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Broncano
Málaga/El debate en torno a la situación del colegio Domingo Lozanode Carranque continúa. Con el centro clausurado desde el pasado 20 de diciembre y los escolares reubicados en dos colegios distintos: el Luis Braille y el Ciudad de Popayán, el foco se centra ahora en los acontecimientos pasados y, en concreto, en cómo se ha pasado del cierre de varias estancias (entre ellas la biblioteca) en septiembre, sin interrumpir las clases, a su cierre en dos meses. El delegado territorial de Desarrollo Educativo, Miguel Briones, ha declarado al respecto a la cadena SER este martes que "una persona puede estar sana en septiembre, enfermar en diciembre y fallecer en enero", como muestra del dinamismo de los acontecimientos.
A lo que ha añadido que lo ocurrido con el suelo de la infraestructura escolar es algo que afecta "a la zona de Carranque entera, como todo el mundo sabe", porque el suelo, la base, es de "arcilla expansiva", lo que hace "adolecer patológicamente a casi todos los edificios de este problema geotécnico". "Todo el barrio está afectado".
Briones, asimismo, ha explicado la cronología de los hechos; desde septiembre, cuando "se inicia el seguimiento", y cuando, se decide que "no hay ningún problema para continuar con la actividad ordinaria", aunque, ha matizado, "clausurando algunas dependencias, como así se hizo por Urbanismo de forma impecable".
De esta manera, el delegado ha expresado que primero se realizó "un seguimiento" por parte de la Gerencia de Urbanismo y que, hasta "sobre esa información de los técnicos" se tomó la decisión. "Si los datos están en diciembre, no podemos anticiparnos"
Así, ha afirmado que "la decisión consecuente y responsable" fue "decidir que aunque no hay inminencia de derribo o colapso hay que reubicar". Aspecto para el que la administración, ha recordado, "tiene que garantizar" plazas públicas para lograr "meter al alumnado de todo un colegio dentro de otro". Y también que reubicar a los alumnos es un "daño colateral" por el "esfuerzo de la administración", es decir, la "densidad de trabajo, esfuerzo de planificación, contrataciones" que es preciso realizar.
Briones, además, ha recordado que en la provincia de Málaga ya hubo un caso similar a este. En el colegio José Luis Villar Palasí, que fue clausurado el curso pasado. "En Vélez-Málaga ocurrió lo mismo el curso pasado", un municipio que por entonces tenía "otro gobierno, otro color político".
Ante la pregunta más repetida, que es si el centro pudiera desparecer, Briones ha respondido que negativamente. "El centro sigue vivo. Su directora, el equipo directivo, el claustro; todo sigue funcionando". En estos momentos, eso sí, dividido en dos. Aunque la idea es "volver a uno solo", que es "lo que vamos a hacer".
"¿Dónde?, depende de si el centro actual admite una restauración al completo, necesita una intervención más costosa o ambiciosa, derruirlo y volver a construirlo, eso lo tienen que decir los técnicos. Existe la posibilidad de que optemos por otra opción: construirlo en otro lado o en un centro desafectado", ha afirmado.
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