"Conozco al señor Primor"

La cadena de perfumería malagueña, fundada hace casi 60 años, sale por primera vez de la provincia con tres grandes locales en exitosos centros comerciales de Madrid

La tienda que la cadena de perfumerías tiene en la calle Granada de la capital.
Ángel Recio / Málaga

09 de enero 2011 - 01:00

Es difícil que algún malagueño no haya comprado o, al menos, oído en alguna ocasión el nombre de Primor, una de las cadenas de perfumería más conocidas de la provincia. Lo que no saben tantas personas es que es una empresa familiar malagueña que tiene casi 60 años de historia y que surgió del interés de un hombre por ponerle un negocio a su esposa.

El abuelo de Juan Ricardo Hidalgo fue director del antiguo Hospital 18 de Julio y en 1953 decidió abrir un pequeño negocio para su mujer. Tomó un local en la calle Granada que era una perfumería y apostó por crear otra. Los recursos eran muy escasos y tuvieron que reutilizar el rótulo del anterior dueño para dar nombre a su tienda. "Tenía que empezar por 'P' mayúscula y, al elegir y juntar varias letras, les salió la combinación Perfumería Primor. No tenían un duro y aprovecharon el cartel antiguo y es curioso porque aún hoy hay gente que se pasa de lista y dice en la tienda que conoce al señor Primor", señala Hidalgo entre risas.

El padre de Juan Ricardo empezó a ayudar a su madre en el negocio familiar y, a comienzos de los 80, decidieron coger otros dos locales en la calle Larios y la calle San Juan que aún mantienen. En los años 90 entró Juan Ricardo, la tercera generación, que ahora gestiona la cadena junto a su padre, su madre y su esposa.

Fue precisamente en esa década cuando Primor dio el salto definitivo. "Empezamos a abrir tiendas en los barrios y en los nuevos centros comerciales como el Rosaleda o el Larios", recuerda el gerente de la compañía, quien subraya que, a partir del año 2000, decidieron empezar a invertir en la costa.

En estos momentos Primor tiene 37 establecimientos en Málaga (22 en la capital) y acaba de realizar su primera incursión fuera de la provincia. La empresa se ha hecho esta Navidad con tres locales en los centros comerciales madrileños de Príncipe Pío, Plenilunio y Gran Vía Hortaleza. Se los han adquirido a la cadena Disperfum -una firma con presencia nacional que está liquidando sus tiendas por graves problemas económicos- y, según Hidalgo, "ha sido una oportunidad única porque son tres tiendas muy buenas. Nos salió la opción en noviembre y la hicimos rápido".

Esta Navidad, pues, ha sido de infarto en la compañía malagueña ya que, además de atender la campaña en Málaga, han tenido que enviar a trabajadores a los establecimientos de Madrid para formar a los nuevos empleados, poner su logotipo, llenarlas de mercancía y empezar a vender. Lo han hecho a contrarreloj pero están satisfechos del volumen de ventas obtenido estos días en la capital de España.

Hidalgo afirma que, al margen de entrar en alguna otra localidad malagueña, su objetivo pasa ahora por acceder a provincias limítrofes como Granada. "Nos interesa, pero es difícil porque siempre buscamos el mejor local en la mejor calle para poder ser competitivos y, a pesar de la crisis, no es fácil encontrarlo disponible", apunta.

Esa es una de las filosofías de la compañía. Tener locales bien ubicados sin importarle si están muy próximos unos a otros. Llama la atención, por ejemplo, que solo en el entorno de calle Larios poseen cinco tiendas o que son los propietarios de las tres perfumerías existentes en el centro comercial Larios. Hidalgo explica que tienen tal presencia "para hacerle ver a la competencia que el mercado está cogido y que si quieren entrar lo van a tener muy complicado. A lo mejor con dos tiendas venderíamos lo mismo que con tres pero queremos cubrir toda la oferta existente para limitar la competencia".

Primor cuenta con una gran cuota de mercado en Málaga pero en alguna ocasión se han encontrado con otro tipo de competencia justo en sus narices. Hidalgo recuerda que ha habido veces en que se han colocado personas con una manta a vender perfumes falsos en la misma puerta de la perfumería en la calle Larios. "Te hace daño porque hay gente que piensa que es el mismo producto y que sale mucho más barato, aunque afortunadamente la mayoría de personas saben que es falso y no se echan ese perfume o esa crema en el cuerpo".

El negocio secundario creado para su esposa por el abuelo de Juan Ricardo Hidalgo se ha convertido en una referencia en Málaga que emplea a centenares de personas. Eso sí, si no quieren quedar mal no digan que conocen al señor Primor.

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