Condenado a siete años por estafar a sus socios de un concesionario

El administrador y su mujer, que trabajaba como administrativa, han sido acusados de un delito de apropiación indebida

R. Garrido Málaga

25 de noviembre 2013 - 01:00

El administrador solidario y socio de tres empresas dedicadas a la venta y alquiler de vehículos en la capital malagueña ha sido condenado a siete años de prisión por apropiación indebida y estafa durante los tres años que trabajó para ellas. El acusado ejercía prácticamente como administrador único de los dos concesionarios y la empresa de alquiler de vehículos, después de que el socio principal que vivía en Madrid dejara la reponsabilidad de la gestión a su cargo entre 1997 y 2000.

Pero según la sentencia, emitida el pasado viernes por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga, durante ese tiempo tanto él como su mujer, que trabajaba como administrativa en una de las empresas, aprovecharon para quedarse de forma irregular con dinero procedente de las empresas. La mecánica que utilizaban y, quedó de manifiesto durante el juicio, era apropiarse del excedente resultante de las operaciones de venta de vehículos nuevos que realizaban y que al ser beneficios de la empresa los justificaban contablemente mediante la emisión de recibos falsos a favor de los clientes, pero que en realidad eran firmados por algunos de los empleados.

En el caso de la venta de vehículos de ocasión, la sentencia confirma que se facturaban por cantidades inferiores a las que realmente se vendían. Además, la pareja cargó durante esos años cuantiosos gastos personales a las cuentas y tarjetas de crédito de las empresas, como viajes, comidas durante los fines de semanas, compras y la instalación de un sistema de seguridad en su vivienda. Ante las noticias de que el matrimonio estaba aumentando rápidamente su patrimonio familiar, el socio principal de las empresas comenzó a sospechar y encargó una auditoría externa y en la que el acusado trató de dificultar la labor del auditor a la hora de facilitarle documentación sobre la contabilidad.

Finalmente, el administrador cesó de su cargo en las tres empresas en diciembre del año 2000, aunque su mujer sí continuó y se le acusa de haberse apropiado de varios cheques y facturas en blanco sin firmar al día siguiente. Fue entonces, y a la vista de los resultados de la auditoría, cuando el socio principal interpuso una querella contra el administrador y su mujer. Ahora, ambos han sido condenados a cuatro años y seis meses de cárcel, por un delito de falsedad continuada en documento mercantil como medio para cometer un delito continuado de apropiación indebida y a otros dos años y seis meses de prisión por un delito continuado de falsedad en documento mercantil para cometer un delito intentado de estafa.

Por este último delito también han sido condenados a la misma pena otras dos personas a las que los dos primeros acusados habían transferido tres coches y extendido cuatro cheques que al parecer se habían llevado en blanco de la empresa tras el cese.

Ninguno de los talones emitidos, uno de ellos llegó incluso a cobrarse aunque fue devuelto casi de inmediato, obedecía a operación mercantil alguna realizada por las empresa, por lo que cuando el socio principal presentó la querella contra el matrimonio falsearon unos contratos de compra-venta de patrimonio inmobiliario y parcelas para justificar el dinero que habían pretendido emitir.

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