Ingresa en el Regional de Málaga después de que el Clínico lo mandara tres veces a casa
El hospital niega que por la pandemia haya restricciones en los ingresos y dice que era un caso "social, no de salud"
La familia del paciente ha puesto una reclamación
Málaga/A la cuarta fue la vencida. Un hombre de 51 años con una patología neurodegenerativa fue trasladado tres veces en ambulancia a Urgencias del Clínico a lo largo de una semana a principios de agosto. Tras ser asistido, el hospital lo envió a casa en todas las ocasiones. Finalmente, un día después acabó ingresado en el Regional, donde continúa hospitalizado.
La familia opina que la actuación del Clínico fue “negligente” y ha puesto una reclamación. El hospital esgrime que el hombre no tenía criterio clínico de ingreso y que se trataba de un “problema social”, a la vez que asegura que no hay restricciones a la hospitalización debido a la pandemia y que todo paciente que tiene criterio de ingreso se queda en el hospital.
F. J. G. G. padece síndrome de Cadasil, un trastorno cerebrovascular hereditario que se caracteriza por la aparición en la edad intermedia de la vida adulta de pequeños ictus recurrentes que provocan un deterioro cognitivo que progresa hasta la demencia.
“Sé que es una enfermedad que va a seguir avanzando; que no tiene ni medicación ni cura, pero en ese momento necesitaba atención médica y no se la dieron. No quiero que le pase a nadie más”, argumentaba la hermana, L. G. G. Según describió, “llevaba cuatro días vomitando, sin comer ni beber y no le pusieron ni suero”.
El hombre, con una gran dependencia, vive en Churriana con su padre, que es su cuidador. Les pertenece el Clínico. Así que allí lo trasladó la ambulancia las tres veces en que sus familiares lo llevaron a Urgencias: el 2, el 5 y el 6 de agosto. En una de las ocasiones le hicieron un scanner. Pero todas las veces lo mandaron a casa. “Me dijeron que su enfermedad no había avanzado, pero se estaba asfixiando, se ahogaba”, asegura la hermana.
Decidió acudir entonces a la trabajadora social del centro de salud de Churriana. Los profesionales de atención primaria lo visitaron a domicilio y de inmediato la dirección del ambulatorio hizo un informe en el que recomendó su ingreso hospitalario.
La familia se opuso a ir al Clínico por cuarta vez. La ambulancia trasladó entonces al paciente al Regional. Llegó el viernes 7 de agosto sobre las 14:00 y quedó ingresado a las 2:00 del día siguiente. “Si la actuación del Clínico hubiera sido la correcta, en el Regional no lo hubieran ingresado tampoco”, opina la hermana. Y añade: “Verbalmente, en el Clínico un facultativo me dijo que era un problema social, pero mi hermano necesitaba atención médica”. Asegura que F. J. presenta una “pequeña lesión renal” por la deshidratación que ha sufrido tras muchos días sin comer y vomitando. En el Regional, le pusieron suero y, posteriormente, una sonda nasogástrica. De momento, el hombre continúa ingresado en este hospital.
Ante las críticas de los familiares, el Clínico sostiene que se trata de un “problema social, no de salud”. El hospital señaló que en todas las ocasiones fue asistido en ese servicio del centro sanitario y fue enviado a domicilio porque “no tenía criterio de ingreso” ya que “no era un tema clínico, sino social”. Incluso el Clínico apuntó que los tres informes de los médicos que lo asistieron en diferentes días son idénticos y que todos coincidieron en no estimar el ingreso. “Su situación era estable, dentro de su patología. Era un problema social”, insistieron. Según el Clínico, el paciente fue valorado por el neurólogo. Además, apuntaron que su caso fue comunicado a una trabajadora social del propio hospital dado que el hombre está a la espera de plaza en una residencia.
Quejas por un motorista que tampoco fue ingresado
La familia de otro hombre también se queja luego de que sufriera un aparatoso accidente de moto, acudiera a Urgencias del Clínico y tampoco fuera ingresado. El siniestro ocurrió hace un par de semanas a la altura del Tintero, en la capital. Fue trasladado al hospital por el 061.
Tras un TAC, en Urgencias comprobaron que no tenía lesiones en la cabeza. Pero sí fractura de rótula y una posible fisura en el fémur. Le hicieron puntos de sutura y le pusieron una férula por detrás de la pierna para inmovilizársela desde la ingle hasta los dedos del pie. Le indicaron que al día siguiente valorarían si lo operaban, le dieron cita para revisarle la férula y la herida a los dos días y lo mandaron a casa.
“No lo dejaron ingresado pese a que estaba dolorido, lleno de moratones y que no podía ni apoyar la pierna. Nos dijeron que en el hospital no se podía quedar porque era un foco de infección”, denunciaba un familiar que no entendía por qué no había sido hospitalizado en sus circunstancias. El hospital explicó que se le hizo una batería de pruebas, se le puso la férula, se le dio un tratamiento y que como no tenía criterio de ingreso, se envió a casa con una cita para revisión a los dos días.
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