Faltan familias en Málaga para la acogida de urgencia de niños en desamparo

La ampliación legal de la edad para este acogimiento hasta los 13 años y la crisis elevan la cifra de casos en los que se necesita este recurso

Familias que dan hogar a menores en desamparo: “Lo único que se necesita para acoger es cariño”

Luis Enrique y Alberto Díaz, entre los protagonistas del calendario de la Fundación Hogar Abierto para 2023

Cartel de Hogar Abierto. / M. H.

Málaga/El SOS lo ha lanzado la Fundación Hogar Abierto: hacen falta familias para la acogida de urgencia de niños en desamparo. Son pequeños que por adicciones de sus padres, ingreso en prisión, malos tratos, problemas de salud mental, renuncia a la paternidad o dejadez, entre otras causas, atraviesan un momento muy difícil de sus vidas. Para evitar que vayan a un centro de protección de menores y darles la oportunidad de vivir en un hogar, como los demás niños, la institución malagueña –con tres décadas de trayectoria– necesita familias de acogida de urgencia. Es decir, dispuestas a recibir a pequeños de 0 a 13 años inclusive de forma inmediata, si es preciso de madrugada, y durante un máximo de seis meses.

Aseguran los técnicos de Hogar Abierto que la labor es ardua, pero a la vez muy gratificante. “Acoger es una experiencia adictiva, casi todas las familias repiten”, afirma Marisol Romero, coordinadora de la institución. La Junta de Andalucía sufraga los gastos del menor acogido.

Cuenta la psicóloga que este programa permite “romper la cadena” porque al niño acogido esa experiencia le abre la puerta a un mundo nuevo, le da otra oportunidad. “Nunca juzgamos a sus padres biológicos”, aclara Romero. Es más, siempre que sea posible, vuelve a su familia biológica. Cuando esta opción es inviable, pasa a acogimiento permanente o adopción. Pero la psicóloga asegura que la experiencia también aporta a la familia de acogida. “Los hijos de ésta descubren otra realidad, valoran lo que tienen y se sienten orgullosos de sus padres”, comenta.

Hogar Abierto tiene en la actualidad 28 familias que están acogiendo a 31 niños en la modalidad de urgencia. Y apenas cuenta con tres disponibles para acoger posibles nuevos casos de desamparo que pueden producirse en cualquier momento.

La razón por la que faltan familias para este tipo de acogimiento es triple. Por un lado, la situación económica, que incrementa el número de menores en desamparo. Por otro, que se ha elevado de siete a 13 inclusive la edad permitida por la ley para este tipo de acogimiento; de manera que ahora hay más niños susceptibles de beneficiarse de esta medida. La tercera causa es que familias que tenían a pequeños en acogida urgente (un máximo de seis meses) siguen dándoles cobijo habitacional y emocional bajo la acogida temporal (un tope de dos años). De manera que por ahora no están disponibles para otro caso de urgencia.

La coordinadora explica que lo más difícil es conseguir familias de acogida de urgencia para niños de 7 a 13 años y para hermanos, ya siempre que sea posible intentan no separarlos. Hogar Abierto fue la institución que impulsó el acogimiento en Málaga y pionera en esta medida.

En la actualidad, además de los 31 niños en acogida de urgencia, tiene 47 en la modalidad temporal y 173 en permanente. Esta provincia es la única de Andalucía que realiza el acogimiento familiar de urgencia. Una opción que – gracias a las familias de acogida– da “estabilidad emocional y seguridad” a los menores, según destaca la psicóloga. “Son familias solidarias y entregadas a los niños”, añade. Su colaboración se lleva a cabo con el apoyo de Hogar Abierto y el control de la Junta de Andalucía.

Esta Administración cuenta también con centros de protección de menores –como la Ciudad de los Niños o el de Torre del Mar–, así como pisos tutelados conveniados con Mensajeros de la Paz o Nuevo Futuro para aquellos casos en los que no haya una familia de acogida disponible. “Pero hacemos virguerías, si hace falta, para que los niños no vayan a un centro”, afirma la psicóloga. Es decir, para que vivan en un hogar, con sus obligaciones y recompensas. Y todo, sin perder el contacto con su familia biológica, que tiene estipulado un régimen de visitas. Porque el objetivo, no es sustituir su núcleo familiar, sino complementarlo.

Para ser familia de acogida se requiere una formación de en torno a un mes y la aprobación de la idoneidad por parte del Servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía. La psicóloga precisa que cuantas más familias haya disponibles para esta labor, mejor. Y lo explica: “Porque así podemos elegir siempre la más adecuada para cada niño”. Las personas interesadas en ser familias de acogida de urgencia pueden contactar con Hogar Abierto en los teléfonos 95 2122566 y 900103285.

Menores muy maduros y con una capacidad de adaptación “fascinante”

Cuentan los técnicos de Hogar Abierto que los niños que pasan a acogimiento suelen ser “muy maduros”. Porque por sus vivencias en su familia biológica han quemado muy de prisa ciertas etapas de la infancia. También relatan que tienen una capacidad de adaptación “fascinante”. Y, además, un sentimiento que se mueve entre la lealtad a su familia biológica y la sensación de traición a ésta.

“Tenemos que trabajar con el niño para que vea que tiene dos familias y para que tenga los pies en la tierra”, explica la psicóloga coordinadora de Hogar Abierto, Marisol Romero. Asegura que la experiencia del acogimiento le cambia la vida “para bien” porque “les hace replantear su vida futura”. Y disfrutar de una rutina tan sencilla a veces como celebrar el cumpleaños o tener ayuda para hacer los deberes.

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