Cerco a los restaurantes por la venta de inmaduros
La Inspección Pesquera y la Guardia Civil endurecerán las inspecciones a partir de ahora para impedir que se oferte el plato de 'pescaíto' con la llegada de turistas
La llegada del verano y de miles de turistas que vienen a pasar las vacaciones a la Costa del Sol y en busca del tradicional pescaíto, reactiva la comercialización de inmaduros de forma casi automática. Pero antes de que ocurra, la Delegación Provincial de Agricultura y Pesca va a intensificar la vigilancia en restaurantes y chiringuitos malagueños para que disuadir a los que pretenden hacer negocio a costa de unos mermados caladeros.
Aunque no cesan su actividad en todo el año, los inspectores de la Inspección Pesquera de Málaga se centrarán a partir de ahora con más hincapié en el destino final del pescado inmaduro que tantos establecimientos ofrecen a sus clientes como plato estrella y que podría acarrearles cuantiosas multas en el caso de ser descubierto.
No es una tarea fácil, puesto que la delegada provincial de Agricultura y Pesca, Mónica Bermúdez, aseguró ayer a este periódico que la picaresca de los propietarios de restaurantes y chiringuitos "no tiene límites" a la hora idear la forma de mantener oculto los inmaduros. En envases de yogur o de mayonesa han llegado a encontrar los inspectores pesqueros el pescado sin la talla reglamentaria para eludir la sanción en el caso de una inspección.
Además de en establecimientos hosteleros, las inspecciones en mercados y pescaderías también serán más exhaustivas y la batida se hará de forma intensiva en las zonas costeras donde la demanda de pescado inmaduro es mayor.
Sólo en los cuatro primeros meses del año ya se han llevado a cabo 2.683 inspecciones en Mercamálaga, pescaderías, mercados, playas, lonjas, puertos, restaurantes, instalaciones de acuicultura y el mar. Sin embargo, únicamente en 68 de ellas se levantó una acta de infracción bien por falta de etiquetado, no cumplir el pescado la talla reglamentaria o transportarlo en un vehículo no autorizado.
Entre marisco y pescado inmaduro, la Inspección Pesquera y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han intervenido 2.849 kilos por no cumplir con el tamaño mínimo o no poder acreditar la procedencia del producto.
A estas incautaciones se suman las de las artes ilegales utilizadas para capturar a algunas especies y que hasta abril han sido 1.854, de las que unas 1.600 fueron alcatruces un artilugio que se usa para la pesca ilegal del pulpo.
También han sido intervenidas ocho embarcaciones no autorizadas para la pesca, tres de ellas ayer mismo en la zona de Torre del Mar. Éste es precisamente uno de los puntos de mayor tradición bolichera, junto con las zonas del El Palo y El Bulto de la capital.
La actividad de los bolicheros en la provincia se reactivó hace unos años como consecuencia de la crisis económica dada las rápidas ganancias que genera. Por un cubo de entre siete y diez kilos de este pescado se pueden pagar hasta 150 euros en los mercados y restaurantes que luego lo venden, lo que representa un atractivo aliciente para estas mafias. Ni las sanciones de hasta 60.000 euros que fija la legislación actual en estos casos parece disuadirlos.
También te puede interesar
Lo último
Bloguero de arrabal
Ultraoceánicos
Alto y claro
José Antonio Carrizosa
¿Merece la pena?
El salón de los espejos
Stella Benot
La Transición andaluza
La ciudad y los días
Carlos Colón
La camarera, el estanquero y la Navidad
Contenido ofrecido por SO/Sotogrande Spa & Golf Resort
Contenido Patrocinado