Demoras de 20 meses en Málaga para tramitar las solicitudes de asilo
ONG aclaran que la tardanza es generalizada en toda España y que a ello se suma que sistemas informáticos reservan citas el bloque que luego se venden, algo ilegal
Menores inmigrantes: la tragedia invisible
Málaga/Ser solicitante de asilo es una verdadera odisea. En toda España y también en Málaga. ONG indican que la demora para formalizar la petición en esta provincia es de unos 20 meses, ya que las citas en la Comisaría van por septiembre de 2024. Pero es más. Un inmigrante que consiguiera a día de hoy una cita para el año que viene, según la legislación, debería esperar otros seis meses para disponer de autorización para trabajar. En resumen, tendría que sobrevivir más de dos años (unos 26 meses) con recursos propios, ayudas de familiares o amigos o con trabajos ilegales sin ningún derecho.
Y ese es el mejor de los escenarios. Hay otro factor que lo empeora aún más. Conseguir la primera cita para manifestar la voluntad de pedir asilo –que es el primer trámite de este largo proceso– no es fácil.
Porque aunque esta gestión es gratuita, las organizaciones humanitarias que trabajan con inmigrantes sospechan que en toda España funcionan sistemas informáticos que copan en bloque esas citas. Éstas son vendidas luego de forma ilegal en el mercado negro, ya que son la llave sin la que no se puede acceder al sistema de asilo. Los precios pueden oscilar entre los 50 o los 300 euros.
“Sabemos de esta práctica ilegal porque hemos atendido a personas que dicen que han tenido que comprar la cita por 50 ó 60 euros”, afirma el abogado de Protección Internacional y Extranjería de Málaga Acoge, José Estébanez.
Esta primera cita es para manifestar la voluntad de pedir asilo. En Málaga, desde que se consigue la primera cita hasta que tiene lugar, la demora es de unos dos meses, según la información facilitada por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). En ese primer contacto con la Comisaría provincial, el solicitante obtiene la segunda cita para formalizar su solicitud de asilo, que es donde se produce la entrevista en la que expone su situación y circunstancias personales. A día de hoy, en la Comisaría malagueña estas citas se están dando para septiembre de 2024, según CEAR.
Tanto esta organización como Málaga Acoge destacan la colaboración y la buena voluntad de la Policía, pero coinciden en que las demoras han ido agrandándose. Antes la tardanza era habitual en Madrid, Barcelona o Valencia, pero no en Málaga. “Ahora se han ido igualando y la situación de aquí ha empeorado”, asegura el coordinador de CEAR para Andalucía oriental, Francisco Cansino. “Hay un tapón en la Policía para las peticiones de asilo, pero es un problema en toda España”, aclara.
Pero incluso antes de ese tapón está la venta ilegal de citas. “Porque esos 20 meses de demora están supeditados a poder conseguir antes esa primera cita” recuerda el letrado de Málaga Acoge. Con esta realidad, en la que, en el mejor de los casos, un solicitante tarda en torno a unos 26 meses para tener autorización para trabajar legalmente, Estébanez se pregunta:“¿Qué hace alguien para subsistir todo ese tiempo? Su situación es dramática. Generalmente, se ven abocados a trabajar en el mercado laboral sin contrato y sin derechos”.
Además, hacer el trámite no supone automáticamente el asilo. Después de esperar unos 20 meses y de la segunda cita en la que se formaliza la solicitud, el inmigrante debe aguardar la respuesta de la Administración central que es la que determina si procede o no conceder el asilo. La duración de este trámite es variable según cada caso.
Hace un par de semanas, el diario Levante publicó que migrantes de Valencia venían a Málaga para hacer este trámite porque teóricamente no estaba tan colapsado el sistema en esta ciudad. Pero tanto abogados que trabajan con temas de Extranjería como el coordinador de CEAR ponen en duda esta información ya que dicen que la situación está casi igual de saturada en toda España. Para Cansino, puede ocurrir, eso sí, que haya inmigrantes que vengan a Málaga porque en esta ciudad tengan una red de apoyo que los soporte durante un tiempo.
Hasta el 31 de diciembre pasado, CEAR era la única organización que podía dar una primera acogida a los solicitantes de asilo. Desde el pasado 1 de enero, se ha sumado Cruz Roja. Pero el problema es que mientras el Ministerio del Interior, a través de la Policía, no acredite la condición de solicitante de asilo de una persona y se realice el posterior trámite ante el Ministerio de Inclusión, ésta no puede acceder a una plaza de acogida. De modo que puede haber sitio en CEAR o Cruz Roja y personas que lo necesiten, pero el tapón en la Policía no sólo retrasa su trámite de asilo sino sus posibilidades de acceder a esas plazas.
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