Excarcelado el hombre absuelto de una violación, que intentará demostrar su inocencia completa

El ciudadano holandés Romano Liberto Van Der Dussen, encarcelado desde hace doce años, abandonó ayer la prisión de Palma para ser puesto en libertad, un día después de que el Supremo anulara la pena de seis años por una de las tres agresiones sexuales, ocurridas en Fuengirola en 2003 y por las que fue condenado. El hombre cruzó el portón de la cárcel a las 17:02 acompañado del capellán de la prisión, Jaume Alemany, uno de sus abogados, y de un representante de la embajada de Holanda en España.

Ya en el exterior de la cárcel, donde era aguardado por un nutrido grupo de periodistas, Van Der Dussen, afirmó en un tono que denotaba enfado, que "no puedo explicar lo que he sufrido, no se lo deseo ni a mi peor enemigo". En varias ocasiones, Van der Dussen proclamó que es inocente de las tres agresiones sexuales por las que se le condenó.

También lamentó no haber podido estar junto a su madre en Holanda durante los últimos días de su vida, y ha apuntado que no tiene planes de regresar a su país "hasta que haya limpiado mi nombre" en España.

La defensa del excarcelado seguirá intentando demostrar su inocencia en los otros dos casos. Así lo aseguró su abogado, Silverio García, quien aseguró que a partir de que su cliente saliera de prisión se reuniría con él para ver las opciones y "poder clarificar e iniciar las acciones que creamos oportunas para intentar probar la inocencia en las otras dos agresiones que no se han revisado". Su intención, dijo, ha sido "que se le absolviera de los tres delitos, pero el Supremo ha considerado que no", por lo que ahora se intentará continuar en esta línea porque "es inocente, pero en su momento se destruyeron pruebas esenciales, por lo que habrá que intentarlo de otra forma".

Respecto a si se pedirán responsabilidades por el tiempo de más encarcelado, indicó que es algo que su cliente tendrá que decidir y "ahora todo es muy prematuro".

El Alto Tribunal estimó parcialmente el recurso de carácter, muy extraordinario, presentado por la defensa de Romano Liberto Van Der Dussen y anuló una de las condenas, basándose en un informe de la Policía Científica que apunta que el verdadero agresor fue un ciudadano británico, ya condenado por violar y asesinar a una joven.

Se anuló las penas por uno de los delitos de agresión sexual y otro de lesiones a una de las víctimas y mantuvo el resto de pronunciamientos de la sentencia recurrida en los otros dos casos; por lo que la pena era en total de nueve años de prisión por agresión sexual, lesiones y robo a otras dos mujeres.