Concentración ante el Hospital Regional de Málaga contra la última agresión a un médico

Concentración este martes ante el Hospital Regional de Málaga contra la última agresión. / M. H.

Málaga/Ya casi no hay semana sin agresiones en el ámbito sanitario. Y, como los profesionales han decidido visibilizar el problema concentrándose cada vez que se produzca un ataque físico o verbal, tampoco suele haber semana sin los trabajadores protestando detrás de una pancarta que reza: “Contra las agresiones, tolerancia cero”.

Este martes la concentración ha sido ante el Hospital Regional, convocada por el Sindicato Médico de Málaga (SMM). Los trabajadores reprobaban así la última agresión, en la que dos hombres amenazaron de muerte a un facultativo en las Urgencias de este centro mientras uno de ellos era atendido de una hemorragia que se provocó al partir a puñetazos un cristal. Era la quinta agresión en una semana y los dos hombres fueron detenidos.

El problema surgió porque el acompañante exigió estar presente mientras se le hacía la cura, pero el médico le indicó que tenía que permanecer en la sala de esperas, “como está estipulado”. Fue entonces cuando el acompañante amenazó de muerte al médico.

En la concentración de este martes, el SMM ha deslizado la relación entre agresiones y falta de personal. Su presidente, Antonio Martín, ha recordado que en el Hospital Regional la reducción en la contratación de facultativos para el verano ha sido del orden del 60%. "Los profesionales han pasado un quinario por un recorte económico muy fuerte", ha comentado durante la protesta.

Por su parte, la directora general de Personal del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Carmen Bustamante, que ha participado en la concentración, ha rechazado esa vinculación. Además, ha destacado el Plan Andaluz contra las Agresiones en cuyo marco se hacen reuniones periódicas para evaluar y mejorar las medidas de cara a prevenir esta lacra así como la figura del profesional guía que acompaña, asesora y apoya al trabajador agredido.

El SMM reclama, entre otras medidas, más control en la entrada de los hospitales para que sólo accedan quienes realmente deben hacerlo, vigilantes en todos los centros de salud y una alerta en la historia digital de aquellos pacientes que hayan protagonizado incidentes conflictivos a fin de que el profesional que los atienda esté prevenido. La organización también reclama un aumento de las cámaras de videovigilancia, que en la actualidad existen sólo a la entrada y no en la totalidad de los centros. El SMM pide que se instalen en "todos" y también en el interior de los edificios, en las zonas comunes como las salas de espera.

El sindicato denuncia "la alarmante tendencia al alza de las agresiones". Frente a las 185 registradas en total en la provincia en la sanidad pública en 2020 (aunque este fue un año atípico por la pandemia) y las 187 de 2021, en 2022 se contabilizaron 268. Unos datos que suponen un incremento del 43% respecto al ejercicio anterior un incremento del 43%.

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