Investigan la muerte de un bebé de 18 meses con signos de malos tratos en Málaga
sucesos
La madre acudió con el menor al Materno ya fallecido y con varias lesiones graves
La autopsia determinará este martes la causa del óbito
La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer la muerte violenta de un bebé de 18 meses que ayer ingresó en el Hospital Materno Infantil de Málaga. El cadáver, según informaron a este periódico fuentes próximas al caso, presentaba signos de malos tratos. La autopsia que hoy está previsto que se le practique en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga contribuirá a arrojar más luz al caso y permitirá determinar cuál fue la causa exacta del fallecimiento del niño.
Las alarmas saltaron este lunes por la tarde en el centro sanitario. Fue la madre la que acudió hasta allí con el menor. A su llegada, los médicos comprobaron que el pequeño, con distintas lesiones, ya había muerto pese a que la progenitora mantenía que seguía vivo. Según su testimonio, lo había llevado a Urgencias porque lo encontraba mal. Aunque la investigación está todavía en un estado incipiente, de las primeras pesquisas se desprende que el menor habría sufrido varias lesiones graves en distintas partes de su cuerpo que podrían ser compatibles con uno o varios episodios de malos tratos.
Ante la sospecha de que el niño hubiera sido víctima de una muerte violenta, desde el Materno se activó el protocolo y los sanitarios dieron aviso a la Policía, que se hizo cargo del caso. Fuentes cercanas a los hechos explicaron que la previsión ayer era tomar declaración a los progenitores del bebé a fin de conocer su versión sobre lo ocurrido. Por su parte, desde la Comisaría provincial indicaron que la investigación continúa abierta y, al cierre de esta edición, no había trascendido si se había practicado alguna detención.
El episodio se ha registrado apenas una semana después de que un jurado popular haya declarado culpable, por unanimidad, a otra mujer acusada de asesinar a su bebé de 17 meses tras dejarla sola en la casa durante un mes con un biberón y unas galletas. La progenitora reconoció ante el juez que la dejó morir sola en la habitación de la casa a oscuras, con la persiana bajada y la puerta cerrada. El tribunal popular se opuso a que se le concediera la suspensión de la pena y el indulto.
Tras el veredicto del jurado, tanto la Fiscalía como la defensa reiteraron que se le debe imponer 15 años de cárcel por el delito de asesinato y un año más por el de abandono temporal de menor. Asimismo, se prorrogó la situación de prisión provisional en la que se encuentra la madre.
Por su parte, el abogado de la joven recordó que su cliente "ha asumido su responsabilidad desde el primer momento" y que, además, mostró arrepentimiento "inicialmente y ahora y no le queda más que cumplir y penar, porque a nivel personal ya lo está penando".
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