La Diputación de Málaga volverá a estudiar cuánta agua se pierde por fugas en los pueblos
En el primer estudio hecho durante el verano de 2022 revelaron que en 51 municipios perdían 7 hectómetros cúbicos anuales
Las fugas o el fraude en la red provocan que 51 pueblos de Málaga pierdan 3,5 millones de euros en agua al año
La Diputación de Málaga aprueba un proyecto de 15,5 millones para digitalizar el control del consumo de agua
Málaga/La Diputación de Málaga continúa ahondando en su preocupación por los recursos hídricos de cara a este verano. El ente supramunicipal volverá a financiar un estudio para conocer cuánta agua se pierde en fugas y fraudes en los pueblos del interior de la provincia.
Cristóbal Ortega, portavoz del ente supramunicipal y diputado de Medio Ambiente, asegura que una vez aprobados los presupuestos licitarán "en breve" el estudio, con el que podrán comparar cuánta agua sigue sin llegar a su destino, bien porque las canalizaciones presentan defectos, bien porque en el camino algún usuario ha pinchado la red para un uso fraudulento del suministro.
En el último estudio se determinó que en la red de abastecimiento de 51 pueblos de la provincia se pierden siete hectómetros cúbicos anuales o, lo que es lo mismo, 3,5 millones de euros en caso de que ese suministro se cobrase a 0,5 euros el metro cúbico de agua (es decir, cada 1.000 litros). Estas fugas o fraudes equivalen al consumo de los 64 pueblos más pequeños de agua al año, que tienen 90.000 habitantes.
Por hacer una equivalencia, este martes en el embalse de Casasola restan 5,65 hectómetros cúbicos, en el del Limonero 4,35 hectómetros o en el de Conde de Guadalhorce 12,77 hectómetros. En este último, durante el pasado año se consumieron reservas en torno a los ocho hectómetros cúbicos.
Ortega precisa que este estudio "se pone a coste cero para los ayuntamientos", pero depende de que estos accedan a que se estudie su red, "que es normal que en muchos casos necesite arreglos y mantenimiento, es como si hablásemos de un coche con treinta años", pero que, pese a ello no todos los consistorios se prestan. El también vicepresidente primero de la Diputación asegura que estos informes son necesarios para saber dónde actuar y apunta que ya hay técnicas para poder cambiar las tuberías sin necesidad de levantar el suelo.
Precisa, además, que tiene conocimiento de que en muchos municipios se han hecho obras para paliar esta situación en los últimos dos años, pero que desde la Diputación no se puede llevar un registro en tanto que las competencias son municipales.
La del agua es una batalla que abandera la Diputación desde hace, al menos, dos ejercicios, después de presentar el anterior estudio sobre la pérdida de agua. Durante su puesta en conocimiento, Francisco Salado, su presidente, dio el primer gran toque de atención a los alcaldes. Entonces, aseguró que el ente supramunicipal comenzaría a reducir los fondos incondicionados si estos no se dedicaban a paliar la sequía. Incluso apuntó que algún alcalde los dedicaba "a regalar jamones en Navidad", en vez de a hacer obras necesarias.
Este argumento lo ha venido recordando en los siguientes años, siendo la parte central de su discurso de investidura, pero también lo trajo a colación en la presentación de las cuentas supramunicipales para el 2024 o durante el Foro Metropolitano de Alcaldes sobre el agua que se celebró recientemente –"sé que los municipios necesitan invertir en cultura, deporte o movilidad, pero mientras haya esta situación desde la Diputación se primará el agua y en ello estamos trabajando", dijo entonces–.
En la presentación de los Presupuestos, Salado, apuntó que las obras para reducir la cantidad de agua que se pierde en la provincia "son totalmente necesarias" y pidió a los regidores de los municipios que se pongan manos a la obra para impulsar proyectos en este sentido, "podemos invertir hasta 50 millones de euros, pero tienen que estar los proyectos redactados y listos para licitar y ejecutar", anunciando que cada vez serán menos las transferencias incondicionadas.
En las cuentas de este año se comprueba la apuesta de Diputación por el agua, que se traduce en un nuevo Plan en la Axarquía, donde más carestía hay, dotado con 15 millones de euros para producir nuevos depósitos, pozos, depuradoras y canalizaciones. Otros 3,4 millones irán destinados a la renovación de la red de agua potable en los municipios de menos de 20.000 habitantes, a lo que se suman 4,2 millones de euros para el Consorcio del Agua.
En lo que se refiere a las ya citadas transferencias a los Ayuntamientos, "donde se dará carácter preferente a proyectos para combatir la sequía", con 10,3 millones y 12,9 millones para financiar posibles actuaciones de emergencia. "Tengo que hacer un llamamiento a los alcaldes y alcaldesas para que prioricen las obras hidráulicas, de reparación de fugas y de averías; de nada sirve que la Diputación ponga estos recursos económicos a disposición de las obras si no hay proyectos redactados y listos para ejecutarlos, la lucha contra la sequía es tarea de todos", aseguró entonces.
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