El Hospital Clínico de Málaga, a la espera de recibir nuevas batidoras para el servicio de cocina

El servicio de cocina del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga está pendiente de recibir nuevo material de cocina, en concreto nuevas batidoras. No obstante, han asegurado que no se han producido incidencias en la elaboración de las dietas.

Así lo han señalado desde el Hospital Clínico a Europa Press en relación con las críticas realizadas este pasado jueves por CSIF, que reclamaba que se reemplazara el material deteriorado en el servicio de cocina del centro hospitalario.

Desde el hospital han incidido en que no se han producido incidencias en cuanto a la elaboración de dietas que precisan trituración, ya que se encuentra funcionando de forma provisional una máquina homologada para realizar el servicio.

Asimismo, han apuntado que las batidoras antiguas "serán reemplazadas lo antes posible ante la imposibilidad de sustituir las piezas por obsolescencia de las mismas".

Este jueves, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, reclamó que de forma urgente se reemplace el material deteriorado en el servicio de cocina del Hospital Clínico Universitario de Málaga, que, según señalan, está provocando incidencias y dificultando el trabajo diario de los profesionales de la unidad, que ni siquiera cuentan con una batidora de mano para preparar los menús.

El sindicato señaló que la plantilla de este servicio, conformada por cinco cocineros y cuatro pinches por turno, "lleva meses lidiando con las carencias y los numerosos desperfectos en el material para llevar a cabo sus funciones, como bandejas de horno deterioradas por el uso, que ya no se ajustan adecuadamente y que han provocado golpes y quemaduras a los trabajadores".

A ello se ha sumado esta semana la avería de la única batidora de mano que quedaba en funcionamiento -las otras dos llevan rotas varias semanas-, por lo que los trabajadores han tenido que recurrir a la trituradora industrial, empleada para procesar grandes cantidades de alimentos, que por su mayor tamaño y peso no puede ser manejada con la agilidad con la que se emplean las batidoras de mano.

El sindicato señala que ante esta situación, los trabajadores "se han visto obligados a aportar sus propias batidoras de mano para sacar adelante el trabajo diario del servicio de cocina, que se está prestando con relativa normalidad gracias a la dedicación de sus profesionales.