Dos agentes de la Udyco reciben la máxima distinción por una operación contra el narcotráfico
Manuel Millán y José Francisco Bravo, que resultaron heridos en acto de servicio, han sido galardonados este lunes por arriesgar sus vidas para garantizar la seguridad ciudadana
Detenido por intentar atracar a punta de navaja a un joven en el centro de Málaga
El Cuerpo Nacional de Policía se ha engalanado este lunes en Málaga para celebrar la festividad de sus patronos, los Santos Ángeles Custodios, en un acto en el que el Ministerio del Interior ha concedido el máximo galardón del Cuerpo, la medalla roja al mérito policial, a Manuel Millán y José Francisco Bravo, dos profesionales adscritos a la Comisaría de Torremolinos que "no dudaron en arriesgar sus vidas para desarticular una red criminal dedicada al narcotráfico y que resultaron heridos en acto de servicio".
La operación Esmeralda-Capitana se inició a raíz de detectar en la provincia de Málaga un entramado criminal que se dedicaba al acopio de grandes cantidades de hachís para su posterior transporte por carretera a Francia. Para ello, la red utilizaba vehículos de gran potencia y capacidad de carga. Así, en el municipio de Benalmádena, los investigadores descubrieron una maniobra sospechosa en la residencia de uno de los miembros de la red. Se trataba de una furgoneta y un vehículo lanzadera -que va delante para advertir de la presencia policial-.
Tras un seguimiento hasta el peaje de Las Pedrizas, los agentes condecorados dieron el alto al conductor de la furgoneta, quien se dio a la fuga. De esta manera, se inició una persecución policial, en la que los supuestos miembros de la red embistieron a los policías, sacándoles de la carretera en la A-45 a su paso por Monturque.
Un traumatismo craneoencefálico -por el que estuvo más de cuatro meses de baja- fue la consecuencia que sufrió Millán. Aunque Bravo tuvo más suerte y apenas resultó herido, recuerda aquel momento "con mucha tensión y adrenalina". "No te da tiempo a pensar, solamente actuar", reconoce. La segunda parte de estas historias son las familias, a las que, confiesan, intentan "no contar nada de lo que ocurre trabajo" para evitar su sufrimiento.
La festividad De los Santos Ángeles Custodios ha continuado con la entrega de las cruces al mérito con distintivo blanco de 81 agentes de la Policía Nacional. "Cubiertos" y uniformados han subido al escenario del Palacios de Ferias y Congresos de la capital tras ser llamados en grupos de nueve.
Asimismo, se ha reconocido, también con distintivos blancos, la labor de ocho personalidades ajenas a la corporación, pero que gracias a su trabajo consiguen presagiar al Cuerpo de Policía. Algunos de los premiados han sido la jefa de dependencia de Trabajo y Migración de la Subdelegación del Gobierno en Málaga, Marta Izquierdo; el intendente mayor de la Policía Local de Málaga, José María Martínez, y al teniente de la Guardia Civil, jefe de la sección de Seprona, Héctor Ortega, entre otros.
Otro de los galardonados esta efemérides, en esta ocasión por su trayectoria profesional, ha sido el agente canino Badi. Con diez años a su espaldas sirviendo al Cuerpo Nacional de Policía, este perro especializado en drogas, billetes de curso legal y armas está a punto de jubiliarse.
Su guía, José Antonio Garrido, cuenta que llegó a sus brazos con tan solo 40 días y, desde entonces, lo ha adiestrado para luchar contra el crimen. Su nariz ha ayudado a incautar 2.000 kilos de marihuana escondida en generadores y, aunque sigue siendo "muy efectivo", es hora de que Badi descanse y tenga sustituto.
Además de reconocer a otras personas e instituciones ajenas al cuerpo que han destacado por su especial relevancia en el último año, durante la celebración de los patronos del Cuerpo Nacional de Policía se ha recogido la recaudación obtenida por la carrera nocturna Ruta 091, destinada a apoyar a la Federación Provincial de Asociaciones de Mujeres Ágora, que lucha en la provincia por erradicar cualquier tipo de discriminación contra las mujeres, y por el concierto Santo Ángel de la Guarda, que se ha entregado a la Fundación Huérfanos de la Policía Nacional.
Al acto han acudido numerosas autoridades y entidades civiles, entre ellas, la delegada de la Junta de Andalucía en Málaga, Patricia Navarro; el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado; la presidenta de la Audiencia Provincial, Lourdes García; el fiscal jefe de Málaga, Juan Carlos López Caballero; el comisario principal jefe provincial de Málaga, Enrique Barón; el coronel jefe de comandancia de la guardia civil de Málaga, Antonio Rodríguez , el comisario jefe provincial de operaciones, Roberto Rodriguez, y el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, quienes fueron los encargados de entregar las distinciones.
Por segundo año consecutivo y ya sin mascarillas, Enrique Barón ha presidido el acto como comisario provincial de Málaga. "En este último año la Policía Nacional ha mantenido el esfuerzo de consolidar las mayores cuotas de seguridad”, ha afirmado. Por ello, ha agradecido "la calidad humana y profesional" de toda la plantilla provincial. "Si el mejor de los reconocimientos es la satisfacción del deber cumplido, os podéis sentir satisfechos porque habéis cumplido", ha manifestado.
También ha intervenido el subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, quien ha destacado que hoy el Cuerpo Nacional de la Policía cuenta en la provincia con 520 agentes más que en 2018, lo que representa un incremento del 17% y con el que se ha conseguido "revertir el proceso de reducción de plantillas que se había producido en las dos legislaturas anteriores, desde 2011 a 2017", ha asegurado. El acto ha finalizado con una ofrenda floral y una oración en homenaje a los agentes caídos en acto de servicio.
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