El sueño de un joven arquitecto de diseñar un circuito de Fórmula 1 alrededor de la Expo

Siempre es fácil creer en imposibles, porque es gratis. Con ese mismo convencimiento, y poniendo un poco más del bolsillo, Málaga se ha convertido en una ciudad pionera en el panorama nacional, conjugando su potencial geográfico, su inherente atracción turística y su mezcolanza cultural. Cuando hace unos años nos conformábamos con montar nuestra línea de metro, ahora optamos a presentar la Expo.

Malagueño en esa misma condición, Álvaro Hidalgo también es experto en creer en imposibles, ahora llevando los sueños de una ciudad a los límites de lo utópico, aunque a él no le guste referir el término. La Fórmula 1, una disciplina deportiva globalizada y con un alcance económico exponencial, podría ser el “colofón” a un macroproyecto que sería presentado al mundo en 2027.

Lo que sería la labor imaginativa de un célebre ingeniero, o de la mente maestra de un multimillonario filántropo, sólo proviene en realidad de la mesa de trabajo de un joven arquitecto. Ya no tan estudiante, Álvaro se encuentra en la actualidad “buscándose la vida” en circuitos desconocidos. “Desde que entregué el trabajo de Fin de Máster en septiembre, me estoy dedicando a hacer encargos esporádicos de arquitectura. Mi idea es establecerme pronto en algún estudio, ya sea Málaga o fuera”, revela Hidalgo.

Nacido en la capital pero viviendo en La Cala de Mijas, su proyecto nace de su afición desde pequeño ya no simplemente por la competición, sino por la arquitectura de los carreras. "Desde que yo estaba en el instituto en los ratos que me aburría dibujaba circuitos en la libreta, imaginaba la pista, escapatoria y gradas", narra. "Cuando empecé la universidad con los programas informáticos lo hacía con más detalle". Inteligentemente, ha sabido congeniar esa atracción por este deporte llevándolo a su trabajo final. "Dentro de mi marco teórico vi que en uno de los enunciados estaba `Apoyo para edificios deportivos´ y yo lo orienté para esto con ayuda de mi tutor y profesores".

Álvaro ha tenido que remodelar mayormente su boceto inicial del circuito, que se ubicaba su recorrido desde Molina Lario hasta las líneas portuarias del Muelle Uno, ahora integrándolo en el plan logístico de la Expo. "Es una extensión muy grande, donde la queda la ampliación de teatinos. Justo en frente al otro lado de la autovía está la parcela vacía del Amoniaco, la fábrica del Tarajal o la Nave del Mayoral”, explica.

Más allá de idear una extensión de uso eventual, este arquitecto pone sus miras en sus particulares castillos de naipes con una utilidad a largo plazo, con la construcción de un edificio permanente. Esta infraestructura cuenta con gradas fijas y palco al que se le pueden añadir más butacas, convirtiéndolo en un concierto o para una pista de tenis. “Hablamos de un circuito semiurbano, el resto del año sigue siendo tráfico rodado por lo que el impacto en ciudad es mucho menor”, resume Hidalgo. “El sitio se presta a este tipo de eventos, por ejemplo al desarrollo de eventos congresos o Juegos Olímpicos. Así se mantiene el terreno y no queda desértico y en desuso”. El estudiante señala además que la extensión que dejará la ocupación temporal del gran premio permite una espaciada “zona verde”. “Las vallas de protección serian industrializados y efímeros, montados para un solo uso del fin de semana. En el momento que termina la carrera y no queda nada, las gradas y escapatorias se desmantelan durante el resto del año, y lo que queda es un barrio corriente con un gran terreno y con pabellón”, detalla el joven arquitecto.

En el caso de las gradas, se estima una aglomeración en torno a los 50 000 personas, que corresponde a la media numérica de los circuitos de Fórmula 1. Aparte de las gradas permanentes, en el plano del circuito hay una colina que coincide con la parte más alta de la parcela, el cual trataría de edificarlo con más relleno. "Es una zona verde con desnivel que actuaría de tribuna natural, donde la gente se puede sentar con buena visibilidad. Reduciría el impacto de construir una grada". Sí podría encontrarse un inconveniente en el aspecto de los boxes, ya que tendría capacidad como para 6 equipos de un total de un 10, aunque Álvaro asegura esos espacios vacantes. “Cada equipo abarca en torno a 2 a 4 garajes. La implantación del edificio a su alrededor tiene el suficiente espacio como para que sea respetada esa superficie. Mi edificio por tema de enunciado y por escala tiene miras de crecer, adaptable y que cambia en el tiempo”.

En comparación al anterior circuito, de tipo urbano, que suponía a la par de la simple carrera una exposición turística del casco histórico para los televidentes de todo el mundo, esta pierde ese atractivo visual dentro del centro de Málaga, aunque para Álvaro ese “recorrido turístico” se mantiene, solo que se traslada a la parcela de la Expo. “No va a tener la visibilidad del centro de Málaga, porque la catedral está a 2 kilómetros, aunque se estaría exponiendo la expo 2027”, dice Hidalgo. “De todas formas tú coges la carrera de F1 en el cartel de promoción y el edificio más famoso está ahí aunque después no sale en la carrera. Quién va al circuito va a la ciudad".

El arquitecto considera una ocasión única la posibilidad de “retroalimentar” dos eventos internacionales de esa magnitud. “Retransmitir la realización de la F1 hará una exposición de la ciudad muy importante, no es lo mismo ponerte la carrera mientras los coches pasan entre ellos y también tienes la expo”, argumenta.

Pero pensar en materializar estos castillos, y no especialmente de naipes, requiere de esos “jeques” que pongan el dinero, y de eso sabemos, para bien y para desgracia, bastante. “Entiendo la incertidumbre con el ejemplo del circuito de Valencia, habría que pedir transparencia con las inversiones", razona Hidalgo. El estudiante ve en las empresas y agentes privados los hipotéticos interesados. “La propia formula 1 llegaría a un acuerdo con el ayuntamiento y después están las empresas privadas que pusieran el grueso de dinero para llevarlo a cabo”.

Contar con aliados requerirá en el mismo ejercicio hacerte enemigos: los ciudadanos, viendo ejemplos pasados de grandes premios salpicados por casos mediáticos de corrupción, podrían saltar fácilmente ante una inversión de estas características. Ante ello, Hidalgo pide a la gente que se le diera una oportunidad al proyecto como un “precio a pagar”. “A largo plazo esto es una pieza más de lo que se está convirtiendo Málaga, está en auge y se merece un evento de estas características. Está preparado para acogerlo", explica el joven.

Viendo como la vida de los malagueños de forma eventual se verá afectada, Álvaro ve inevitable esa tensión. “Aunque está en las afueras, ya que la mitad es autovía en torno a zona industrial, hay dos núcleos urbanos algo más cerca y seguramente hubiera quejas. “Esto es como cuando hay Semana Santa, son inversiones para la ciudad”.