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El Hospital Materno de Málaga cumple 40 años operando a niños de corazón
Desde 1981, un equipo multidisciplinar de todas las categorías ha logrado que más de 4.000 niños sean intervenidos por patologías cardíacas
Málaga/El Hospital Materno Infantil de Málaga cumplió el pasado 23 de octubre 40 años de la primera intervención de cirugía de corazón a un menor. Esta intervención se realizó a una niña de 6 años, Silvia, que padecía una comunicación interauricular. Tras la misma, unos días después, en concreto el 27 de octubre, se llevó a cabo la segunda habiendo realizado, hasta la actualidad, más de 4.000 intervenciones de este tipo.
El delegado de Salud y Familias en Málaga, Carlos Bautista, asistió este viernes al acto conmemorativo junto a profesionales que intervienen en este tipo de patologías: desde el diagnóstico prenatal en Ginecología, hasta Cardiología, Cirugía Cardiovascular, UCIP, Anestesiología, Neonatología y Enfermería, junto a los perfusionistas, además de la primera paciente en intervenirse, una adulta sana que no ha requerido de más intervenciones: Silvia García.
En el mismo, Bautista felicitó al Hospital Materno Infantil, que cumple este 2021 cuatro décadas tras la apertura del centro en 1981, y agradeció la labor de los miles de profesionales que han trabajado y trabajan en él. “Vuestra vocación y compromiso son visibles en estas cifras, que demuestran cómo se dejan la piel por sacar adelante a los niños, desde las consultas y hasta que son dados de alta en planta”, señaló.
En mayo de 1981, el Hospital Materno Infantil abrió sus puertas como parte del entonces Hospital Carlos Haya, hoy renombrado como Hospital Regional Universitario de Málaga. El nuevo edificio abrió sus puertas con el propósito específico de proporcionar asistencia sanitaria a las mujeres, madres y niños de la provincia. Por aquel entonces la Cirugía Cardiovascular ya había dado sus primeros pasos unos años atrás, siempre en pacientes adultos.
El responsable de Cirugía cardiovascular infantil, Enrique Ruiz, ha explicado que desde la apertura del centro en 1981 y hasta la fecha, la especialidad ha variado notablemente, mejorando los márgenes de seguridad y precisión en estas intervenciones. “En estos 40 años el avance en la tecnología en relación con la circulación extracorpórea y todos los sistemas de seguridad que usamos en el quirófano y en el postoperatorio han sido espectaculares. Tenemos material específico para toda la edad pediátrica, desde el recién nacido hasta el adolescente. Es por esto por lo que hoy día, más del 95% de los niños con cardiopatía congénita sobreviven a estas operaciones y llegan a la vida adulta”, dijo. “Algunos sólo se operan una vez, como Silvia. Otros en cambio, necesitan de varias operaciones y mucho trabajo en la infancia para hacer posible que lleguen a adultos. En cualquier caso, trabajamos siempre para que lleven una vida adulta llena de plenitud. Por eso podemos estar todos orgullosos de que el Materno lleve tantos años dando vida a las familias de Málaga”, concluyó Enrique Ruiz.
En el acto también ha estado presente la enfermera de quirófanos Rosa Mena, que trabaja en el centro desde el año 1983. Esta ha explicado cómo desde las primeras cirugías hasta la actualidad los equipos de enfermería han trabajado “codo con codo” con los facultativos y el resto de profesionales. “El papel de la enfermera es fundamental desde la consulta de Ginecología hasta las de planta, pasando por neonatología, UCIP y quirófanos. Es un orgullo contribuir desde los cuidados a la recuperación de los niños”, señaló.
La primera paciente en intervenirse, Silvia García, relató emocionada sus recuerdos en torno a aquella operación. Con 6 años, necesitaba operarse porque tenía una comunicación interauricular, un agujero dentro del corazón entre dos de las cavidades llamadas aurículas. Es una de las cardiopatías congénitas -malformaciones presentes al nacimiento- más frecuentes en España. La paciente fue operada por un equipo de profesionales dirigidos por Norberto González de Vega, secundado por los doctores Julio Gutiérrez y Manuel Ferreiros. “Tengo un vago recuerdo de aquellos días y conservo el periódico en el que se contó mi historia. Siempre he sabido que era la primera niña, nunca más he necesitado ser operada. Soy una mujer sana gracias a la labor de los profesionales que decidieron montar un equipo de pediatría en el Materno”, dijo.
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