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Primeras restricciones al consumo y al riego en la Axarquía y en el Guadalhorce

La comisión de sequía acuerda un consumo máximo de 200 litros por habitante al día en la Axarquía y decide reducir un 5% el abastecimiento en el Guadalhorce

Toque de atención de la Diputación a los ayuntamientos de la provincia por las fugas de agua

Aspecto del embalse de La Viñuela bajo mínimos.
Aspecto del embalse de La Viñuela bajo mínimos. / Javier Albiñana
Paula Tejada

04 de octubre 2022 - 13:00

Málaga/Primeras restricciones para el consumo y el riego en la Axarquía y en el Valle del Guadalhorce. Para la primera comarca, donde la situación es más crítica, la comisión de la gestión de la sequía de Andalucía ha acordado que el consumo máximo de agua sea de 200 litros por habitante y día. En cuanto a la segunda, se ha decidido que se mantendrán las medidas orientadas a conseguir una reducción del 5% al abastecimiento.

El embalse de la Viñuela está al 10,14% de su capacidad total, a punto de igualar su mínimo histórico datado en 2008, cuando se quedó al 9,2%. Según ha informado a este periódico Fernando Fernández Tapia, el delegado territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, en la comisión se decidió mantener al sistema de la Viñuela en la situación excepcional sequía por la situación tan “dramática” en la que se encuentra.

La comisión ha informado que para hacer frente a esta situación de emergencia ha acordado, por un lado, mantener la reducción del 20% al abastecimiento en esta zona. De este modo, se mantendrá el suministro a la población de los 14 municipios de los 31 que conforman la Axarquía, pero podrán consumir un máximo de 200 litros de agua por habitante y día. Además, ha señalado que ya se le ha encomendado a Axaragua que deben reducir el consumo por persona y día a 200 litros “sí o sí”. Esto se debe a que al observar la evolución del consumo del agua desde el 11 de marzo hasta ahora con la llegada de turistas y el incremento de la población “se han sobrepasado los límites, hemos llegado a consumir por día 300 litros por persona y día”. Asimismo, también se ha prohibido “el uso de agua potable para baldeo de calles, riego de jardines, llenado de piscina o lavado de coches”. En este sentido, el delegado territorial de Agricultura ha señalado que este abastecimiento estará apoyado desde Málaga con el bombeo reversible de la Rosaleda "desde donde estamos transfiriendo 320 litros por segundo hacia la Viñuela”.

En cambio, a los regantes se les va a imposibilitar la dotación de agua para el uso agrario “salvo que cambie la situación en las próximas semanas”. De este modo, los 1.500 hectómetros cúbicos por hectárea y año que se acordó, en la pasada comisión, que se iban a suministrar ya no les llegará, ya que a día de hoy “no hay capacidad de ponerlos suministrar”, asegura Fernández Tapia.

Ahora el agua llegará a la zona con la ayuda de los cuatro tratamientos terciarios ejecutados, dos en Torrox, uno en Vélez-Málaga y otro en el Rincón de la Victoria, que están en funcionamiento para hacer frente a esta situación. En este sentido, el delegado territorial de Agricultura ha informado que hay una quinta actuación de regeneración en ejecución, en Algarrobo, y que finalizará a finales de año. En total serán 12 hectómetros cúbicos los que estos cinco tratamientos terciarios dotarán al uso agrario de la Axarquía.

Al mismo tiempo, aseguran que están trabajando para adjudicar la obra que conecte el terciario del Rincón de la Victoria con el sector 8 del Plan Guaro. Según informó la Junta hace unos días, el conjunto de tuberías necesarias para conectar la EDAR del Rincón de la Victoria con el Plan Guaro suman en total 9,5 kilómetros y suministrarán cerca de 19 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas que se destinarán al regadío. Además, el delegado territorial sostiene que las obras se van a licitar y adjudicar la próxima semana y espera que estén terminadas para la primavera del año que viene.

Cierto es que no todos los regantes tienen acceso a estas aguas regeneradas que llegan de los terciarios. Aproximadamente, según Fernández Tapia, de las 6.300 hectáreas que conforman el Plan Guaro, unas 2.200 se quedan fuera de recibir el agua de los terciarios. Estas hectáreas cuentan con aguas subterráneas y de los ríos que deben seguir utilizando para no perder sus cosechas.

