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Un motorista y acompañante se encuentran graves tras sufrir un accidente de tráfico cuando circulaban en zig zag a su paso por el término municipal de Vélez-Málaga. Los afectados salieron disparados del vehículo cuando impactaron contra el quitamiedos de la carretera, por lo que tuvieron que ser trasladados en helicóptero al Hospital Caros Haya.
Era sábado, 9 de septiembre, sobre las 12:15. En la A-7, la ocupante de un vehículo comienza a grabar a una moto que conduce de manera temeraria. "Van muy mal. Mira, mira, mira, van fatal", exclama. Una segunda voz lamenta: "Qué pena poner en riesgo la circulación", a lo que la anterior testigo explica que antes habían estado a punto de caerse. "Va haciendo eses. Lo peor de todo es que va a creer un accidente", añade.
Segundos más tarde, las ocupantes del vehículo gritan. La moto pasa del carril izquierdo al derecho sin control y se estampa contra el quitamiedos. Tanto el conductor como un segundo ocupante salen disparados.
El servicio de Emergencias 112 Andaluza recibió varios avisos que informaban de la colisión, acaecida en el kilómetro 958 -en sentido Rincón de la Victoria-. Los alertares indicaban que ambos se encontraban inconscientes, uno tendido en la carretera y otro en el arcén. Además, explicaron que uno de ellos había caído por un desnivel de unos dos metros.
De inmediato, el centro coordinador dio aviso a la Guardia Civil de Tráfico, Mantenimiento de Carreteras y el Centro de Emergencias Sanitaria 061, que comunicó que no era necesario movilizar a los bomberos, ya que los afectados se encontraban accesibles. Por su parte, los servicios sanitarios requerieron una UVI móvil y un helicóptero, debido a la gravedad de los heridos, que fueron trasladados al Hospital Regional Universitario de Málaga.
Por el momento, la Guardia Civil de Tráfico mantiene una investigación abierta para tratar de esclarecer las circunstancias de los hechos y en qué circunstancias concurrieron. Fuentes del Instituto Armado han explicado a este periódico que se solicitarán al Hospital las muestras de sangre tomadas a los heridos, con fines terapéuticos, para determinar si el día del accidente el conductor circulaba bajo la influencia de alcohol o drogas. En caso de que alguno de los resultados fuese positivo, explican que se podría enfrentar a un delito contra la seguridad vial.
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