Discute con un conductor de Uber por una maniobra y su pareja acaba con la muñeca rota en Málaga

El chófer supuestamente se saltó un semáforo y no respetó un paso de peatones, quedándose cerca de atropellar a dos viandantes

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La joven que fue agredida por un conductor de Uber. / M. G.

Una pareja, una caminata por el centro de la capital malagueña para llevar un encargo a un cliente y una discusión tras recriminarles una maniobra de tráfico a un conductor de Uber que supuestamente casi los arroya termina en agresión. El chófer primero amenazó a los viandantes; segundos después, pasó a la acción. Él se llevó un golpe en la cabeza; ella, que intentó mediar en la disputa, una muñeca rota.

Los hechos ocurrieron el pasado jueves 16 de noviembre en calle Martínez, sobre las 17:00. Ambos se disponían a atravesar un cruce peatonal cuando un vehículo, que supuestamente se saltó el semáforo en rojo y no respetó la preferencia del paso de cebra, emprendió su marcha casi rozándoles, siempre según su relato. Entonces el hombre le recriminó su acción. Lejos de excusarse, explican que dio marcha atrás vociferando: "Ven para acá que te voy a dar una guantada". Una frase que la joven -de 26 años- asegura que tardará en olvidarla, pues la amenaza no solo quedó en palabras.

Acto seguido, el conductor se habría bajado del vehículo e intentado propinar una bofetada en la cara al transeúnte, que se agachó para soltar los enseres que portaba y tratar de defenderse, recibiendo finalmente el impacto en la cabeza. La mujer trató de mediar en la disputa. "Yo me metí en medio y gritaba no porque pensé que podía llevar un arma blanca", explica. En el transcurso del forcejeo y con el objetivo de que el chófer no continuase agrediendo a su pareja, ella también fue golpeada en la muñeca, lo que le ha provocado la fractura del hueso escafoides. Desde entonces, tiene el brazo inmovilizado con una férula y los facultativos le han informado de que al menos unas tres semanas más debe continuar en el mismo estado.

Tras la agresión, el chófer huyó del lugar. Sin embargo, entre la marabunta que se detuvo a observar la escena y gritar al conductor que parara, una testigo logró anotar la matrícula del vehículo, un Toyota Corolla color negro, y hacerle una foto al supuesto responsable del ataque, datos que más tarde facilitó a los heridos y que les servirían para interponer la correspondiente denuncia en una comisaría de Policía Nacional.

Por el momento, la pareja no tiene noticias de que el conductor del Uber sospechoso haya sido identificado. Mientras tanto, la joven confiesa que todavía le cuesta conciliar el sueño. "Es algo que impacta, nunca esperas ir andando y que te agredan", lamenta.

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