Daniel Lacalle: “El riesgo de la inflación persistente es muy elevado”

Málaga/En un año marcado por la inflación son muchos los interrogantes sobre cuándo mejorará la situación y cuáles son las mejores soluciones. En un coloquio organizado por Málaga Hoy y patrocinado por Unicaja Banco, el prestigioso economista Daniel Lacalle analizó estas cuestiones y su diagnóstico ofrece dos caras: “El riesgo de la inflación persistente es muy elevado”, pero, a su juicio, actualmente hay factores que pueden ayudar a evitar que esta crisis se parezca a la de 2008.

Al hablar de economía en muchas ocasiones se le añade la palabra incertidumbre, pero Lacalle puntualizó que actualmente se está confundiendo “la incertidumbre con algo que sabemos que va a pasar, pero no queremos que pase”. En este sentido, considera que la incertidumbre sobre la guerra de Ucrania "es muy poca”, ya que “va a seguir durante mucho tiempo”. Al igual que también insistió en que el problema de la inflación no tiene nada que ver con este conflicto, sino que lo causó el “haber inyectado más de 20 millones de dólares en la economía por parte de los Bancos Centrales en un año”.

Esto quiere decir, a su juicio, que durante 2020 los bancos imprimieron más dinero y como consecuencia se ha generado muchísima más inflación. Por ello, “no debemos caer en el error de pensar en efectos causales de cosas que son casuales”, según Lacalle.

La inflación

En cuanto a la inflación persistentees algo “con lo que tenemos que vivir” porque “la baja inflación sí ha sido una anomalía en nuestra historia” y se debe tener en cuenta que aunque son muchas las personas que se preguntan cuándo se va a reducir la inflación, ésta no lo hará “porque quieran las personas”. Así pues, Lacalle insistió en que “el riesgo de la inflación persistente es muy elevado”.

Además, “la inflación de activos que se generó por el masivo aumento del balance de los Bancos Centrales ha generado un enorme problema de inflación de activos financieros”. Por lo que, en un entorno de subida de tipos de interés, “todos los que se han acostumbrado a pensar que pueden jugar a ser la Reserva Federal sin tener la moneda de reserva del mundo, que es el dólar, caen", según Lacalle, en copiar lo que hace ésta sin tener “la demanda mundial de dólares” y como consecuencia, “el euro se desploma”. En este punto, es cuando intervienen los bancos, imprimiendo más dinero y su resultado es que aumenta el riesgo de inflación, según relató.

Algunos economistas ya han dado la voz de alarma por el hecho de que la inflación pueda conducir a una crisis similar a la de 2008, pero Lacalle señaló durante su intervención que hay factores que no van a llevar al país a una crisis como la de hace 14 años. Uno de estos es que “los tipos son todavía negativos en términos reales”. Además, “ni la situación del sector financiero, ni las condiciones de crédito son las mismas”, comentó el economista jefe de Tressis.

Por consiguiente, el problema que se ha generado a raíz de esta situación es que “no se puede llevar a cabo una normalización de la política monetaria sin generar dolor”. Por lo que, a su juicio, “hay que subir los tipos de interés, reducir el balance de los Bancos Centrales y disminuir el gasto público”.

Por otro lado, hizo hincapié en que en esta crisis “las empresas y las familias no han tomado el nivel de riesgo que en la de 2008”. De este modo, incidió en que “no podemos caer en la complacencia, pero tenemos un par de factores muy diferentes a la crisis de 2008 que nos pueden ayudar a evitar un problema mucho mayor a medio y largo plazo”. Esos factores son “el nivel de sostenibilidad al que se han enfrentado las empresas y las familias, junto con el lujo de tener un sector tan denostado como el turismo que está siendo el motor de crecimiento del empleo y la tarjeta de visita de este país”.

Otro de los problemas que puede generar la inflación, según Lacalle, es que “muchas personas al ver inflación de activos se alegran y no piensan que eso es la antesala de que te van a subir los precios de todo”. La inyección de dinero que se produjo en 2020 fue diez veces mayor que lo que se llevó a cabo en el periodo anterior y el dinero se destinó a “pagar cheques a las personas y a pagar gastos gubernamentales”.

Al mirar al futuro, Lacalle remarcó que en este momento hay que ser “más cautelosos” y dejar de lado el pensamiento de que “los precios tienen que bajar el año que viene y por lo tanto caer en lo que demandan las empresas, que es un problema de capital circulante”. También, desde su punto de vista, se debe “controlar el umbral del dolor en el que el nivel de gasto no te permite llevar a cabo algunos proyectos”.

La situación de Europa

En cuanto a Europa, Lacalle indicó que el problema no es actual y que “la Eurozona se encuentra en una situación más difícil que otros territorios, puesto que no tiene líderes tecnológicos mundiales”. Por lo que, al contrario que China o Estados Unidos “no solo se encuentra con una ralentización de la economía, sino que tampoco tiene conexiones de valor añadido como EEUU”. Además, Europa ya contaba con el problema de que “estaba saliendo de la crisis de la pandemia más lenta que las economías comparables y la crisis energética de la Unión Europea no viene del problema del gas”.

