La Casa Invisible, a la espera de poner en marcha la reforma del edificio

Málaga/La Invisible recibirá el próximo miércoles la visita de los técnicos de urbanismo del Ayuntamiento de Málaga para valorar el estado de conservación en el que se encuentra el edificio. Desde La Invisible aseguran que, tras esta inspección, se podrán llevar a cabo los trámites para poner en marcha un proyecto de rehabilitación integral del edificio que "lleva en la Gerencia Municipal de Urbanismo desde el año 2016": "En abril se inició un crowdfunding para reanudar la negociación con el Ayuntamiento y así poner en marcha la reforma del inmueble", afirmó Amanda Romero, del grupo de La Invisible, añadiendo que el proyecto había sido "muy bien acogido": "Cualquier inspección conlleva cierto nerviosismo, pero no es este caso. Estamos muy convencidos de las buenas condiciones del edificio", aseguró.

Explicó que las expectativas son altas y que confían en que la campaña sea un "impulso para retomar las negociaciones" con el Ayuntamiento, quienes, en palabras de Romero "son responsables de su conservación ya que es propiedad municipal". El proyecto de reforma, presupuestado en un millón de euros, según cifras ofrecidas por los miembros de La Invisible, consta de cuatro fases, distribuidas temporalmente para que no cese "la actividad cultural del espacio".

La primera fase de restauración se centrará en el edificio que da a Andrés Pérez, así como algunas "intervenciones menores" en el edificio principal (calle Nosquera). "El trabajo que se ha hecho es muy minucioso y prolongado, contando con medidas muy precisa y estudiando sus características materiales", explicó el arquitecto Eduardo Serrano. Además, expuso de qué manera, esta intervención, contará con elementos que sean respetuosos con su diseño original, apostando por la madera, la cal y el yeso. Para ello, el arquitecto José Manuel López Osorio ha llevado a cabo un estudio integral del edificio que "nos ha permitido conocerlo mejor".

Alicia Carrió, de La Invisible, defendió la necesidad de poner en valor "el compromiso de los que habitamos la casa porque sabemos que es un proyecto particular, único y con características que nos llevan a pensar en un futuro de sostenibilidad". Amanda Romero afirmó que las deficiencias que presenta el edificio no afectan a la estabilidad ni a la seguridad: "Queremos que se revierta la actitud del 2019, cuando daba sensación de que esperaban a que el edificio colapsara y tuvieran que proceder al desalojo".