El Hospital del Guadalhorce no avanza, aunque lleva meses acabado

La obra del Hospital del Guadalhorce está acabada desde hace varios meses, pero no se le ven avances. Ahora que los gestores buscan partidas donde encajar los recortes, dotarlo de tecnología, contratar los 300 trabajadores que requiere y mantenerlo parece una empresa difícil. La Delegación de Salud -que comprometió su apertura para 2012- sostiene que la obra está pendiente de recepcionarse. Desde la Administración sanitaria se apunta que faltan los viales y la acometida de la electricidad, trabajos que dependen del Ayuntamiento de Cártama. Hasta tanto esos flecos no estén concluidos no puede recepcionarse el edificio y, por tanto, el proyecto no avanza.

Ya en febrero pasado, Salud indicó que a lo largo de ese mes debían verificarse diversos aspectos del proyecto para confirmar que se ajustara a lo estipulado y pudiera recepcionarse.

Por su parte, el Ayuntamiento cartameño no contesta. Tras reiterados intentos de Málaga Hoy para conocer el estado de los flecos que le competen a la administración municipal, finalmente un portavoz indicó que no harían comentarios. Su apertura descargaría al Clínico, un hospital que según el último informe de Ciedes es -de los diez más grandes de Andalucía- el que tiene la peor ratio de camas por cada 1.000 habitantes de población asignada. Mientras no se abra, el Clínico es el centro de referencia del Guadalhorce ya que la comarca carece de hospital.

La obra se inició en 2009, cuando la crisis ya empezaba a hacer estragos. Aún así, la Consejería de Salud ha acabado la obra. Solo quedan flecos. La plataforma que se movilizó para conseguir el hospital cuando la Administración rechazaba el proyecto y que luego volvió a activarse para exigir que se acelerara, mantiene que luchará por su apertura.

Aunque distintas fuentes consideran que es una infraestructura que está en el aire por los recortes, se trata, con diferencia, del proyecto sanitario más avanzado de la provincia. Las obras de los chares de Mijas y Estepona -anunciados hace siete años- ni siquiera han empezado. Tampoco se ha adjudicado aún el Instituto Biomédico de Málaga (Ibima), que era la primera pieza del megahospital, y que debía haberse iniciado en julio pasado.