Escuelas infantiles de Málaga con el agua al cuello por la crisis del coronavirus
La medida planteada por la Junta para evitar los despidos, una subvención de 180 euros por niño matriculado, no llega para cubrir los gastos fijos
Tendrán que pedir créditos para poder continuar
Málaga/La cosa vuelve a ponerse fea para las escuelas infantiles. Y eso que este año respiraban un poco más tranquilas después de conseguir la subida del precio de la plaza, congelada desde hacía 12 años, de cara al próximo curso. Ahora, con el cierre de la actividad por la crisis del coronavirus, la subvención planteada por la Junta de Andalucía para evitar la destrucción de empleo supone una aportación de 180 euros por niño matriculado.
Esto no llega al 65% del precio anterior de la plaza, algo más de 278 euros. Les da para cubrir las nóminas y los seguros sociales de los empleados, pero para poder asumir los gastos fijos deberán de endeudarse aún más. Para algunos podría significar el cierre.
José de Castro y su hermano Gonzalo son los dueños de Aula Futura, una escuela infantil de 134 plazas autorizadas. En marzo tenían matriculados a 124 escolares. “En un centro como el nuestro, donde 123 eran usuarios de comedor, hemos pasado a recibir casi 100 euros menos por niño, lo que supone unos 12.500 euros mensuales”, relata José de Castro.
También apunta que su plantilla es grande, que siempre han estado por encima de la ratio exigida y que con la medida planteada por la Junta de Andalucía “no llega para cubrir la luz, el agua, la prevención de riesgos, los seguros, la comunidad, todo esto va a ir a cuenta de préstamos ICO o cualquier tipo de financiación que podamos buscar”.
Si hacían un ERTE por el cese momentáneo no podían acogerse a esta subvención de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE). “Esos 180 euros aseguran el mantenimiento del empleo pero supone endeudarnos más, si a esto añadimos la situación de natalidad baja, el congelación del precio de la plaza y que la alarma no nos permita abrir las aulas hasta julio, la situación no es fácil, obviamente”, agrega De Castro.
Apunta, además, que se podría haber hecho una diferenciación entre las escuelas que tienen el personal justo y las que superan la ratio establecida para permitirles realizar un ERTE parcial mientras dure el confinamiento. “La mayoría nos hemos acogido a la subvención, pero si no podemos abrir hasta septiembre me temo que habrá centros que tengan que cerrar”, subraya y considera que también se va a ver afectada la matriculación de cara al año que viene.
Don Caracol, en Rincón de la Victoria, es una escuela infantil bastante más pequeña. Tiene 40 plazas que en marzo estaban completas. “Nos ha costado la vida llenar los centros durante los dos últimos años porque había más plazas que niños en el municipio”, apunta Marta Montiel, directora del centro, que reconoce estar nuevamente en una situación complicada.
Marta explica que tiene cinco trabajadoras y que “no sabía qué hacer, económicamente suponía lo mismo hacer el ERTE que no hacerlo, pero te pesa la conciencia social y si me va a quedar lo mismo, en conciencia he preferido mantener a las trabajadoras”, dice.
Total, las pérdidas están aseguradas se mire por donde se mire. “Estoy recibiendo el 64% de los ingresos que normalmente tengo, así que me endeudo más, y esto no me aboca al cierre porque estamos acostumbrados a estar con el agua al cuello, porque tengo una póliza de crédito activa y el banco me respalda, pero esto es suma y sigue”, confiesa.
Lleva 21 años con la escuela abierta, más de dos décadas luchando “y me niego a pensar que me va a tirar por tierra el negocio, pero me va a costar años recuperarme de esta situación”, reconoce.
Para Marta más difícil lo tienen aún aquellos que tengan una hipoteca considerable o hayan realizado una inversión importante recientemente. Como ella es positiva, quiere pensar que en el mes de junio comenzará la vuelta a los centros y tendrá de nuevo a sus alumnos consigo.
Más de 3.500 trabajadores, 520 centros y 22.000 plazas en Málaga
En la provincia de Málaga, las 520 escuelas infantiles generan unos 3.500 puestos de trabajo estables que “se ponen en grave riesgo por la falta de respuesta de la Junta de Andalucía”, según critican desde la asociación Escuelas Infantiles Unidas. Más de 22.000 plazas suponen una “red vital para la conciliación laboral y familiar de los hogares” y con esta insuficiente medida “se pueden ver abocadas a presentar expedientes temporales de regulación de empleo e, incluso, el cierre”. En los últimos meses la Junta promulgó medidas para la universalización y gratuidad de esta etapa educativa y descongeló el precio plaza tras 12 años de ajustes en el sector. “No se entiende este paso atrás para un cierre escolar que va a ser coyuntural y para el que ya había un presupuesto aprobado y sin utilizar”, comenta Maribel Uncala, presidenta de la entidad. La reducción de más del 35% en la aportación por niño matriculado les dificulta mucho la situación a unos centros que ya venían arrastrando unas condiciones duras. Además, el cierre de las aulas coincidió con el plazo de la reserva de plazas para el curso que viene. Y este mes de abril era el dedicado a la escolarización de la etapa de 0 a 3 años. Y, por el momento, todo ha quedado paralizado. Los centros temen que, si se acortan los plazos de solicitud y con las nuevas situaciones laborales de las familias, sufran una caída importante de las matrículas y eso venga a empeorar aún más el panorama. “La crisis que vamos a vivir a nivel global va a hacer que esto tenga un largo recorrido, no creo que tengamos una buena matriculación el año que viene, nos veremos obligados a reducir horarios, a ver qué hacemos con el personal, nos pilla a todos con el pie cambiado y la verdad es que tenemos cierto miedo”, considera José de Castro.
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