Cien años del puente alemán
El alcalde y la princesa María Luisa de Prusia presidieron el acto
Música, banderas e invitados de excepción. Así se conmemoró ayer el centenario del Puente de Santo Domingo, conocido popularmente como puente de los Alemanes, una donación del pueblo germano tras la riada de 1907 y como agradecimiento a la solidaridad y hospitalidad mostrada por los malagueños cuando en 1900 la fragata Gneisenau se hundió en la bahía de la ciudad. El acto institucional se llevó a cabo en el mismo puente de los Alemanes, que se engalanó al efecto. En el transcurso de la celebración de este hito, un 16 de diciembre de 1909, dirigieron unas palabras el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el cónsul de Alemania en Málaga, Georg. Entre los asistentes se encontraban la princesa María Luisa de Prusia, su marido el Conde Rudi Schomemburg y una amplia representación de la comunidad alemana en la provincia.
Por su parte, la Banda Municipal de Música, resguardada bajo una carpa por si la lluvia interrumpía el acto, interpretó los himnos nacionales de España y Alemania y, además de piezas del compositor malagueño Lehmberg Ruiz, hijo de uno de los náufragos de la Gneisenau, acogido por una de las familias que prestaron su domicilio a las víctimas de la tragedia, ocurrida a medidos de diciembre de 1900.
La fragata alemana se estrelló contra la escollera del puerto a causa de un fuerte temporal de levante. Numerosos malagueños se lanzaron al agua para socorrer a los marineros alemanes, arriesgando sus vidas. Un total de 41 tripulantes, incluido el capitán del navío, fallecieron en este trágico suceso. Un centenar resultaron heridos y fueron asistidos en el Hospital Noble y en domicilios particulares. El hecho le valió a Málaga el título de Muy Hospitalaria que figura en su escudo.
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