Cultura quiere arrancar la obra en San Agustín a mediados de 2019
Garantiza el máximo respeto al antiguo convento y huye de una acción "agresiva"
Mantiene la idea de acabar en 2021
Málaga/El día en que el antiguo colegio de San Agustín, que antes fue convento, reabra sus puertas como sede de la Biblioteca Provincial de Málaga queda aún lejos en el calendario. La distancia para alcanzar tan significativo hito se mide en al menos tres años, que serán los que pasen para que el abandono que pesa sobre esta histórica construcción desde hace 22 años dé paso al uso cultural. El cronograma manejado por los actuales responsables del Ministerio de Cultura, con el PSOE al frente del Ejecutivo, se asemeja al que, hace meses, ponían sobre la mesa sus antecesores, con el PP en el Gobierno. Lo que varía es el modo en el que la Administración central pretende alcanzar el objetivo.
Y de ello dio explicaciones el director general de Bellas Artes, Román Fernández-Baca, en la visita que ayer protagonizó a la edificación, asentada en la calle San Agustín, a decenas de metros del Museo Picasso y de la Catedral. En su aproximación al emplazamiento, Fernández-Baca dio por enterrado el proyecto de intervención adjudicación al estudio Aepo en 2007. "Se desestimó hace algún tiempo", dijo, al tiempo que fue claro al subrayar la apuesta del ministerio por una intervención no agresiva. "Lo primero es conocer el valor de las estructuras para ver la posibilidad de intervenir según los valores y el registro arqueológico que obtengamos", añadió.
El arquitecto al que se ha encargado el proyecto de consolidación, Luis Arranz, mostró su deseo de hacer una actuación basada en la limpieza y la restauración, "respetando al máximo el inmueble". Y ello incluye los azulejos y la negativa a cerrar los patios, por ejemplo. Una tesis confirmada por la subdelegada del Gobierno, María Gámez. "Hay una mirada muy sentimental hacia el edificio; todo lo que sea digno de conservación se va a conservar; vamos a mimar la historia de Málaga que se conserva aquí", manifestó.
El secretario de Bellas Artes habló de "un proyecto más empírico" y de "una nueva manera de actuar en él". La previsión pasa por arrancar las primeras obras a partir de mayo de 2019, una vez culminadas las tareas arqueológicas y se cuenten con las autorizaciones necesarias del resto de administraciones. Esta etapa se estima en 12 meses, a los que sumar otros 12 meses de intervención en la futura biblioteca.
También desecha Cultura la idea del alcalde, Francisco de la Torre, de ampliar el Picasso usando el espacio de San Agustín. "Málaga tiene 33 museos y una biblioteca viene muy bien; es una buena apuesta del Estado", afirmó Fernández-Baca. Gámez, por su parte, insistió en la necesidad de que la sede de la Biblioteca Provincial sea "un sitio absolutamente emblemático y no hay ninguno mejor que éste".
San Agustín fue construido por los frailes agustinos a finales del siglo XVI. El edificio ha tenido una historia frenética que lo transformó después de la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX en sede del Ayuntamiento de Málaga, hospital y juzgados. Una vez que la Iglesia recuperó su titularidad, la orden religiosa estableció en 1918 una escuela que mantuvo operativa durante más de seis décadas hasta que decidió vender el inmueble para sufragar las obras del actual Colegio de los Olivos. Los últimos alumnos salieron del centro en 1972.
Dos años después la Diputación compró el edificio y lo cedió a la Universidad de Málaga que lo convirtió en Facultad de Filosofía y Letras. La Facultad se mantuvo operativa hasta 1985, año en el que se trasladó a Teatinos. Desde 1995 el inmueble no ha tenido uso.
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