Desde el punto de vista del economista, la crisis energética europea “viene de una decisión política llevada a cabo durante dos décadas”, ya que durante estos años la Unión Europea ha eliminado armas nucleares y la producción masiva de gas natural. Así pues, “hace 15 años la Unión Europea producía más gas natural de lo que exporta Rusia y en estos años ha pasado de ser un productor neto a ser un importador neto”, aseguró.

Por otro lado, a la pregunta de quién es más peligroso para el futuro de la economía europea, Lacalle respondió que Europa es un peligro para sí misma porque “China seguirá haciendo lo mismo que lleva haciendo una década” y en la misma línea sitúa a Rusia y Estados Unidos. Asimismo, remarcó que “el problema de la Unión Europea es la misma Unión Europea” porque considera que cuando otro país toma una decisión errónea “no se beneficia de ello” y se sitúa detrás de ellos.

“La política del mínimo común denominador te lleva al estancamiento y nunca ha funcionado. La Unión Europea es maravillosa y si sacáramos lo mejor de cada uno, de Málaga, de Luxemburgo, de Estonia y no la media de la media la situación cambiaría, pero por eso nos va peor”, puntualizó.

En relación a las criptomonedas aseguró que estas “podrían haber sido una opción de alternativa a las monedas fiduciarias, pero han caído en el mismo error al intentan competir contra el dólar”.

La economía de España

En España, a su juicio, hay tres problemas: “Nuestra recuperación es la peor de la OCDE porque todavía no se ha recuperado el PIB de 2019, el crecimiento de la productividad sigue siendo negativo y como consecuencia los salarios no crecen a medio plazo y por último es el aumento masivo de la deuda, más de 340.000 millones para no generar ningún crecimiento y los presupuestos que se han presentado dejan un déficit estructural de unos 48.000 millones anuales”. Por lo tanto, esto significa que se deberá realizar un ajuste del gasto en la economía española, según Lacalle. Por ello, es importante tener en cuenta qué sector da dinero a España y en esta ocasión es el turismo que este año ha demostrado que “es mucho más sólido de lo que mucha gente se esperaba”.

En cuanto al empleo en este sector y en el de la construcción, considera que la afirmación de que no ofrecen trabajos de calidad, no es cierta. “Son sectores maravillosos que han mejorado su posición en cuanto a la calidad de empleo espectaculares”, según Lacalle.

Con respecto a la idea de cambiar el modelo productivo, señaló que se debe tener en cuenta que una persona “no cambia el modelo productivo, sino que cambias el patrón de crecimiento”, el cual ha girado en España porque “hemos pasado de ser una economía netamente que miraba hacia dentro a una economía hacia fuera”.

Asimismo, también incidió que en este país, el principal problema con respecto a la productividad reside en que se piensa que “productividad es trabajar más horas, eso es mentira porque en realidad productividad es trabajar menos, haciendo más cosas con un valor añadido”. Por lo que, considera que en España hay que pensar en el valor añadido de los productos porque se necesita que “las empresas sean más grandes, ya que España es un país de microempresas, y que se siga creciendo en exportaciones”.

En este sentido, considera que las necesidades de capital circulante es lo que más le preocupa en las empresas, porque “esto es lo que mata a las empresas en España y en 2008 se llevó por delante 150.000”. Por lo que, a la hora de hablar de la deuda de las empresas se debe entender que “reducir los desequilibrios financieros no es solo reducir la deuda o aumentarla, sino reducir las necesidades del capital circulante”.

En relación a Andalucía, señaló que en primer lugar no se debe comparar con otras autonomías, sino que “tiene que mirar en el mundo quién es mejor, cómo va con respecto al mejor y si va mal, ir a mejorar”. Tampoco, según Lacalle, Andalucía no se debe comprar con otros países de la Unión Europea. Por ello, insistió en que “tenemos que dejar de compararnos con países que están mal. No estamos para compararnos con países que están mal y estancados, hay que hacerlo con los mejores”.

Qué puede hacer una persona para aumentar su dinero

En relación a cómo una persona puede aumentar su poder adquisitivo, el economista comentó que la razón por la que la gente pierde su patrimonio es que venden cuando el mercado baja y compran cuando este sube, según Lacalle. En este sentido, insistió en que “todos los que han creado un cierto patrimonio, lo han hecho aprovechando cuando la situación genera oportunidades de valor”. Así pues, se debe tener en cuenta que si cuando el mercado está al alza una persona se dedica a comprar “luego viene la tristeza”, pero “si ves la historia de los activos financiero se observa que puedes crear un patrimonio a medio y largo plazo que recupere la inflación y la pérdida que pueda existir de la moneda, sin caer en el pánico ni en la euforia cuando no pasa nada”.