“Gracias al trabajo en remoto, la gente quiere despertarse en la Costa del Sol”

La urbanización La Zagaleta está considerada como la más lujosa de Europa

Con la pandemia se demandan viviendas de lujo con zonas verdes y conectividad

El presidente ejecutivo de la urbanización La Zagaleta, Ignacio Pérez. / Pedro Jaén
Mª Jesús Serrano

14 de marzo 2021 - 06:56

Benahavís/La urbanización La Zagaleta, localizada en el municipio de Benahavís, está considerada como la más lujosa de Europa, asentándose en claves como su privilegiada ubicación montañosa y la baja densidad de construcción que presenta. Su presidente ejecutivo, Ignacio Pérez, atiende a Málaga Hoy para contar cómo ha afectado la pandemia de Covid-19 y cómo afronta su nueva etapa al frente del grupo empresarial tras el fallecimiento de su padre y fundador del mismo, Enrique Pérez Flores, el pasado mes de octubre.

–¿Cómo se encuentra tras el fallecimiento de su padre?

–Ha sido muy triste, y no tanto por la edad, porque mi padre ha vivido 97 años. Murió hace 5 meses, pero estoy bien. Me ha tocado ahora esta época a mí, llevo 28 años trabajando en la empresa. Empecé de cero como un junior y he ido subiendo. Conozco muy bien la empresa, los clientes, los proveedores, los productos, los canales y los procesos.

–¿Qué legado le deja?

–Una compañía que existe desde hace 30 años y que está funcionando perfectamente. No es empezar de cero, sino que es dar continuidad, liderazgo, centrar el tiro y adaptarse a los cambios. Es un legado impresionante porque es una marca muy conocida y un holding que tiene dos marcas. Una de las patas es nuestra propia urbanización, que es icónica y emblemática por su tamaño y sus características, y la otra pata se remonta a 5 años cuando adquirimos un grupo de empresas en Castellar que se llama Valderrama.

–¿Qué objetivos se marca en esta nueva etapa ?

–En estos momentos, no es que queramos crecer a toda costa, sino que queremos tener un crecimiento orgánico y estamos lanzando nuevas líneas de negocio, tanto en La Zagaleta como en Valderrama, y lo que queremos es continuidad. Esto es una marca de lujo muy conocida y prestigiosa, pero hay que cuidarla y que gestionar lo que uno tiene para seguir cumpliendo con la promesa. Entonces, ahora mismo nuestro objetivo, y teniendo en cuenta la que está cayendo, es seguir haciendo lo que hacemos e intentar ser siempre el mejor en nuestra categoría.

-¿ Y eso cómo se consigue?

–Para ser el mejor de tu categoría, tienes que invertir constantemente en seguridad, en instalaciones, en innovación, tener nuevas experiencias en servicios y tienes que estar constantemente a la última. Luego, tienes que adaptar el producto casa la realidad, no tienen nada que ver las viviendas que hacíamos hace 25 años con las que hacemos ahora, ni siquiera con las que hacíamos hace 5 ó 10 años, sino que es una evolución constante que se adapta a los nuevos consumidores.

–¿Cómo ha afectado la pandemia de Covid-19?

–Ha afectado muchísimo porque muchos de nuestros clientes están como todos y hay algunos que se han quedado pillados, descolgados completamente. Tenemos clientes que se mueven en el mundo de la ingeniería, la aviación, el turismo, el inmobiliario o de los alquileres de oficinas. Luego hay otros que han subido, como los que están con la tecnología, la alimentación o la farmacéutica. Esos negocios han sufrido menos, pero nos afectado muchísimo porque cuando alguien tiene problemas se nota y ya no tiene ganas de socializar, está pensando en salvar los puestos de trabajo y en sobrevivir.

–¿Y respecto al empleo?

–Ahora mismo, con la que está cayendo, estamos contentos de que estando con muchas dificultades hemos podido mantener nuestro club, que tiene un montón de trabajadores, y hemos podido hacerlo porque hay una nueva tendencia. En estos tiempos en los que la gente ha estado encerrada en sus casas y ha tenido miedo a salir, algunos se han adelantado y han venido a hacer la compra antes. Nosotros hemos tenido la suerte de que se ha abierto esta nueva tendencia y es que gracias a la conectividad y al trabajo en remoto, la gente quiere despertarse en la Costa del Sol e ir a Málaga a pasear por la calle Larios y tomarse su tapita de jamón.

