"Málaga necesita 4.000 o 5.000 plazas hoteleras más; hay que dar un paso adelante"
Francisco de la Torre | Alcalde de Málaga
El regidor defiende la decisión de la Junta de llevar el Metro soterrado al Civil, pero insiste en que no se tiene que olvidar la extensión hacia la zona este de la capital
Málaga/–Supera ya los primeros cien días del nuevo mandato. La sexta vez que eso ocurre con usted al frente de la Alcaldía de Málaga. ¿Qué diferencias percibe en este momento respecto a las ocasiones anteriores?
–La diferencia con el anterior es que en este mandato en el marco de un gobierno de coalición el tiempo y las energías las dedicamos a impulsar cosas de la ciudad. La sensación de estabilidad nos permite dedicar todo el tiempo a eso y es gratificante. Hemos conseguido en estos cien días cosas que estaban paradas como el Presupuesto de 2019, el arranque del hotel de Moneo... Se han culminado cosas que estaban antes, como el inicio del derribo del Astoria. Tenemos los premios Goya, los Max...
–¿Está siendo Ciudadanos un socio exigente, porque pareciera que funciona más como un apéndice del PP?
–Tiene su papel y su personalidad. Pero creo que hay unas reglas de juego muy claras en ambos sentidos donde respetamos los espacios de cada cual, pero al mismo tiempo estamos comprometidos en dar una estabilidad al gobierno municipal para servir bien a la ciudad. Y tener una buena relación con la Junta de Andalucía, lo que supone un escenario nuevo e interesante. La relación con la Junta ha estado llena permanentemente de obstáculos, de deslealtades desde el ámbito autonómico. Ha habido mucha deslealtad en los más de 30 años de gobierno del PSOE.
–¿Tiene ya la sensación de haber iniciado la recta final de su carrera política? Solemos preguntarle siempre que tenemos oportunidad con poco éxito...
–Lo más normal es que esta Corporación sea la última en la que esté en la responsabilidad de gobierno con toda ilusión, fuerza, con el deseo de dar lo más. Totalmente descartado no queda, pero es difícil, porque dentro de tres años y medio la situación no puede ser igual que hace 15 años. Hoy me siento muy bien, con mucha fuerza e ilusión, con velocidad de hacer los proyectos y con mucho afecto de la gente. Es complejo, es pronto para hablar de ello.
–Usted ya ha puesto sobre la mesa algunas de las líneas de acción que tiene previstas para este mandato. La última, la puerta abierta a repensar el uso de los suelos del Cortijo de Torres. ¿Qué imagina?
–Lo que trato es de darle más posibilidades a la ciudad. La ciudad hizo un esfuerzo importante en la obtención del suelo para el Ferial. La búsqueda fue viendo un foto. Vimos un suelo que en el Plan General iba para vivienda y lo convertimos en equipamiento. Fue una operación valiente, de cierta audacia. Ese esfuerzo tiene que ser útil no solo para la Feria y para el Palacio de Ferias. Es un suelo que dinamiza el territorio y hace una vertiente malagueña de lo que Ifema representa en Madrid. Ese enlace con la zona de Repsol a través del polígono San Rafael siempre la he visto clara. Ir trabajando en esa dirección es natural. ¿Pero qué va a marcar este tema? La dinámica de la ciudad.
–El Ayuntamiento ya trabaja en potenciar emplazamientos para oficinas.
–No debemos centrar la respuesta al espacio empresarial solo en el PTA, hay que ir tratando de que la realidad de una ciudad capaz de atraer este tipo de iniciativas se produzca también en la propia urbe. Nuestra apuesta por lanzar suelos para oficinas va en varias direcciones, caso de Térmica, Torre del Río, Martiricos, la zona de Vialia... Lo va a ir marcando la dinámica, el mercado. Es aconsejable un diálogo con empresas especializadas en oficinas, con los demás grupos políticos, por ser una operación de ciudad, con el PTA, con el sector de promotores... Y si se materializa quiero que tenga resultados brillantes desde el punto de vista de arquitectura. Y hay que ver cómo encaja eso con la vida ferial en los días que toque y el espacio ferial puro. Es una operación de un cierto recorrido porque la vinculo a lo que Málaga necesite y eso depende de cómo vaya el mercado.
–¿Descarta al cien por cien el traslado de la Feria a otro emplazamiento?
–Bastante. Málaga es una ciudad con cierta limitación orográfica. No es fácil encontrar espacios alternativos.
–¿Sigue defendiendo a ultranza el hotel del puerto o tiene ciertas dudas sobre su encaje y viabilidad económica?