Por otro lado, la situación en el sistema Guadalhorce Limonero es diferente. Los tres embalses de la zona del Valle del Guadalhorce son el embalse del Conde del Guadalhorce, el del Guadalhorce y el de Guadalteba, y se encuentran al 29,76%, 33,56% y 64,11%, respectivamente. Por ello, la Comisión ha decidido que en el Sistema Guadalhorce Limonero se mantendrán las medidas orientadas en lograr que se reduzca un 5% el abastecimiento y para el riego agrícola se asignarán 39 hectómetros cúbicos, que según el delegado territorial de Agricultura es la misma cantidad de hectómetros cúbicos que se les proporcionó a los regantes de la zona el año pasado.

Asimismo, en dicha reunión, también se decidió sacar a este sistema de la situación excepcional sequía porque “a día 1 de octubre de este año tenemos casi dos hectómetros cúbicos más de los que teníamos el año pasado. Por lo tanto la situación es de normalidad, no hay alerta y se acordó sacarlo de la situación de excepcional sequía”.

Estas son las medidas que se han tomado imaginando, según Fernández Tapia “el peor de los escenarios”, pero en el caso de que en unos días se produzcan precipitaciones que tengan aportaciones importantes para los embalses “la comisión se volverá a reunir y revisará estas medidas que se han adoptado”.

Por su parte, José Campos, presidente de la Junta Central de Usuarios del Sur del Guaro y de la comunidad de regantes Cerro de la Encina (en Vélez-Málaga), asegura que antes de acudir a la comisión eran “conscientes de que no se puede garantizar el agua para beber, con lo cual para la agricultura no hay”. Como consecuencia de este corte de agua, muchos regantes, al no disponer del agua para mantener sus los cultivos, se van a perder muchas de las cosechas de, por ejemplo, mango y aguacate, según Campos.

Ahora los regantes deben regar sus cultivos con las aguas regeneradas que le llegan de los terciarios, sobre todo están consumiendo “toda el agua regenerada” que les llega del EDAR de Vélez-Málaga. También están a la espera de tener los permisos para incorporar el agua de los EDAR de Torrox a la agricultura. Al igual que están esperando que se proceda la obra de conexión del EDAR del Rincón de la Victoria con el Plan Guaro.

El problema reside en que no todas las comunidades tienen acceso a las aguas regeneradas, por lo que no pueden regar sus cultivos y peligran sus cosechas. Campos señala que las comunidades tendrán que adaptarse e instalar “una tubería complementaria” que les permita obtener este agua.

Por otro lado, Juan Antonio Aguilar, el secretario de la Asociación Provincial de Regantes de Málaga (Aprema), insiste en que este año, con los 39 hectómetros cúbicos que tenían, para sacar las cosechas adelante han tenido que “apretarse el cinturón”, por lo que al tener estos mismos hectómetros, tendrán que hacer lo mismo. Además, señala que dentro de estos 39 hectómetros “está incluida toda el agua que se pierde en el Guadalhorce”. “No está cuantificado, pero toda el agua que se pierde por evaporación, sustracción, averías y filtraciones del canal está metida en los 39 hectómetros”, sostiene.

Para paliar la falta de agua, el secretario de Aprema incide en que los regantes han mejorado sus riegos e instalaciones, “hoy prácticamente todo el Guadalhorce está por riego localizado, por goteo, que ahorra un 80% de agua, con respecto a los riegos antiguos por inundación”. Por ello, critica que a raíz de este cambio que han hecho “el sistema tendría que estar preparado para darnos agua a demanda del agricultor”.

De este modo, tras mantener el riego continuado durante todo el verano, van a proceder a cortarlo el próximo 14 de octubre para así ahorrar el máximo de agua posible y “si las temperaturas siguen altas nos reunimos con el delegado y el director del sistema a final de octubre para un posible riego en noviembre”. Aunque Aguilar asegura que con 39 hectómetros los regantes pueden salir adelante si se organizan bien, insiste en que realmente el agua total que les llega “no son 39 hectómetros porque habría que calcular las pérdidas”. Además, señala que a pesar de esas pérdidas que ellos consideran que son de aproximadamente del 25%, según un informe realizado por un ingeniero de caminos y un ingeniero agrícola, van a “intentar gastar menos agua” de la que se les ha concedido.

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