Arriba el telón para la Alcazaba

Derribo del Astoria

El derribo de la manzana de los cines Astoria y Victoria revela un perfil inédito en la Plaza de la Merced

Derribo de la manzana de los cines Astoria y Victoria con la nueva estampa de la Alcazaba al fondo. / Javier Albiñana

Málaga/Para los turistas que llenan el Café con Libros y el resto de terrazas de la Plaza de la Merced no hay nada parecido a un espectáculo, pero los nativos encuentran a su paso por aquí un aliciente no precisamente pequeño. Y cabe subrayar que si cada mañana, ya desde las nueve, se reúne un dispar grupo de jubilados para contemplar el derribo de la vieja manzana del Astoria, con toda la maquinaria implicada, por más que de vez en cuando se eleven abundantes nubes de polvo, la verdadera atracción es otra: poco a poco, mientras van desprendiéndose muros y fachadas, la Alcazaba que antes apenas podía vislumbrarse un tanto desde el entorno de la calle Álamos va luciendo desde toda la extensión de la Plaza como recién puesta. Se trata de un perfil inédito para las distintas generaciones de malagueños que han asumido con naturalidad el obstáculo arquitectónico que ha ejercido de obstinado telón de acero desde la Plaza María Guerrero hasta bien entrada la calle Victoria, pero ahora la función es otra y el telón va, poco a poco, levantándose. A cada envite de las enormes palas mecánicas, la Alcazaba asoma un poco más desde su altura y promete su admiración plena desde este lado. “Pues se va a quedar muy bonito. La verdad es que podían dejarlo así, sin construir nada, sólo la plaza. Merecería la pena”, decía este miércoles uno de los más fieles espectadores del derrumbe antes de cambiar de tercio y buscar algo interesante en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión que justo estos días campa en la Plaza de la Merced.

El núcleo patrimonial de Málaga, en el perímetro de su origen, ha ganado una singular conexión

Ciertamente, el hallazgo de la Alcazaba (cuyos emblemáticos accesos desde la calle Alcazabilla han empezado esta semana a ser objeto de una profunda remodelación) desde La Merced, en toda su extensión, es uno de los argumentos más recurrentes entre quienes, lo mismo aquí en la calle que en las redes sociales, defienden la ampliación de la plaza hasta la calle Victoria. Además, el principal núcleo patrimonial de Málaga, en el mismo perímetro del origen urbano de la ciudad, gana sin el edificio ahora derruido una singular y significativa conexión: el eje Alcazaba-Gibralfaro y el Teatro Romano enlazan ya sin impedimentos con la misma zona en cuyo subsuelo podría localizarse el antiguo Anfiteatro del que dan norte algunas fuentes documentales como equipamiento necesariamente asociado al Teatro. Las próximas excavaciones arqueológicas, que prometen continuidad al espectáculo, permitirán despejar las dudas. Con la Alcazaba bien visible.

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