La Casa Invisible vuelve a tomar la calle para frenar su desalojo y reivindicar su labor

Música, danza, teatro y circo han llenado las plazas de Félix Sáenz, Constitución y Merced para pedir la continuidad de centro sociocultural comunitario

El Ayuntamiento de Málaga vuelve a pedir el desalojo de la Casa Invisible

El Aula del Mar cierra sus puertas para siempre

Participantes en la movilización de apoyo a la Casa Invisible.
Participantes en la movilización de apoyo a la Casa Invisible. / M. G.

De una forma lúdica y artística, la cultura más independiente de la ciudad ha vuelto a salir este sábado a la calle para reivindicar su lugar. La Casa Invisible se ha movilizado por tercera vez en este 2022 para oponerse a su desalojo. A través de tres concentraciones en las plazas Félix Sáenz, Constitución y Merced y en compañía de cientos de personas han recorrido diversas zonas del centro con música, danza, teatro y circo.

"Ha venido mucha gente a apoyar a La Invisible, está siendo una protesta muy nutrida, muy alegre, muy dinámica", comenta Carlos Sanjuan, portavoz del colectivo. "Esta movilización es para alertar a la ciudadanía del peligro que corre el único centro sociocultural comunitario de la ciudad, amenazado por el Ayuntamiento de Málaga a pesar de los logros conseguidos, reconocidos por el propio Consistorio", agrega Sanjuan.

A finales del pasado mes de octubre, el Ayuntamiento volvió a solicitar la autorización judicial para llevar a cabo un desalojo después de que se desestimara la medida cautelar para parar la entrada en el edificio de calle Nosquera hasta que resuelva el contencioso administrativo iniciado en 2018. "De momento no ha habido más movimiento pero estamos muy preocupados, tememos que la jueza autorice para que se haga un desalojo a la fuerza a pesar de las voces públicas y relevantes que apoyan La Invisible", subraya Sanjuan.

El portavoz del colectivo recuerda que la Inspección Técnica de Edificios (ITE), documento que han hecho público, "dice que el edificio no tiene ningún riesgo de derrumbe ni está en estado de ruina, al contrario, certifica que edificio está cuidado por nosotros y que las partes más deterioradas no tienen uso". Además, Sanjuan destaca que solo dos o tres estancias están clausuradas, lo que supone menos del 5% del edificio.

Intervención en la plaza Félix Sáenz de la movilización a favor de La Casa Invisible.

"El argumento técnico que están utilizando para justificar el desalojo es falso, lo que dice el informe es que La Invisible ha de ser rehabilitada", apunta. Algo en lo que están de acuerdo sus habitantes actuales, que ocuparon el inmueble municipal hace 15 años. En 2016 elaboraron, a petición del Ayuntamiento, un plan de rehabilitación integral del edificio para realizar en tres fases y, mientras tanto, poder seguir usando las instalaciones.

Se trabajó durante un año, explican desde La Invisible, para elaborar un proyecto que garantizase la singularidad del edificio, que conservara sus elementos tradicionales, muy respetuoso con el inmueble original. "Contó con el reconocimiento en un concurso del Ministerio de Cultura, estimamos el plazo de ejecución y el coste, alrededor 1 millón de euros", detalla Sanjuan.

A pesar del avance, hubo de nuevo un bloqueo en la negociación. "Ciudadanos y el PP aprovecharon la polémica para criminalizar el espacio y dijo que había que cerrarlo cuando estábamos a punto de conseguir una cesión del uso", añade. "Lo que pedimos es que haya un edificio público que no sea privatizado por una empresa. La ciudadanía, los vecinos, los creadores de base no tienen mucha participación y La Invisible es un espacio comunitario para la cultura, para el vecindario, para que la ciudadanía pueda participar y tenga voz en su propia ciudad", insiste el portavoz de La Casa Invisible.

La protesta de este sábado ha ido más allá. Un grupo de vecinos han sacado sus maletas para señalar que se tienen que ir del centro por el encarecimiento de la vivienda, la privatización del espacio público, la proliferación de terrazas.

"Nos están expulsando de la ciudad porque la están haciendo solo para turistas, comerciantes y especuladores y hay ciudadanos que quieren espacios públicos, comunitarios, centros de encuentro donde poder tener voz y opinión, lo que llevamos reivindicando desde que logramos abrir La Invisible", reclama Sanjuan. El colectivo seguirá pendiente recabando apoyos a favor de su causa y "alerta, porque la amenaza es muy grave".

stats