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Mñalaga/El Juzgado de lo Penal 8 de Málaga ha arrancado este miércoles el juicio por la colocación de 15 mosaicos de Invader en la capital en edificios integrados como Bien de Interés Cultural (BIC). La vista oral, que continuará durante la jornada del jueves, ha comenzado con la declaración del ex director del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC), Fernando Francés, que se ha declarado "absolutamente inocente" de inducir al artista de nacionalidad francesa a colocarlos; mientras que éste, conocido con el alias de Invader, se ha acogido a su derecho de no asistir a declarar, ya que se le pide un pena inferior a 2 años de cárcel. También para que "no se vea gravemente perjudicado su anonimato", en palabras de su abogada. La Fiscalía solicita para cada uno de ellos una pena de multa de 50 euros por día durante 24 meses; es decir, un pago total de 36.000 euros.
Francés ha relatado cuál ha sido su relación con el artista desde 2015, momento en que contacta con él por primera vez para poner en marcha diversos proyectos culturales. "Nos citamos en una cafetería de París. Iba sin ningún tipo de máscara. Le ofrecí colaborar y se quedó muy sorprendido, pero aceptó". En un principio, según ha testificado, le ofreció participar "en una exposición de arte urbano dentro del CAC y el MAUS", un evento en el barrio del Soho que finalmente no se celebró el año que estaba prevista la contribución de Invader "por falta de fondos". Al despliegue artístico previsto también se añadió la realización de "una obra a gran escala con contenedores del puerto", que tampoco se pudo llevar a cabo "porque Invader no encontró quien lo financiase".
El presunto quebranto de la legalidad se produjo durante la segunda quincena de mayo de 2017 -después de un largo intercambio de correspondencia electrónica entre el equipo de comunicación del artista y el del CAC y una primera visita de Invader cancelada un año antes- cuando aparecieron, sin autorización de los propietarios, 15 mosaicos en distintos edificios de la ciudad. Una forma de proceder, según Francés, que el artista adopta "un 98% de las veces" y que ya ha realizado con anterioridad "en multitud de localizaciones en Europa". Sólo que esta vez, según defiende, no tendría su connivencia en calidad de gestor cultural.
Ante las preguntas de la Fiscalía, que ha cuestionado a Francés sobre si sabía de la "invasión" programada por el artista -así califica a su modus operandi en su web-, éste ha remarcado que hay "dos formas" de hacer las cosas: "De la noche a la mañana o con permisos". Francés ha destacado que en el caso de la exposición del CAC y el MAUS tenían "permisos de urbanismo, de los propietarios, de movilidad, de la Policía, seguro de responsabilidad civil, un proyecto de higiene y seguridad en el trabajo" y hasta contemplaban destinar un auxiliar "que acompañase a Invader en calidad de responsable técnico como en el resto de exposiciones".
La letrada de Invader, María Castelo, ha cuestionado a Francés acerca de los permisos concedidos en la zona del Soho, toda vez que en los autos sólo consta uno sobre el antiguo edificio de la Equitativa, actual hotel Only You, donde acabó instalándose un mosaico, aunque en una cara distinta a la que proyectó Invader para el abortado MAUS. "Se le pidió autorización a todos los vecinos involucrados en el dossier que él mandó. La obra instalada tiene otro dibujo y está en un sitio diferente. Nada de lo que él ha hecho coincide con lo acordado". En el caso de la ubicada frente a la Catedral, el Palacio Episcopal, -la más fotografiada de todas por los transeúntes y que representaba a una mujer vestida de gitana realizada con píxeles-, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico autorizó, en octubre de 2019, al Obispado de Málaga que la retirase.
Asimismo, Francés alega que desconocía la presencia del artista galo en Málaga "ni para poner mosaicos ni para nada" cuando se produjeron los hechos, pese a que días antes, según ha leído el fiscal durante la vista, se emitieron varios correos desde el CAC que podrían indicar lo contrario: "Estaremos libres para mayo de 2017", reza uno de ellos. Al que el equipo de Invader respondió: "Gracias por la dirección para mandar materiales al CAC, pero encontramos otra solución: vamos a instalar la invasión en otro lado, pero que ni el equipo de comunicación ni Fernando pase fotos antes". El ex director del CAC ha defendido su inocencia porque "no sabía ni lo que iba hacer, ni dónde, ni cuando, ni qué iba a instalar" y ha sostenido que "no financiaron nada" y que "no había contrato".
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