El Gobierno intenta que la familia de Sibora viaje a Málaga para someterse a pruebas de ADN
Sería la Policía Nacional la que trataría de desplazarse a Italia para tomarle las muestras si la madre y la hermana no pudiesen hacerlo
La autopsia confirma que el cuerpo hallado en el piso de Torremolinos es de Sibora y que murió apuñalada
El estudio de planos y un tabique posterior permitieron a los agentes localizar el cadáver de Sibora
El examen forense ya ha determinado que los restos mortales que la Policía Nacional encontró ocultos este martes en un cajón tras un tabique en un piso de Torremolinos pertenecen a Sibora, la joven italo-albanesa desaparecida hace en 2014. Si bien, desde Subdelegación del Gobierno en Málaga tratan que la madre y la hermana de la joven se desplacen hasta España para que puedan someterse a pruebas de ADN que terminen de confirmar la identificación de la víctima.
Así ha informado la jefa de Unidad Contra la Violencia de Género en Málaga, Amaia Martínez Morales, que ha explicado que, en caso de que las mujeres no pudieran viajar "por razones de salud o personales", sería la Policía Nacional la que tendría que desplazarse hasta Nettuno, municipio italiano de la ciudad metropolitana de Roma Capital, donde reside la madre "para tomar las pruebas genéticas pertinentes". Si bien, apunta que se trata de unos análisis complejos debido al estado del cuerpo, encontrado tras nueve años sin vida.
La responsable en la provincia de VioGén, el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de violencia de género, ha asegurado que se estaban haciendo controles con respecto al presunto responsable del crimen de Sibora por dos denuncias relacionadas con malos tratos interpuestas por dos mujeres con las que había mantenido relaciones sentimentales. Pero, ninguna de ellas es Sibora. Tampoco Paula, su última pareja, a quien supuestamente también le arrebató la vida el pasado 17 de mayo. Sus víctimas mortales nunca lo denunciaron.
Sibora, como Paula, recibió varias puñaladas, según ha determinado la autopsia. El cuerpo presenta signos de haber sido agredida con un arma blanca. Las pesquisas apuntan a que, en este caso, el presunto autor usó ácido para evitar el fuerte olor que suele desprender un cadáver en estado de descomposición. No obstante, las mismas fuentes consultadas señalan que, pese al tiempo transcurrido desde que se cometiera el crimen, los restos se han conservado en un estado que ha permitido concluir que se trata de Sibora.
El cuerpo estaba bajo cal, junto a un cuchillo ensangrentado y flores sobre el torso. Fue localizado dentro de una caja de madera escondida en una doble pared del piso de Torremolinos en el que la joven convivió con Marco R., la última residencia conocida de la víctima antes de su desaparición hace nueve años, denunciada por el propio sospechoso.
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