Emasa detecta el llenado con agua potable de 12 piscinas este verano

El decreto de sequía, en vigor desde hace casi tres años, prohíbe el uso de agua potable para un fin distinto al abastecimiento de la población · Las denuncias serán remitidas al área de Medio Ambiente

Urbanización con piscina en la zona este de la capital malagueña.
Urbanización con piscina en la zona este de la capital malagueña.
Raquel Garrido / Málaga

18 de septiembre 2008 - 01:00

La Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa) lo advirtió al inicio del verano mediante el envío de cartas y aún así ha habido una docena de comunidades de propietarios de la capital que han llenado sus piscinas con agua potable de la red este verano, a pesar de estar absolutamente prohibido por la escasez de recursos hídricos.

El decreto de sequía, que lleva en vigor en la capital desde hace casi tres años, es bastante claro en este sentido y contempla multas de hasta 600.000 euros en caso de incumplimiento. Desde noviembre de 2005, el uso del agua potable sólo está permitido para el abastecimiento de la población, mientras que se prohíbe para el llenado de piscinas tanto públicas como privadas, el riego de jardines y el baldeo de calles.

Pero los inspectores municipales han detectado que las piscinas de doce comunidades de propietarios de la capital han sido llenadas este año con agua potable de la red y ya se ha iniciado la tramitación de las correspondientes denuncias que serán remitidas al área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga para fijar una posible sanción, según confirmó a este periódico el gerente de Emasa, José Luis Rodríguez.

Es el resultado de la campaña de vigilancia que Emasa inició en mayo precisamente para evitar el despilfarro de agua potable durante el verano debido a este largo periodo de sequía. La empresa municipal envió una carta a cada uno de los propietarios de las 2.324 piscinas que hay contabilizadas en la ciudad para advertirles de las limitaciones fijadas por el decreto de sequía ante la falta de lluvias.

Pero además los inspectores de Emasa han utilizado la información de la que disponen sobre su ubicación gracias a las imágenes captadas vía satélite por la Agencia Andaluza del Agua y los datos sobre el consumo de agua de estos clientes relativos a otros años para comprobar si se producía un gasto superior a lo normal.

Para controlar todas las piscinas privadas de la capital, la empresa tuvo que basarse previamente en los datos del Catastro para cuantificarlas y catalogar a sus propietarios como clientes especiales para poder hacer un seguimiento del consumo de agua mensualmente entre los meses de abril y septiembre, por ser ésta la época de llenado. La principal dificultad que se encuentran los técnicos es la de demostrar que el exceso en el consumo de agua se deba al llenado de la piscina, ya que al tratarse de grandes comunidades de propietarios el gasto puede justificarse para otros usos.

La empresa municipal calcula que el 1,8% del volumen de agua total facturado este año ha sido a clientes que tienen piscina.

Según los datos de Emasa, más del 60% de las piscinas que hay repartidas por la capital malagueña se concentran en las zonas de Cerrado de Calderón, Guadalmar, Pedregalejo, Cortijo de Maza, Limonar, Churriana, El Mayorazgo, Monte Santa, Pinares de San Antón y Hacienda Clavero.

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