El padre Fran, el sacerdote detenido, uno más entre los jóvenes de la Diócesis de Málaga en la JMJ

Las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) celebradas el pasado mes de agosto en la capital portuguesa reunió a más de millón y medio de jóvenes que acudieron al encuentro con el Papa Francisco. Desde Málaga, fueron muchos los grupos que se sumaron con sus parroquias y la Diócesis, en este último grupo, también asistió el padre Fran, el sacerdote que ha sido detenido por supuestos abusos sexuales a mujeres.

Este grupo de la Diócesis estaba conformado por jóvenes de parroquias de la Axarquía, al que se sumó el grupo de Melilla, al que acompañaba el padre Fran. No obstante, desde el mes de enero el sacerdote había sido traslado a la provincia para ejercer en El Burgo y Yunquera.

Entre los requisitos más destacables para acudir a la peregrinación, resalta la obligación de presentar el Certificado de Delitos de Naturaleza Sexual que expide el Ministerio de Justicia. De esta forma, si no hay ninguna infracción, el certificado lo refleja.

Sin embargo, la Diócesis ya sabía desde enero la relación del cura con la feligresa de Melilla. Si bien las denuncias de las agredidas sexualmente no ocurrieron hasta que la expareja del sacerdote acudiese a la Policía a principios de agosto, cuando encontró el disco duro con las grabaciones.

La peregrinación a Lisboa de la Diócesis comprendió desde el día 30 de julio hasta el 6 de agosto. Durante estos días, los jóvenes y sacerdotes acompañantes durmieron en pabellones sin distinción de sexo, todo el grupo permanecía junto, al igual que durante la víspera de la misa del Papa en el Campo da Graça.

Durante estos días el padre Fran compartió experiencias con el resto de jóvenes malagueños. Málaga Hoy ha podido contactar con algunos de los peregrinos, que afirman que entre las actividades del sacerdote estaban las de despertar al grupo por las mañanas y además resaltaba por su simpatía.

Francisco J. fue ordenado en 2017, año en el que ya se recogen vídeos de agresiones a mujeres. El Obispado por su parte ha expresado su condena “más profunda y contundente contra cualquier tipo de vejación o abuso a la mujer” y afirma que desde su conocimiento participan con la Justicia.