Congresos de Neurocirugía en Málaga: ‘Cibercuchillos’ en el quirófano y ‘GPS’ para navegar por el cerebro

Dos congresos de Neurocirugía, que se celebran en Málaga, reúnen una cifra récord de 660 asistentes, entre los que están los más destacados especialistas del mundo

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Representantes de una firma comercial muestran el sistema de precisión usado para colocar electrodos en el tratamiento el temblor del Parkinson. / M. H.

Málaga/Un sistema similar a un GPS para navegar por el cerebro, un cibercuchillo guiado por Inteligencia Artificial para administrar radioterapia muy localizada, resonancias durante la operación para que el neurocirujano sepa si ya ha extirpado todo el tumor o debe seguir, ultrasonido externo para apaciguar cuadros temblorosos, láser contra la epilepsia resistente a fármacos... Los avances en Neurocirugía suenan a ciencia ficción, pero ya son una realidad y muy cotidiana.

Dos encuentros de la especialidad reúnen en Málaga a los más granados profesionales del mundo y a las casas comerciales que muestran las tecnologías más innovadoras. Suman 660 neurocirujanos que asisten al XXVIIcongreso de la Sociedad Española de Neurocirugía (SENEC) y a la reunión bianual de la Academia Mundial de Neurocirugía.

El presidente de esta organización y jefe de la especialidad en el Hospital Regional, Miguel Ángel Arráez, explica que el desarrollo de la Neurocirugía está estrechamente ligado a los avances tecnológicos, de la Inteligencia Artificial y de la robótica. “Nosotros somos absolutamente dependientes de la tecnología”, afirma.

Explica que los avances en el diagnóstico por imagen permiten, por ejemplo, que un paciente “con la cabeza literalmente abierta” entre en una resonancia magnética durante su operación para que el neurocirujano sepa si ha extirpado todo el tumor o debe seguir quitando un poco más.

Algunos de los participantes en el XXVII congreso de la Sociedad Española de Neurocirugía (SENEC). / M. H.

Hay también sistemas de neuronavegación que son especies de GPS para el cirujano. “Tenemos una reproducción tridimensional de la anatomía del paciente en quirófano y vamos navegando por el cerebro”, afirma sin el menor atisbo de asombro. Porque, asegura, es una tecnología “muy extendida ya” por la sanidad tanto pública como privada.

Otro avance que es habitual desde hace bastantes años es la cirugía robótica. Los neurocirujanos no sólo operan la cabeza sino también la columna. Y todas estas mejoras se traducen en resultados más exitosos en las operaciones. Dentro de este tipo de cirugía, se utiliza una tecnología llamada Cyberknife (cibercuchillo). Permite dar radioterapia mediante un brazo robótico guiado por Inteligencia Artificial. En determinados casos sustituye a la intervención quirúrgica. Así en ciertas patologías tumorales evita abrir al paciente, lo que supondría hospitalización y mayor riesgo de complicaciones. Arráez detalla que la tecnología Cyberknife tiene una “precisión submilimétrica”, que la intervención dura “17 minutos y al rato el paciente se va a su casa”. Este cibercuchillo ya se ha utilizado en 150 casos en el Centro Oncológico GénesisCare, de Cerrado de Calderón, en Málaga. También el Hospital Regional cuenta con este equipo.

Miguel Ángel Arráez, presidente de la Academia Mundial de Neurocirugía y jefe de la especialidad en el Hospital Regional. / M. H.

Hay otros avances que van de la mano de la Neurofisiología Clínica. La colaboración entre esta especialidad y la Neurocirugía posibilita hacer una monitorización durante la operación. “Con los pacientes anestesiados, podemos analizar el funcionamiento del sistema nervioso y saber si estamos interrumpiendo funciones”, comenta Arráez. Una cooperación entre diferentes áreas médicas que se emplea para cirugía cerebral, de columna, medular y de nervios periféricos.

También los avances en cirugía endoscópica dejan boquiabierto a cualquiera. Antiguamente, ciertas operaciones en la cabeza obligaban a los cirujanos maxilofaciales a “desmontar el esqueleto facial” para que los neurocirujanos accedieran por el cielo de la boca en intervenciones que podían durar 14 horas. Ahora, con las nuevas técnicas quirúrgicas endoscópicas, entran por las fosas nasales, el tiempo de quirófano se reduce “y el paciente sale sin un solo rasguño, tan solo con dos tapones en la nariz”.

Los encuentros científicos, que se celebran en el Palacio de Ferias, incluyen una exposición de marcas comerciales. Allí estaban Malin Svensson, de la empresa sueca Elekta Medical, y Antonio López, de Boston Scientific. Aclaraban que no son empresas competidoras, sino colaboradoras. La primera comercializa los marcos estereotáxicos y la segunda, los electrodos. Ambas tecnologías confluyen para el tratamiento del Parkinson y otros tipo de temblores.

El marco estereotáxico es como un transportador de 180 grados, de esos que usan los niños en el cole, pero más grande. Se coloca en torno a la cabeza del paciente. El representante de Boston Scientific explica que los neurocirujanos “planifican las coordenadas” y se valen de ese artilugio para la intervención. Svensson –entre inglés, español y el universal lenguaje de las señas– se apaña para indicar que el marco es “garantía de precisión” para que el cirujano llegue realmente donde quiere.

López recuerda que la colocación del electrodo para estimulación contra el Parkinson tiene que hacerse sobre una zona “del tamaño de un Lacasito”. Y no de todo el Lacasito, sino sólo de la parte posterior y lateral. Así que la precisión es clave. Después de las explicaciones de neurocirujanos y técnicos, cobra más valor el lema que luce Elekta Medical en su estand:No sólo construimos tecnología, construimos esperanza. Y eso construyen también los profesionales reunidos en el Fycma. Porque con cada avance, abren esperanzas a nuevas posibilidades de tratamiento.