Ecologistas insisten en crear un bosque de ribera en el Guadalmedina de Málaga
Aseguran que la financiación del proyecto que presentaron el año pasado es posible gracias a los Fondos Europeos, que sufragarían un 95% de la inversión
Málaga/Ecologistas en Acción ha vuelto a pedir la renaturalización del Guadalmedina en su tramo urbano. Se trata de un proyecto que presentaron a finales del año pasado ante el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía con el que se pretende reforestar el cauce del río con árboles y vegetación así como recuperar la presencia constante de agua en toda la extensión.
Según ha explicado el coordinador federal de Aguas, Santiago Martín Barajas, el Gobierno de España, en los Presupuestos Generales del Estado, incluyó una partida de 60 millones de euros procedente de los fondos de recuperación de la Unión Europea, destinados en exclusiva a este cometido. Dentro de dos semanas, saldrá publicada la orden ministerial que habilita el uso de ese dinero a los consistorios: "Con esa cantidad se podría acometer el 95% del proyecto", afirmó Martín Barajas, quien cifró la actuación sobre el río en 4.5 millones de euros.
Según Ecologistas en Acción, esta intervención supondría una "mejora ambiental incuestionable" con un "claro interés social". Afirman que, una ciudad como Málaga "tiene derecho" a tener un río, "y no lo que hay aquí": "No es lo mismo el olor nauseabundo del cauce que ver una zona agradable y sin mosquitos. Es el único caso en el que, para hablar del río, se dice la palabra cicatriz", subrayaron.
El proyecto incluye la actuación referente al caudal del río. De esta forma, Martín Barajas asegura que el Embalse del Limonero tiene una capacidad de 15 hectómetros cúbicos, una cifra que permitiría mantener una cantidad constante de agua durante el año, variando la intensidad en función de la época. El estudio recoge que la corriente en los meses de invierno y primavera rondaría los 500 litros por segundos y, en verano, los 200. "No vamos a tener 2000 o 3000 litros por segundo, como en el Manzanares, pero tenemos que adaptarnos". Al respecto de la desembocadura, esta actuación pretende "reforzar la vegetación" y analizar el rebose del mar: "Le corresponde al Ayuntamiento estudiarlo al detalle".
Ana María Salas, de Ecologistas en Acción Málaga, añadió que este corredor verde serviría para regular la temperatura, gracias a la presencia de la vegetación. "Hay que comparar los costes y el tiempo. Con plazas de hormigón no se soluciona el problema", dijo. Esta actuación iría en consonancia con lo que se está haciendo en otros lugares del mundo, como Corea del Sur, Los Ángeles o el Manzanares, en la capital. "En Madrid ha tenido un apoyo unánime. Es una forma de que llegue la naturaleza a una bonita ciudad como Málaga", aseguró Martín Barajas.
En relación al desbroce del río, que está retirando parte de la vegetación del afluente, comentaron que las plantas son fundamentales para frenar la velocidad del agua en caso de venidas y que su eliminación supone facilitar la velocidad del agua así como el arrastre de tierra en caso de corrientes. Consideran que ha sido una mala fecha por la inminente llegada de las lluvias. Además, explicaron que es necesario eliminar el hormigón del suelo porque no actúa como freno de riadas y, en algunos casos, limita la capacidad de evacuación: "Es un error estar anclados en el siglo XX", puntualizó Martín Barajas.
Se abre ahora el plazo de tres meses para la presentación de proyectos: "Pedimos que se aproveche una oportunidad que apenas tendrá costes económicos", solicitaron los Ecologistas, que defendieron que a finales de 2022 se podría "disfrutar del río": "Las obras durarían un año, más otros dos que tardarían en crecer los árboles y la vegetación. Este bosque de ribera tendría un espacio de entre cinco y diez metros a cada orilla del cauce".
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