Investigan dos drones que en 48 horas sobrevolaban la prisión de Alhaurín de la Torre
Denuncian que estas aeronaves permiten "dejar la entrega de móviles, armas o drogas en las ventanas de las celdas" y que el fenómeno supone una "quiebra de la seguridad de la instalación y de los reclusos y trabajadores"
Más de 200 móviles decomisados en tres años en la cárcel
Dos drones han sido identificados sobrevolando la prisión de Alhaurín de la Torre en las últimas 48 horas. La Guardia Civil, que tiene asignadas las competencias en seguridad exterior del centro penitenciario, trata de esclarecer la finalidad de estas aeronaves, que, según ha denunciado la asociación Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), son avistadas con cada vez más frecuencia en la cárcel malagueña. El objetivo suele ser introducir teléfonos móviles y sustancias estupefacientes.
Desde el colectivo de trabajadores penitenciarios han mostrado su preocupación por si los responsables acaban introduciendo algún arma, lo que podría suponer "una quiebra de la seguridad de la instalación y poner en riesgo directo e inminente la vida de reclusos y trabajadores".
Han sido dos los drones detectados en estos dos días. El último de ellos, sobrevolaba anoche la zona del módulo 5 de la prisión. Según la asociación, este sistema tecnológico permite "que se pueda dejar directamente la entrega de elementos prohibidos en las ventanas de las celdas, "hace inútil la revisión de patios y zonas comunes", que, en palabras de un portavoz, es la "única medida" que ha adoptado Instituciones Penitenciarias.
El colectivo de trabajadores destaca la labor de los funcionarios para descubrir estos dispositivos y asegura que, si bien este fenómeno ya es desde hace muchos meses "habitual en prisiones de España", entre las que se encuentra la de Alhaurín de la Torre, tanto por parte de las direcciones como de los servicios centrales de Instituciones Penitenciarias, "los esfuerzos se centran en tratar de esconder que estos hechos están sucediendo, ante la inexistencia de medidas para proteger a internos y trabajadores del riesgo que conlleva".
Asimismo, considera que la "seguridad preventiva dejó de ser una prioridad para la Administración Penitenciaria hace muchos años cuando decidió eludir su responsabilidad para tratar de impedir que se introdujesen teléfonos móviles que permiten a muchos presos continuar delinquiendo sin control alguno desde el interior de los centros penitenciarios al no existir sistemas de inhibición de señal o solución
alternativa que hiciese inútil la tenencia de estos aparatos en el interior de los centros
penitenciarios".
Estos hechos implican un "riesgo potencial" para la seguridad de la cárcel y de los funcionarios, por lo que exigen la adopción de medidas que impidan "introducir móviles" y permitan interceptar los drones "antes de que puedan cumplir con su objetivo de introducir sustancias y objetos prohibidos en la prisión".
Ya en 2018, la Guardia Civil abrió una investigación para confirmar si se había utilizado un dron para introducir 296 gramos de hachís y un teléfono móvil en la cárcel de Alhaurín de la Torre. El Ministerio del Interior reconoció entonces tanto el vuelo de ese aparato como la incautación de la droga, aunque las pesquisas no pudieron establecer una conexión entre ambos hechos.
Aquel dron fue detectado sobrevolando la prisión poco antes de que los funcionarios localizaran varios paquetes de hachís, uno de los cuales tenía unos ganchos que se utilizan para sujetar objetos a estas aeronaves.
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