–No es a ultranza. Llevamos eso en el programa electoral de 2011 tras conversaciones con el Puerto. Hemos valorado más ventajas que inconvenientes en esa operación. Noto la necesidad de que Málaga tenga hoteles de cierto tamaño. Es una situación de agobio muy grande la carencia de una oferta de habitaciones suficiente en Málaga. La dificultad de encontrar en momentos puntuales se da más de una vez. Iniciativas de formación que pueden tener lugar en la ciudad se tienen que desviar a otros lugares. En concreto, el Instituto de San Telmo tenía un proyecto de cursos de vocación internacional en su sede de Málaga que lo tuvo que montar en Sevilla porque no hay oferta de habitaciones. Algo no funciona en esta ciudad en ese sentido. Lo digo con todo el cariño para las empresas hoteleras, pero hace falta que haya más hoteles en Málaga. El del puerto es un hotel importante, con capacidad de atraer eventos, de dar respuesta a una demanda que se está perdiendo. Espero que el proyecto en su diseño final sea el mejor posible. Como ese hotel necesitamos varios.
–¿Tiene una estimación de cuál es la oferta que debería tener la ciudad?
–No tengo un dato exacto, pero como mínimo habría que sumar unas 4.000 o 5.000 plazas hoteleras, además de lo que ya está en marcha, como el de calle Granada, el del cine Andalucía... Necesitamos un paso adelante fuerte.
–Con esos datos, Correos debe ser hotel.
–Debe serlo. Hacer el recorrido necesario. Por nuestra parte estamos dispuestos a negociar buscando una subida positiva para que pueda serlo. Lo mejor para Málaga sería eso. Que puede venir bien una residencia de mayores o una de estudiantes, nadie lo duda, pero la ubicación que tiene lo hace especialmente idóneo para que sea hotel.
–¿Conoce usted los planes de la Junta con el Metro? Más allá del objetivo de terminar cuanto antes lo que ya está en marcha.
–Eso está claro. Nunca he visto en la etapa anterior la seriedad y el interés en terminar pronto y ganar tiempo a los plazos como ahora.
–¿Sabe cuánto se va a terminar?
–No, no. La Junta no ha dado fecha. Pero calculo que nos meteremos en 2021. ¿Cuándo? Cuando antes, espero que sea lo menos posible, pero le queda cierto recorrido. Se está recuperando tiempo.
–Esta semana estuvo usted reunido con el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla. Dos grandes compromisos del dirigente regional. El Metro soterrado al Civil y el tercer hospital. ¿Satisfecho?
–Sí, sí. El Metro soterrado no crea el rechazo de en superficie, habrá que estudiar el tema de las obras y que sean compatibles con la dinámica de tráfico que genere la propia obra del hospital. Se cierran dos capítulos importantes, que tratan de coincidir en su desarrollo. En la conversación con el presidente se habló también de la posible continuación del Metro hacia el este en sinergia con el eje litoral y en el caso del Civil también estudiar las posibles conectividades hacia el norte de cara al futuro y dentro de las posibilidades. Y en cuanto al tema hospitalario la solución del Civil es un reto importante, pero no impide que de cara al este y el oeste de la Axarquía se piense en un equipamiento que puede establecerse al norte de la ronda, más arriba de Colinas del Limonar.
–De acuerdo con sus explicaciones, lo del PTA pasa a ser una tercera prioridad...
–Va a depender de la dinámica, de cómo funciona el ensayo del Metrobús que se puso en marcha, de los estudios de demanda que la Junta está haciendo. Me parece bien orientar las decisiones en función de esos estudios.
–El Auditorio es una de sus obsesiones personales. ¿Por dónde pasa su esquema?
–Interesa a la ciudad, a la provincia y a la región, y al área metropolitana. La idea es contar con las administraciones central, autonómica, provincial y local. Lo que hay que hacer es retomar el espíritu del consorcio. El Ministerio tiene una deuda moral con Málaga. El ministro actual me dijo en diciembre del año pasado que si teníamos el acuerdo con la Junta él se sumaba. La idea es los cuatro al 25%. Nosotros nos quedaríamos nosotros para mantener, aunque buscando el apoyo de todos. Facilito que los demás se sientan cómodos. Y hay posibilidad de que haya iniciativas privadas que se sumen a colaborar. Es una obra de cinco o seis años. La veo abordable.
–¿Y el suelo?
–Siempre pondré sobre la mesa el acuerdo de 2004 con Enrique Linde, que incluía la puesta a disposición de ese suelo. El Puerto argumenta que cuando terminó el consorcio lo recuperó en términos patrimoniales. Profundizaremos en ese tema. Lo importante es dar solución a las necesidades logísticas que tiene el Puerto, que no nos diga que le quitamos vida y oxígeno. Habrá que colaborar en la búsqueda de espacios que sean útiles.
–¿Eso pasa por compensar?
–No significa tener que compensar sino buscar. Que podemos ir juntos en encontrarlos si es necesario, iremos juntos. De entrada no tengo que llegar a la oferta de darle suelo porque tengo el documento de 2004; no digo que me agarre a él pero tengo que plantear por qué no es válido. He pedido a la Asesoría Jurídica que profundice en las razones que tenemos para exigir eso al Puerto o no.
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