, circuitos a nivel nacional, torneos ya grandes. Luego vino el Open Pádel Tour,
el Red Bull Pádel Tour, todos. Con el Pádel Pro Tour fue realmente el boom, donde empieza a sacarse al pádel a la ciudad, en la calle, que le da más visibilidad al deporte. Ese fue un punto de inflexión”, recuerda.
De la evolución de Málaga, el estar tan cultivada, viajando por todo el planeta, le permite una visión muy certera. “Vaya a donde vaya, cada vez que digo que soy de Málaga, esa persona me dice '¿De Málaga? Qué ciudad más bonita, qué suerte, me encanta'. Ya sea en Doha, Estados Unidos, Sudamérica, donde sea. Todo el mundo me habla maravillas. Todo el mundo la conoce, o quiere venir para descubrirla. Mucha gente me dice que quiere jubilarse y venirse a vivir a Málaga. Se la ve como un ciudad increíble. Además, cada vez que me preguntan, saco pecho y digo que soy de Málaga. Te lo juro. Ya sé que me van a contestar que qué guay, que vaya ciudad más chula. Es así. La conoce todo el mundo. Vas a México y me hablan de Marbella, el sol, cosas nuestras. Tenemos una ciudad increíble y muy bien valorada. Siempre ha estado de moda Málaga. ha ido evolucionando. Me gustaba antes y ahora. Va al mismo ritmo de las grandes ciudades de Europa y el mundo. El trato de la gente es especial, su estilo de vida. Está todo el mundo contento”.
El Mundial de 2006 por parejas en Murcia, su victoria más especial tras superar una doble lesión de ligamento cruzado. Otro momento señalado, el jugar con Suecia en 2022, “una forma de cerrar el círculo, quitarme una espinita porque tengo mucha vida en Suecia”. Con su proyecto solidario Palas para Todos, que nació en 2012 y tiene el objetivo de extender el pádel adaptado en Málaga. Y un sueño por cumplir. “Ganar un partido en el Carpena, delante de mi gente. No estaría mal. En julio estaremos por allí”. Apuntado queda.
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