Ciberdelitos en la Web 3.0

Málaga/Hace ya más de tres décadas, surgió un proceso de interconexión global que haría que las distancias a la hora de transmitir y recibir información se redujeran comprensiblemente. La Static Web es considerada la primera versión de lo que se conoce actualmente como la World Wide Web. Tenía ese nombre debido a la rigidez en lo que al flujo de información se refiere, ya que tampoco había mucha libertad para que los usuarios dieran su opinión ni un gran margen para su publicación.

El siguiente paso evolutivo dentro de Internet es la denominada Web 2.0, también conocida como Social Web. En ella los internautas ganaron relevancia pudiendo compartir todo tipo de información en foros, chats, blogs, etc.

Finalmente llegamos a lo que actualmente estamos viviendo, el nacimiento de una versión, la Web 3.0. La ascensión a este nuevo peldaño ha sido gracias al desarrollo de nuevas tecnologías inmersivas y una nueva perspectiva para interaccionar entre personas nunca antes vista. Sin embargo, a pesar del surgimiento de unidades para el intercambio y el comercio, llamadas criptodivisas y una velocidad de ejecución en los traspasos de información, sería totalmente falso decir que dicho paso ya se ha completado. Si bien es cierto que todo lo que rodea a este concepto ha venido para quedarse, no está de más asumir que el viaje hacia este destino no ha llegado a su fin, realmente acaba de comenzar!

Toda evolución trae consigo partes buenas y partes que quizás no lo sean tanto. Campos como el del Derecho en la red, Legal Tech, ó el del Cibercrimen, son aspectos muy importantes en progreso de esta nueva etapa en el ciberespacio. Y es que en estos momentos de convulsión tecnológica es complicado saber la mejor manera de prevenir un ciberataque o de proteger tu información personal volcada en la red a lo largo de los años en una multiplicidad de dominios web.

La Web 3.0 tiene como estandarte la cadena de bloques, además de otras tecnologías como la implementación de la Inteligencia Artificial, donde queda registrada toda la información actuando como un libro de registro inmutable e inamovible, es lo que se conoce como tecnología Blockchain. A diferencia de su predecesora, la descentralización del sistema es palpable, se acabaron las empresas monolíticas que lo controlaban todo, lo que significa, en teoría, un paso más hacia una mayor autonomía de los usuarios. Sin embargo, nuevas oportunidades traen consigo nuevos riesgos, es por ello que el reciclaje continuo, tanto de los profesionales del ciberespacio como del resto de personas que habitan digitalmente dicho dominio, sea más necesario que nunca.

Las mayores virtudes por las que se puede reconocer a esta nueva versión serían un mayor grado de privacidad para el usuario pese a vernos representados de una manera más “natural” gracias a los “avatares”, una alta descentralización en comparación con la versión 2.0, como ya habríamos mencionado anteriormente, y una dotación en la sensación de seguridad gracias a las otras dos anteriores. Por otro lado, es necesario comprender las posibilidades que nos ofrece de cara a una correcta integración en nuestra vida diaria, ya sea desde el punto de vista del ocio y la interacción con nuestros más allegados ó a nivel laboral pudiendo optimizar las oportunidades empresariales ya seas una PYME ó una gran corporación.

El giro de empresa META

Un ejemplo de cómo puede variar en pocos días todo lo relacionado con la versión 3.0 sería el giro que hace pocos días habría dado la empresa META, conocida por ser el nombre que Mark Zuckenberg escogió para rebautizar a Facebook, plataforma multimillonaria y de sobra conocida en lo que a conectar gente en el ciberespacio se refiere. Esta corporación lleva años invirtiendo en lo que se denomina metaverso, tanto es así que el valor de la misma ha ido fluctuando debido a impresiones encontradas de directivos como de inversores, eso sin tener en cuenta la de los futuros usuarios que pudieran inundar dicha plataforma con sus avatares.

Es por ello que hace pocos días, con el lanzamiento de las nuevas gafas Meta Quest Pro, anunció un acuerdo con la empresa Microsoft que permitirá a ambos poder volcar todos sus esfuerzos en seguir desarrollando este espacio virtual ofreciendo servicios del gigante creado por Bill Gates; y es que como ya hemos dicho, esa sinergia de tecnologías las que brindan un sinfín de posibilidades siendo el ocio un pequeño porcentaje de lo que puede significar la inmersión completa para la sociedad en la Web 3.0.

El metaverso policial

Otro ejemplo significativo sería el de la INTERPOL, quien ha lanzado el primer “metaverso policial”, ya que para poder ofrecer una seguridad a la altura de las necesidades de la gente, es necesario estar al día en todo lo que pueda representar una amenaza, y más en el ciberespacio.

Y es que todo lado bueno tiene su oposición natural, y el del Metaverso se llama Darkverse. Concepto surgido a raíz de un informe de la empresa de Ciberseguridad Trend Micro donde anticipa que se convertirá en el refugio de los cibercriminales. Dicho lugar habría nacido desde la propia Dark Web, dominios de Internet sumergidos para todo tipo de actividades reñidas con la ley. De esta manera, los objetivos más proclives a recibir ataque serían los NFT´s los cuales verían su integridad amenazada a través de “phising” para realizar desde ciberestafas hasta blanqueo de capitales.

Todo ello sin olvidar que podría pasar si un cibercriminal estuviera en la posición de suplantar a otro usuario utilizando su avatar y accediendo a todo tipo de información digital que vendría con él. De la misma forma que la edad de los usuarios es un tema muy delicado, al mismo tiempo los datos que se pudieran facilitar a una empresa de carácter médico en dicha versión de Internet. Ó mismamente una patente guardada en la cadena de bloques descrita anteriormente.

A pesar de lo que pueda parecer, no es tarde, no se debería dar la batalla por perdida. Es cierto que los cambios asustan, más cuando los saltos tecnológicos son cada vez más relevantes en nuestro quehacer diario. Sin embargo, todo esto quiere decir que hay una grandísimo margen para mejorar como sociedad y en nuestra mano está elegir de qué lado estamos.