Estrategia municipal para limitar las terrazas en las nuevas zonas peatonales

Comercio y Urbanismo trabajan en coordinación para fijar porcentajes máximos de uso en la calle Carretería, con la idea de actuar en la Alameda y en los nuevos ejes

Vista de la calle Carretería. / Javier Albiñana
Sebastián Sánchez

03 de julio 2018 - 01:39

Málaga/La estrategia del Ayuntamiento de Málaga en la manera de ordenar el espacio ganado para el peatón se transforma. Lejos de la tradicional tendencia a facilitar la invasión de esas zonas con mesas y sillas, los responsables de la Gerencia de Urbanismo y del área de Promoción Empresarial abren de par en par la puerta a limitar la ocupación por parte de los negocios de hostelería. El primer ejemplo de esta novedosa acción se dejará ver en el eje Carretería-Álamos, al tiempo que se quiere plasmar en la misma medida en la reurbanización de la Alameda Principal y las nuevas operaciones de regeneración urbana.

La pretensión del departamento dirigido por Elisa Pérez de Siles, responsable de las autorizaciones que se conceden a las terrazas, es la de ir incluso más allá de lo que propone de inicio Urbanismo en estas zonas, diferenciando de manera clara las franjas de suelo de uso peatonal que quedan expresamente prohibidas para el uso lucrativo de los negocios de hostelería y, como añadido, fijando unos porcentajes máximos de ocupación en el terreno autorizado.

"Estamos trabajando con Urbanismo y Comercio para definir con carácter previo los usos en los nuevos proyectos de peatonalización del Centro; hay que definir bien los usos para no crear expectativas a los hosteleros y establecimientos comerciales que se ubiquen en una zona", explicó a Málaga Hoy Pérez de Siles, quien consideró que si se definen con carácter previo cuáles son las superficies máximas en las que se permitirá mesas y sillas "no se generaría una molestia a los comerciantes que adquieren sus locales con la previsión de ese desarrollo urbanístico".

El paso, además, permitirá al Ayuntamiento evitar tener que "corregir excesos de ocupación", una realidad palpable en muchos de los escenarios ganados en los últimos años para el uso ciudadano. La concejala del PP alude, como primera experiencia a desarrollar, la de Carretería, cuya semipeatonalización es objeto de un proyecto con financiación de la Unión Europea y que podría ser objeto de concurso este mismo año. En este eje, aclara, "se van a definir muy bien los usos que se van a permitir". La cuestión viene siendo objeto de conversaciones entre Urbanismo y Promoción Empresarial, la última de las cuales tuvo lugar el pasado viernes. Pérez de Siles pone el acento en que "desde el minuto uno" las dos áreas trabajan de la mano en la definición del proyecto. Sirva como referente que en toda Carretería no se cuenta una sola terraza en el momento actual debido a la estrechez de las aceras.

Y ello supone una novedad sustancial respecto a lo que ha venido ocurriendo en ocasiones anteriores. "Creo que todos tenemos la sensación de que hay una cierta saturación y que eso perjudica al objetivo que se busca con los proyectos de reurbanización", comentaba una fuente próxima a Urbanismo. Asumido este paso al frente, esta misma fuente mencionaba como reto a futuro el intervenir sobre los espacios ya consolidados; es decir, sobre esas zonas ya peatonalizadas.

El propio proyecto de intervención elaborado por Urbanismo, que viene siendo objeto de discusión con los colectivos y vecinos del entorno, abunda en la necesidad de controlar estas actividades. De manera precisa se destaca el potencial de este eje "como una zona de oportunidad, comprobándose la necesidad de incentivar la diversidad de usos en plantas bajas, por lo que se establecen condiciones y modos de regulación; en este sentido el factor hostelero y su relación con el uso del espacio público es determinante, debiendo restringirse el uso de terrazas". . Y se apostilla: "por tratarse de espacios singulares, se definirá expresamente en plano la regulación del uso del espacio de acera en relación a la ocupación de terrazas vinculadas a hostelería, reflejando zonas con restricciones concretas o de ocupación no permitida en puntos de sección más estricta o que por sus características de entorno así lo requieran".

Al tiempo, el documento de revisión del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) Centro incide en la necesidad de fomentar el uso residencial y se subrayaba la "pérdida parcial del comercio tradicional anteriormente implantado, que enriquecía y dotaba de centralidad a la calle y a su entorno, generando un barrio de gran vitalidad en el centro histórico".

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