–¿Existe en la actualidad demanda de viviendas de lujo?

Sí, lo que ha pasado es como un despertar. Parece que hay gente que llevaba muchos años pensando en mudarse a España a un punto del litoral, y al haber estado privada de libertad y de movimiento ha dicho: ¡Ya está bien, llevamos muchos años diciendo que nos vamos a comprar algo, vamos a cambiar de vida y acelerar este proceso!, eso ha sido nuestra salvación.

–¿En qué porcentaje se ha incrementado?

–La demanda empieza por el número de visitas, que se ha multiplicado por 3 ó 4. La famosa estacionalidad también se aplica a las visitas y antes de la pandemia había épocas como la Semana Santa o el inicio del año en las que la gente venía a interesarse, pero ahora este fenómeno ha cambiado por completo y en cualquier momento alguien puede venir y estar interesado. El año pasado se vendieron 17 casas en toda la urbanización, con lo cual, es una cifra extraordinaria.

–¿A qué se debe?

–No son los precios que se deseaban, pero por lo menos hay un suelo y la gente que compra quiere comprar bien y ahorrarse muchísimo dinero, y el que vende quizás esté dispuesto a adaptarse en el precio y rebajar. La verdad es que ha sido sorprendente y muy positivo que haya gente dispuesta a vivir en la Costa del Sol y dar el paso, y la pandemia ha acelerado ese proceso. La gran pregunta es qué va a pasar cuando se abra el espacio aéreo y el movimiento de personas por completo.

–¿Qué tipo de casas se están solicitando?

–Están al alza valores como las zonas verdes y la conectividad. La gente busca baja densidad y tener un acceso a la calidad de vida que teníamos antes del coronavirus, es decir, que haya buenas escuelas o buenos supermercados. La Zagaleta tiene buena conectividad y te permite hacer tu vida dentro de una casa y mantenerte a salvo durante la pandemia, pero también que no estés aislado del mundo. Luego, tenemos un servicio que atiende 24 horas los 7 días de la semana y que permite tener tu casa en un entorno de baja densidad, enorme tranquilidad y seguridad. Esta coctelera hace que La Zagaleta este ahora mismo sorteando la pandemia de una forma muy favorable frente al resto del sector inmobiliario.

–¿Cuál es el perfil de los compradores?

–Hay cada vez gente más joven. La edad media ha bajado y hay muchos emprendedores treintañeros que son auténticos cracs, personas que ya con 14 años eran unos genios y han creado auténticos imperios. Algunos de ellos los tenemos nosotros y se compran una casa de vacaciones, otros deciden vivir aquí .

–¿Qué nacionalidades están comprando?

–Sobre todo gente que vive en climas fríos de Suiza hacia arriba como Alemania, Bélgica, Holanda, Polonia, República Checa, Dinamarca, Noruega, Suecia Finlandia, Reino Unido, Rusia, Irlanda o Kazajistán, y también está viniendo gente de Medio Oriente. Prácticamente todos los que viven en un congelador. Yo diría que el espejo de las nacionalidades es el que refleja Europa, españoles también hay algunos que están comprando, pero ya compraron hace muchos años en la costa, no es ninguna novedad.

–¿Y a qué sectores productivos se dedican?

–Los más jóvenes están relacionados con la tecnología porque han nacido en una era tecnológica, y luego hay algunos que están en renovables, en energía o innovación, sistemas o algún tipo de tecnología que han desarrollado como una patente.

–¿Qué tipo de viviendas ofrece La Zagaleta?

–Hay años que hemos hecho 10 casas y otros que solo hemos hecho 2 porque la demanda es muy floja y está todo parado. Ahora intentamos tener tres tipos de casas, la barata entre comillas, que es más compacta y sale entre 5 y 6 millones de euros. Luego está la categoría media, que son viviendas entre los 6 y los 9 millones de euros y las casas súper grandes o premium, que cuestan por encima.

