Expo2027: hacia la ciudad sostenible
Territorio Comanche
En Málaga seguimos esperando ese proyecto oculto de ciudad sostenible y respetuosa con su patrimonio natural, garante de la calidad de vida de sus vecinos, que el alcalde seguro que alberga en lo mas profundo de su mente
Málaga/UN juzgado de lo contencioso administrativo de Málaga ha dictado sentencia –prepárense para sonrojarse– contra la “inactividad” del Ayuntamiento ante las denuncias de los vecinos de Mitjana por un grave problema de ruidosvecinos de Mitjana por un grave problema de ruidos, y el Ayuntamiento va a recurrirla, lo que de facto es ir directamente en contra de sus ciudadanos, usando sus recursos para perpetuar el descontrol.
Esto podría pasar desapercibido en la maraña administrativa de la gestión municipal de no ser porque el Consistorio aspira a organizar la Expo2027 bajo el lema “La era urbana: hacia la ciudad sostenible. Ciudadanía, innovación y medio ambiente”. Así, sin anestesia. La sentencia en sí misma es un alegato de lo que debieran ser unos mínimos criterios de sostenibilidad. Oiga, si unos vecinos se quejan una y otra vez del ruido a unas horas intempestivas, si inician tramites administrativos con todo lo que eso supone de papeleo y perdida de tiempo y paciencia, no me los toree, buen hombre, y hágales caso, porque igual llevan algo de razón. Blanco y en botella. ¡Pues no, qué narices, a recurrir la sentencia! Francisco de la Torre es el alcalde.
Hacia la ciudad sostenible. Ciudadanía, innovación y medio ambiente. Como si obviásemos que el primer indicador de sostenibilidad consiste en la calidad de vida de los ciudadanos, de todos, y como sabemos en Málaga existen barrios vulnerables, y los mismos estándares de calidad no se respiran desde la Palmilla a la Malagueta, o desde La Araña hasta Churriana, por tanto, además somos poco inclusivos. Hay barrios que sí se están quedando atrás.
No parece sostenible cuando una y otra vez tras un aguacero parte del entramado urbano se embarra, resultado de una desprotección absoluta de la orla montañosa que rodea a la capital, y que sistemáticamente es emisora de toneladas y toneladas de suelo. Inundaciones que mantienen un mapa inamovible de puntos negros, que se inundan, como el entorno de Carretera de Cádiz, o del puente de las Américas, o el Palo, o la Trinidad... Cinturón verde.
No parece sostenible cuando lleva repensándose mas de 20 años una actuación en el río de la ciudad, que sea respetuosa con sus condiciones naturales, y flexibilice la circulación en tramo urbano. Un seto de gitanillas para que no se vea el río en el puente de Tetuán, es la gran actuación.
No parece sostenible que el índice de zona verde esté en 10 m² /habitante, es decir, exactamente la mitad de los valores recomendados por la Unión Europea de 20 m²/habitante, lo que supone que en Málaga existe una red de espacios de uso público deficitaria que necesita ser reforzada para dar cobertura a las necesidades de esparcimiento de la población, como bien ha demostrado la reciente pandemia. Sin embargo, se mantiene una actitud frentista hacia la plataforma BUM (Bosque Urbano de Málaga), que precisamente pretende que se incremente la zona verde, es decir, dicha ratio, en una de las áreas mas densamente pobladas de Málaga, como es la Carretera de Cádiz.
No parece sostenible cuando resultado de lo anterior, tenemos pocas zonas de sombra, lo que supone que el efecto de isla de calor se dispara en muchas áreas de la capital, llegando incluso a diferencias térmicas de mas de 10 grados, con lo que eso supone desde el punto de vista de la calidad de vida de la ciudadanía. Aquí también hay unos barrios mas favorecidos que otros.
Territorio Comanche
Málaga Hoy presentó la pasada semana esta nueva sección, Territorio Comanche, evocando a lo que los reporteros denominaban en una guerra, ese lugar donde el instinto dice que pares el coche y des media vuelta; donde se respira el peligro, donde escuchas los tiros sonar de lejos, pero en donde has de entrar porque has de hacer un papel. Pues ese va a ser el papel del territorio malagueño, en donde confluyen tantos intereses diversos, en tiempos del cambio climático.
No parece sostenible que se pretenda llevar a cabo una actuación en un lugar emblemático de la ciudad, como es el puerto, cuyo impacto visual es innegable, se mire por donde se mire, pero cuyos requerimientos infraestructurales obligarán a replantear toda la funcionalidad del entorno. Todo ello sin contar los riesgos geofísicos derivados.
No parece sostenible que, en el enclave de mayor valor ambiental, Jardín Botánico de la Concepción, Bien de Interés CulturalJardín Botánico de la Concepción, se pretenda colocar un parque temático nocturno, con luces y sonido, como si se actuase en connivencia navideña con la fauna que forma parte de dicho enclave. Por mas que lo hagan otros.
No parece sostenible que con un clima envidiable y una orografía que acompaña en la mayor parte de la ciudad, exista una vergonzante red municipal de carriles bici, hasta tal punto que dicho transporte se haya convertido en un problema en vez de en una solución.
Seguro que puede haber quien piense que esta propuesta y, peor aún, su lema, no dejan de ser el resultado de un mal sueño derivado de las noches de calor estival. En la actualidad ni la ciudad es sostenible, ni es inclusiva, ni el Consistorio aplica criterio alguno de gobernanza ciudadana. A las pruebas me remito. En Málaga seguimos esperando ese proyecto oculto de ciudad sostenible y respetuosa con su patrimonio natural, garante de la calidad de vida de sus vecinos, que nuestro alcalde seguro que alberga en lo mas profundo de su mente, pero que solo él lo conoce. Así está el tema.
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