Enrique Colilles, director de Trops: “Las cosechas de mango y aguacate han caído un 80% en el valle de Vélez”
Enrique Colilles asegura que la mejor solución a los problemas hídricos sería la construcción de una desaladora que cubriera todas las necesidades de la comarca
La desaladora y las aguas regeneradas, la solución a los problemas hídricos de la Axarquía
Vélez-Málaga prohíbe el uso de agua potable en el riego de jardines, lavado de coches y llenado de piscinas privadas
Málaga/La protagonista de este año en la Axarquía es la falta de agua. La sequía está afectando en gran medida a esta zona, donde el pantano de la Viñuela está ya al 9% de su capacidad con unos 15 hectómetros. Para el abastecimiento ya han comenzado las restricciones, pero si hay un sector afectado por esta crisis ese es el de la agricultura. Los regantes de la zona están perdiendo sus cultivos. Enrique Colilles, director general de Trops, sostiene que en el Valle de Vélez “las cosechas de aguacate y mango han caído un 80%”. A su juicio, la solución a los problemas hídricos sería construir una desaladora, para la que su empresa, junto con la UMA y avalada por Grupo Cobra, ya presentó un proyecto a la Junta de Andalucía.
–La falta de agua en la Axarquía ¿cómo está afectando a la producción?
–En el Valle de Vélez la falta de agua tiene a la producción de aguacate en un punto crítico. Muchas plantaciones están muriendo. La producción es bajísima, el tamaño medio de la fruta es pequeño y su valor ha bajado. En el Valle de Vélez han caído las cosechas un 80% en aguacate y mangos. Todas las zonas están igual de afectadas porque la falta de infraestructuras afecta a todo. El presente y el futuro inmediato para los agricultores es malo y no se soluciona con estas primeras infraestructuras que se están haciendo de aguas regeneradas. Además, la calidad de este agua ahora mismo es muy mala y estropea el suelo. Todo se debe a la salinidad, porque en la depuradora de Vélez su nivel es muy alto, algo que es inadmisible.
–En Trops ¿de qué forma se está viviendo esta situación?
–Trops afortunadamente tiene productores fuera de la Axarquía. Le afecta muy negativamente, pero gracias a que tiene producción de aguacate en otras zonas de España y en Portugal y a que puede importar aguacate sale adelante. El problema lo tienen los agricultores que tienen fincas en la Axarquía.
–Para conseguir que estos problemas desaparecieran ¿qué se debería hacer?
–Un catedrático de Gran Canarias nos ha explicado que ellos vivieron esta situación hace 60 años y salieron de ahí porque construyeron muchas pequeñas desaladoras con energías renovables, que salen a un precio muy económico. Aquí en Málaga tendríamos que copiar lo que han hecho en Canarias.
–Si se quiere copiar ese modelo habría que empezar a construir la primera desaladora.
–Exacto. Nosotros hemos propuesto una desaladora en la desembocadura del río Vélez, con la energía que producirían placas fotovoltaicas que tendríamos en la Viñuela flotando para evitar la evaporación del agua del embalse. Entonces el agua se desala, se sube por el río y se vuelca en el embalse. De esta forma tendríamos el embalse siempre lleno con agua barata y sin generar residuos. Conseguiríamos unos 40 hectómetros, que es más de lo que se necesita ahora mismo y tendríamos todas las necesidades cubiertas. Los agricultores podrían acceder a la Viñuela, el agua potable no tendría que venir de Málaga y habría agua para todos. Además, a nosotros en el momento en que nos diesen el permiso, tardaríamos un año en hacerla e invertiríamos unos 145 millones de euros porque queremos que el agua sea más barata aunque seguimos sin saber nada.
–¿Y considera buena idea la construcción de una segunda desaladora en la zona?
–El Gobierno Central dijo que estaba dispuesto a hacer una y poner 100 millones, si lo hace el Gobierno y luego nos lo cobra con el canon bien. Si no la hacen ellos que nos den permiso y la hacemos nosotros. Realmente nos da igual si se hacen dos, lo que queremos es que se decidan en hacer la primera desaladora y ya luego si quieren que hagan la segunda, pero por lo menos que se construya una.
–¿Cómo sería ese proceso de desalación? ¿y a cuánto conseguirían vender el agua?
–El proceso de desalación es igual que el ciclo natural del agua. Al día se evaporan millones de litros de agua a diario, con lo cual el agua queda más salada. Al desalar, el proceso consiste en coger el agua del mar, a través de una membrana conseguir agua dulce y lo que no atraviese esa membrana devolverlo al mar. Con lo cual es como un ciclo natural y no le añade ningún elemento químico. Con nuestro proyecto pondríamos el agua por debajo de 30 céntimos.
–¿Cree que la situación mejorará en algún momento?
–Va a llover seguro porque períodos de sequía fuertes como este ya hemos tenido. Esto no es un hecho extraordinario lo que pasa es que en el mundo hay más población y necesitamos más agua para vivir. Entonces si consumimos más agua, de los mismos embalses, esta se gasta antes. Los periodos de no lluvia los hemos tenido siempre y ahora se sienten más. Si antes los periodos de sequía eran de cinco años, ahora a los tres años estamos en una situación dramática y crítica.
–Entonces si llueve en unos meses, ¿las cosechas que han perdido los regantes se recuperarán?
–Seguro que sí, pero al no tener las infraestructuras necesarias estos años no se producirá. Como consecuencia habrá más inflación porque los precios suben, ya que se produce menos. Entonces hay que aplicar tecnologías, reproducir el ciclo natural con energías renovables, que no generan residuos para producir agua y poder seguir viviendo como vivimos. Además después de todo el proceso el agua que sobra no es tan salada como para contaminar el mar.
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