Inés Doménech, escritora y forense: "No podemos ignorar el dolor de las víctimas de la trata, las prostitutas también son madres, hijas y hermanas"
Presenta su nuevo libro, 'Cicatrices en el hielo', a través del espacio cultural y literario de la Librería Proteo-Prometeo
La autora refleja y humaniza el trauma de las víctimas de trata de personas en su obra
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El Tercer Piso de Proteo ha servido de telón de fondo para la presentación del nuevo libro de Inés Doménech, Cicatrices en el hielo. Doctora en medicina y cirugía, especializada en medicina forense y antigua Directora del Instituto de Medicina Legal de Málaga, está de vuelta con la publicación de su segunda novela tras el éxito de Muerte nupcial, publicada en 2018.
A través de Carlota Suárez, la investigadora y médico forense protagonista, la autora malagueña da vida a una historia de intrigas policiales y asesinatos, ambientada en la ciudad que tan bien conoce. Volver a las librerías es el título del nuevo ciclo de actividades del que forma parte esta presentación, un proyecto impulsado por El Tercer Piso de Proteo, y ubicado en la tercera planta de la Librería Proteo-Prometeo, con el respaldo económico de la Fundación Unicaja. La iniciativa, liderada por el periodista Héctor Márquez, busca promover la lectura mediante formatos cercanos que involucren a los autores y fomenten una comunidad de lectores "entusiastas".
-¿Cuál fue su motivación para comenzar a escribir?
-Pues no fue algo que tuviera como vocación desde pequeña, surgió de la necesidad. Empecé a escribir primero porque la medicina forense es una profesión con mucha carga emocional, siempre estás en contacto con el lado oscuro del ser humano, como decía Poirot, y es muy cansado. Yo como médico luchaba contra la enfermedad, pero como forense, lucho contra el daño que hace el propio ser humano, y al final la escritura me sirve como liberación.
-¿Ha tenido que enfrentarte a situaciones extremadamente difíciles en su trabajo como forense?
-Nosotros vemos cosas en el día a día que no las ve cualquier persona. Vemos homicidios, suicidios, agresiones sexuales, violaciones. Cuando te topas con un asesinato, o cuando tienes que explorar a una mujer violada; ese sufrimiento lo estás viviendo también tú personalmente. Por ejemplo, estuve 11 años en la Costa de la Muerte, en Galicia, y vi una serie de cosas que me pedían ser contadas.
-¿Cómo y por qué ha decidido tratar temas tan delicados como violaciones, prostitución y violencia en esta novela?
-Yo con la trata de personas tuve un primer contacto cuando estuve en Puertollano. Recuerdo que acababan de hacer una redada en un club de carretera. Y bueno, ver a aquellas mujeres desbordadas por el miedo y el terror, se me quedó también grabado. Entonces hay temas que tengo en la cabeza y que me están pidiendo que hable de ellos. Quería reflejar la realidad de estas mujeres, mostrar que una prostituta es una persona con una vida, una familia, que muchas veces llegan a esa situación por circunstancias difíciles. No podemos ignorar el dolor de las víctimas de la trata, las prostitutas también son madres, hijas y hermanas. Por eso también quería destacar el sufrimiento de las víctimas en la novela negra, ya que a menudo se pasa por alto su dolor y su pasado y se le da más protagonismo al asesino.
-¿Considera que la representación de los médicos forenses en las novelas negras y la ficción es fiel a la realidad de la profesión?
-En cuanto a la novela negra, yo soy una lectora muy ávida y he de decir que el forense está fatal reflejado o está muy americanizado, como en series como CSI. El forense español es distinto y además se trata como un personaje muy lateral de la trama, cuando en un homicidio juega un papel fundamental. Entonces me propuse escribir para contar, primero lo que yo vivo, y segundo para contar lo que hacemos realmente los forenses.
-¿Por qué eligió situar la historia en Málaga y cómo influyó la ciudad en el desarrollo de la trama y los personajes?
-Málaga ha tenido una gran relevancia en la historia. La novela negra a menudo se sitúa en grandes ciudades como Barcelona o Madrid, pero quería mostrar que también puede funcionar en otros lugares. Málaga, está surgiendo ahora como ciudad; para lo bueno es un lugar muy agradable para vivir, pero también tiene zonas conflictivas y otras cosas que la hace susceptible de formar parte de una novela negra, y ofrecía el escenario perfecto para la trama. Además, es mi ciudad natal y también la de Carlota, la protagonista, y aquí pues tiene asuntos pendientes, lo que la hace tener que enfrentarse a sus propios demonios del pasado.
-¿Cómo ha sido la creación del personaje de Carlota? ¿Está basado en usted o en alguna experiencia personal?
-Carlota tiene mucho de mí y de mi trabajo como médico forense. Si bien comparte algunas características conmigo, es un personaje ficticio. Quería representar a una mujer, en primer lugar normal, alejada de los estereotipos de la novela negra. Y también quería mostrar a una mujer profesional y la evolución del rol femenino en la medicina forense, ya que cuando comencé hace 30 años, ser mujer en este campo no era fácil y rompía un poco los esquemas, porque yo hace poco me dice uno tú eres forense no sé cuánto, me has roto los esquemas. Ahora ya ha pasado el tiempo y estamos más incorporadas, pero no es fácil el camino que hemos trazado.
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