El Centro de Málaga
/ M. H. 1/15El Centro de Málaga
/ M. H. 2/15Fotos: La calima que no cesa: depósitos de barro en coches, calles y edificios
/ Javier Albiñana 3/15El buque de crucero Volendam
/ J. C. Cilveti 4/15Los depósitos de cemento en el puerto
/ J. C. Cilveti 5/15La Farola, teñida de sepia
/ J. C. Cilveti 6/15Fotos: La calima que no cesa: depósitos de barro en coches, calles y edificios
/ Javier Albiñana · J. C. Cilveti 7/15Fotos: La calima que no cesa: depósitos de barro en coches, calles y edificios
/ Javier Albiñana 8/15Fotos: La calima que no cesa: depósitos de barro en coches, calles y edificios
/ J. C. Cilveti 9/15Fotos: La calima que no cesa: depósitos de barro en coches, calles y edificios
/ Javier Albiñana 10/15Fotos: La calima que no cesa: depósitos de barro en coches, calles y edificios
/ Javier Albiñana 11/15Fotos: La calima que no cesa: depósitos de barro en coches, calles y edificios
/ Javier Albiñana 12/15Fotos: La calima que no cesa: depósitos de barro en coches, calles y edificios
/ Javier Albiñana 13/15El buque de crucero Volendam
/ J. C. Cilveti 14/15Avenidade Molière
/ M. H. 15/15Tareas de limpieza por la lluvia de barro
/ Javier Albiñana
La mar de historias
Yáñez