El Covid en Málaga: ningún caso nuevo, datos confusos y la alerta de no bajar la guardia
Las cifras oficiales no recogen nuevos contagios, ni fallecidos, ni hospitalizaciones, ni ingresos en UCI y 12 curados más
Málaga/El balance diario sobre el coronavirus de las Administraciones sanitarias no es extremadamente fiable. Tiene fallos, aunque es una aproximación a la realidad. El de este lunes recoge que en la provincia no hay nuevos contagios, ni fallecidos, ni hospitalizaciones, ni ingresos en UCI y sí por el contrario 12 curados más.
La Junta aclaró que las cifras no cuadran con las del Ministerio. Ni las de Andalucía ni la de ninguna comunidad porque “han desaparecido de sus datos muchos positivos”. Ha habido jornadas en las que el balance provincial tenía datos negativos –como ocurrió el miércoles pasado–, algo que es imposible en un total acumulado que puede ser igual o superior cada día, pero nunca inferior.
Pero más allá de este baile números, ¿cuál es la situación de la pandemia en Málaga? Profesionales consultados coinciden en que está habiendo muy pocos casos y que la incidencia es bajísima en relación con la población. Porque siempre hay que analizar las cifras epidemiológicas en función de los habitantes, dado que no es lo mismo una veintena de contagios en un pequeño pueblo que en una gran ciudad.
“El goteo de nuevos contagios en Málaga es insignificante y son casos aislados. En estos momentos no hay transmisión comunitaria”, aseguran. Pero los sanitarios advierten que si se incumplen las medidas de higiene y las distancias de seguridad “puede haber brotes importantes”. Incluso, ven con preocupación la apertura de las fronteras porque podrían volver registrarse nuevos casos importados.
Los facultativos consultados aclaran que es difícil de prever el futuro. “Tenemos que contener la epidemia, sin morirnos de hambre”, reflexionaba un profesional en alusión al difícil equilibrio que debe hacerse ahora para avanzar en la desescalada recuperando las relaciones sociales y la economía sin descuidar la salud pública. He ahí el dilema de casi todo el planeta:atajar un virus para el que no hay vacuna ni casi anticuerpos sin que muera la actividad económica.
Respecto a los datos, están en tela de juicio. Son aproximados. En unas categorías hay menos de los contagios reales y en otras, más. Por ejemplo, en las residencias han fallecido más ancianos con el virus de los que cuentan las estadísticas oficiales. Pero como murieron sin que una prueba confirmara la infección, no se contabilizan como víctimas de la pandemia. Pero también está la situación contraria, contagios que se han sumado más de una ocasión porque no se ha contado la persona sino los las veces que ha dado positivo. También ha habido disparidad entre el tipo de prueba que contabiliza el Ministerio para dar un caso por confirmado –computa solo las PCR– y los que suma la Junta –que hasta hace unos días incluía también los test–.Pero más allá del guirigay estadístico, la situación –dicen–va bien. Y, según los sanitarios, así seguirá si no bajamos la guardia.
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