Dorian: “Somos una banda inquieta y sería un crimen no ser fieles a nosotros mismos”
El grupo, que actuará en el Bella Festival de Marbella, mostrará en un concierto la incorporación de nuevos estilos a su música que hacen que sean difíciles de "encasillar en una sola rama", según su vocalista, Marc Gili
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Málaga/Más de dos décadas subiéndose a los escenarios para cantar ante un público que con el paso del tiempo se ha hecho cada vez más diferente y siempre componiendo sus canciones fieles a ellos mismos. Así podrían resumirse los 20 años de vida del grupo Dorian. Al echar la vista atrás y observar todo lo que han vivido hasta ahora, Marc Gili, su cantante, incide en que siempre han hecho con su música lo que han querido y que su último disco Ritual ha cambiado por completo el estilo del grupo. En este álbum incorporan música electrónica, pop, rap e incluso ritmos argentinos, algo que hace que este grupo “chapotee en muchas aguas distintas” y sea difícil de “encasillar en una sola rama musical”. Ahora están de gira y este sábado harán una parada en el sur, concretamente en el Bella Festival en Marbella, el cual consideran una ocasión “especial” al ser su primera edición.
–Ritual es el nombre de su último álbum y de su gira, ¿por qué ha supuesto un antes y un después en su sonido este disco?
–En nuestro último álbum Ritual hemos incorporado a la paleta de Dorian música electrónica, de baile, pop, rock, algunas dinámicas propias de música urbana, algo de rap y algunos bits propios de ciertas versiones de Latinoamérica, como, por ejemplo, la chacarera que está en la canción ‘Libre’ del álbum que es un ritmo típico del norte de Argentina. Con este disco hemos querido mantener la esencia de Dorian, pero abriéndonos a sonidos de otras latitudes y longitudes, otras técnicas de grabación más actuales de manera que hemos podido renovar el sonido del grupo sin perder su esencia. Además, todo surgió porque somos una banda inquieta y sería un verdadero crimen no ser fieles a nosotros mismos. Me gustan las bandas que evolucionan, las bandas que se esfuerzan por reinventarse y no podíamos ser menos.
–De ahí que hayan surgido las colaboraciones con Ana Mena, Pimp Flaco e incluso Delaporte.
–En efecto, hemos colaborado con artistas de escenas muy distintas. Pimp Flaco viene del mundo del trap, Ana Mena viene del mundo del pop, también tenemos a Alizzz, el productor de C.Tangana y Rosalía, con el que hemos compuesto Energía rara uno de los singles del disco. En la última revisión hemos colaborado con Delaporte que son muy buenos haciendo crossovers entre música electrónica y pop. Así pues, para nosotros era una declaración de principios colaborar con artistas de otras escenas musicales para Ritual y enviar el mensaje de que Dorian es una banda abierta y que le gusta aprender de lo que otras escenas musicales puedan ofrecer.
–Pueden decir entonces que les ha servido estas colaboraciones a nivel profesional.
–Todos estos artistas nos han enseñado un montón de cosas y hemos disfrutado muchísimo de su trabajo y de cómo han metido mano a nuestras canciones. Uno está en la música y el arte para aprender continuamente y para tratar de empujar sus proyectos creativos y estos artistas nos han enseñado eso. También ayuda a que otros públicos de otros ámbitos presten atención a lo que haces y el hecho de incluir artistas de otros ámbitos en tus canciones hace que tu propio público escuche otras músicas y es algo muy bonito y enriquecedor.
–Actualmente, ¿cómo definiría el público que les escucha?
–Tenemos la suerte de ser un grupo que por nuestro sonido -atravesado por la música electrónica, pero también por el pop- encontramos capacidad de conexión entre públicos de edades muy distintas. También las letras de las canciones de Dorian son una invitación a la rebeldía, a que cada cual haga lo que considere con su vida, más allá de los cánones y los dogmas que marca la sociedad. Eso siempre encuentra eco en un público joven que ha ido creciendo con nosotros con el paso del tiempo.
–¿Se clasificarían como grupo indie o considera que Dorian va más allá?
–Hoy por hoy ya somos un grupo más abierto y difícil de encasillar en una sola rama musical. Ahora a nivel de espíritu de banda sí que te diría que seguimos siendo independientes porque somos totalmente soberanos de nuestra carrera y hacemos y deshacemos las cosas como nos da la gana. En ese aspecto sí seguimos siendo independientes, pero si entendemos el indie como un estilo musical, creo que Dorian se fue de ese barreño hace tiempo y ahora chapotea en muchas aguas distintas y estamos orgullosos de ello y de lo mucho que hemos crecido como banda a nivel creativo.
–Cada vez hay más grupos indies ¿cómo perciben el auge que está viviendo el género?
–Siempre es bueno que cuatro chavales se junten en un garaje y se pongan a hacer música y ruido. En estos momentos estamos también en la dictadura de la música hecha por productores para que suene en la radio y en contraposición a esto, siempre será mucho más genuino lo que una banda o un grupo de colegas pueda hacer desde un garaje o una habitación.
–¿Alguna vez se plantearon llegar hasta aquí? Están recorriendo España con Ritual, pero en septiembre vuelan a Latino América.
–Nunca nos lo planteamos y habría sido un acto de soberbia haberlo hecho porque, ya no solo en el arte sino también en la vida en general, uno tiene que ir avanzando y cumpliendo objetivos a corto plazo y esos pequeños pasos al final hacen un largo camino, pero si uno tiene la soberbia de querer alcanzar objetivos muy lejanos lo más probable es que se estrelle por el camino. El ego y la soberbia no son buenos compañeros de viaje, más bien la paciencia y el trabajo.
–¿Creen que es cierto que la música sana?
–La música es un vehículo de sanación, de catarsis colectiva, es la única forma capaz de meter a miles de personas de clases sociales y razas diferentes en un recinto a saltar, a bailar y a emocionarse al mismo tiempo. Eso no lo consigue ninguna otra forma humana y desde luego es sanadora. A todos nos ha acompañado en la adolescencia, en los momentos más difíciles de nuestra vida, cuando ha muerto un familiar, cuando un amigo estaba en apuros, es la sangre del alma, la vinculación artística que más nos acompaña a lo largo de la vida en lo bueno y en lo malo, sin lugar a dudas.
–Haciendo balance de todo lo que Dorian ha vivido ¿qué sueño le queda por cumplir?
–Yo ahora mismo podría hacer la carta a los Reyes Magos (ríe). Nos gustaría mucho tocar en el Teatro de Mérida y una colaboración soñada sería hacer algún día algo con Calamaro, por ejemplo.
–De nuevo hacen parada en Málaga, esta vez en Marbella en el Bella Festival, ¿qué sienten al regresar al sur?
–La zona de Málaga se nos da muy bien y este fin de semana es especial porque es la primera vez que venimos a Marbella en muchos años. Estuvimos hace ya un tiempo con Germán Coppini, el cantante de Golpes Bajos, y teníamos muchas ganas de volver. Guardamos un buen recuerdo de aquel concierto y con muchas ganas de participar en lo que va a ser la primera edición del Bella Festival que no todos los días te toca inaugurar un festival.
–Después de esta gira, ¿qué le depara a Dorian?
Vamos a terminar la gira de Ritual con unas diez fechas por América Latina en México, Argentina, Colombia y Perú. Luego tomaremos un descanso y entraremos a grabar un álbum nuevo que ya estamos componiendo. Así que yo creo que vamos a tener nuevo disco de Dorian la próxima primavera.
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