“Eyacular tres o cuatro veces a la semana baja la incidencia del cáncer de próstata”

Málaga/“Eyacular tres o cuatro veces a la semana reduce la incidencia del cáncer de próstata”. Es la información y la recomendación que da el urólogo del Hospital Regional David Hernández. De inmediato aclara que no lo dice él, sino estudios publicados en la revista European Urology.

“Una vida sexual activa, mantener relaciones sexuales con frecuencia está demostrado que disminuye la incidencia del cáncer de próstata porque es un factor protector”, señala. Lo importante es esa periodicidad de la eyaculación tres o cuatro veces semanales, sea solo o acompañado.

Los mensajes pueden tomarse a chanza, pero van muy en serio porque son los tumores más comunes en varones. Por eso, los especialistas hablan sin tapujos ni tabúes dado que la prevención es clave para atajarlos.

Según las estimaciones del Observatorio de la Asociación Española del Cáncer (AECC), la primera patología oncológica el año pasado en la provincia de Málaga fue la colorrectal, con 1.433 nuevos tumores diagnosticados. La segunda fue la de próstata, con 1.279. De modo que si se tienen en cuenta ambos sexos, el cáncer más prevalente es el colorrectal, pero en hombres, el más frecuente es el prostático. En términos más técnicos, el facultativo del Regional resume: “El cáncer de próstata es la neoplasia más prevalente en varones”.

Hernández hace hincapié en que las relaciones sexuales deben ser con protección porque las infecciones de transmisión sexual (ITS)crónicas pueden ser detonantes de tumores. El preservativo es el método barrera contra las ITS.

El urólogo enumera además algunos factores de riesgo frente al cáncer de próstata. Entre ellos, el tabaco, el alcohol, el sedentarismo; en resumen, la vida insana. Pero también hay factores genéticos, como alteraciones en los genes BRCA1, BRCA2, ATM y Check12. La edad también juega en contra por la influencia de la testosterona. Por eso, a los 90 años, casi todos los varones tienen cáncer de próstata.

Estos tumores no suelen dar síntomas hasta fases avanzadas de la enfermedad. De ahí que, los especialistas recomienden que entre los 50 y los 70 años, los varones acudan a su médico de cabecera o su urólogo para controles periódicos. Es más, esa vigilancia debe adelantarse a los 40 en caso de tener un familiar en primer grado con cáncer de próstata o incluso de mama. “Porque hay genes comunes” entre estos tumores, explica Hernández.

Los síntomas de esta patología suelen ser la dificultad para orinar. La recomendación es, en ese caso, acudir de inmediato a un médico. El tacto rectal y una analítica de PSA serán las primeras pruebas, a las que le seguirán otras más específicas si el profesional lo estima necesario. Pero aunque no haya síntomas, el consejo de los expertos es controles a partir de los 50 años o incluso de los 40 si se cuenta con antecedentes familiares.

En general, estos tumores avanzan de forma lenta. Además, la amplia mayoría –en torno al 90%– se diagnostican de forma localizada. Sólo alrededor del 10% se detecta cuando ya hay metástasis.

El mensaje tranquilizador de los especialistas es que hay un arsenal terapéutico que permite la curación en el 90% de los casos localizados. Entre ellos, cirugía, radioterapia externa, braquiterapia (semillas radioactivas localizadas) e incluso tratamientos más innovadores como la crioterapia o ultrasonidos de alta intensidad (HIFU).

Los cánceres prostáticos con metástasis “dan más problemas” que los localizados, según reconoce el facultativo. No obstante, precisa que hay fármacos muy novedosos que aumentan la supervivencia: “Antes se morían en menos de cuatro años y ahora la patología se cronifica en la mayoría de los casos”. Por eso, concluye: “No se mueren del cáncer, sino con su cáncer”.

Investigadores y médicos han hecho grandes avances frente a estos tumores en los últimos años. Pero los especialistas advierten que, así como las mujeres se han concienciado en sus controles frente al cáncer de mama, también los varones deben hacerlo ante el de próstata. E insisten en que deben llevar vida sana, controlarse a partir de los 50 aunque no presenten síntomas o de los 40 si tienen antecedentes y eyacular tres o cuatro veces a la semana.