–¿Qué características tienen estas casas de alto standing?

–Tienen que tener como mínimo cuatro dormitorios y luego hay algunas que tienen seis 6, e incluso ocho, en función del tamaño de las zonas comunes, que es el mejor indicador. Si la zona común de una casa es muy impresionante, normalmente suelen tener bastantes habitaciones. También suficiente parking, confort o luminosidad, que está comprobado que afecta al humor. También una cocina, donde cada vez se pasa más tiempo, entonces que esté integrada con el salón es muy importante. Los empresarios cocinan ellos mismos y tienen ayuda de empleados de hogar y contratan cáterin, pero cada vez más la gente quiere volver un poco a lo esencial y a las raíces, como hacerse una sopa de verduras del huerto que está fuera.

¿Qué otras particularidades presentan?

Las personas que compran hoy en día una casa, normalmente están rodeadas de un equipo directivo muy leal y con muchísimo talento, entonces conjugan un poco la vida privada con la empresarial. Es decir, que si alguien compra una casa en La Zagaleta tiene un sinfín de privilegios, y cuando vienen sus invitados se pueden alojar, tienen su cuarto para dormir y se reúnen en las zonas comunes. Luego pueden hacer un torneo de golf, otros montan a caballo y otros van a hacer senderismo. Entonces, es un fenómeno global el hecho de que a la gente que triunfa, normalmente le gusta compartir el éxito también con buenos amigos o familiares. Es una tendencia global en las últimas tres décadas, y por lo tanto, hay que entenderlo así.

–¿Cómo avista la recuperación?

–La recuperación va a ser lenta y gradual, pero creo que de cara al futuro para la gente que tiene posibilidades es un buen momento para posicionarse porque cuando nos recuperemos, vamos a tener una época buena de prosperidad.

–¿Está el lujo en crisis o no llega a las altas esferas?

–Depende de cómo lo mires, y en base a lo que he dicho de casi 20 casas que se han vendido, no se puede hablar de crisis, pero el lujo está en crisis a nivel mundial. La gente ahora mismo no está pensando en comprarse un bolso de Gucci o cinturones de Dior, está pensando en sobrevivir y llegar al final del mes. Por lo tanto, el lujo está en crisis, lo que pasa es que la vivienda es un bien de primera necesidad, entonces todo el mundo necesita un techo, por lo que el lujo en los tiempos que corren yo creo que no se puede decir que está en auge, sino que simplemente sobrevive mejor.

¿Cuántas casas tiene la urbanización La Zagaleta?

-Tiene casi 250 casas y quedan unas 150 por hacer.

-¿Y qué previsiones hay para ese stock futuro?

-Pues intentamos construir entere tres y cinco casas al año. En el mercado actual son los ajustes, no lo quieres inundar de casas y no vas a hacer veinte de golpe porque si no, al final el comprador vuelve al año siguiente. Entonces, se tiene que ajustar.

-¿Y cuántas viviendas se van a construir en 2021?

-Ahora mismo, en proyecto tenemos cuatro casas. Hemos iniciado y las estamos ofreciendo ya. Cada vez más intentamos vender por encargo, pero es más difícil.

–¿En qué fase está el proyecto Valderrama, en Castellar?

–Va bien y se está gestionando a diario con un equipo absolutamente profesional y estamos trabajando en el master plan. No queremos revelarlo porque hay una parte estratégica, pero va a ser conceptualmente como mínimo tan bueno o mejor que La Zagaleta porque hemos aprendido un montón de cosas y ahí las vamos a aplicar.

–¿Cuántas viviendas se proyectan?

–No lo puedo decir porque es estratégico y depende de si conseguimos los objetivos que queremos, pero nuestra marca atrae valores como la baja densidad, nunca va a ser algo masificado. Nuestra marca no hace muchas unidades, hace pocas, y siempre va a ofrecer seguridad, deporte y golf de primer rango y estilo de vida. También se prevé un hotel.

–¿Hay alguna estimación de cuándo pueden iniciar se las obras?

–Yo creo que a partir de 2023, o como muy tarde 2024, podremos empezar, pero depende de si conseguimos adaptar la ficha urbanística a los que de verdad somos.

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