Italcementi traslada su sede nacional de Madrid a Málaga

La empresa FYM Italcementi Group, filial en España del Intalcementi Group, ha decidido convertir Málaga en su principal centro neurálgico para la toma de decisiones a nivel nacional. La determinación adoptada por la compañía es la de trasladar a la capital de la Costa del Sol su sede social y fiscal, hasta el momento situada en Madrid, lo que supone un paso de enorme trascendencia para la ciudad. Así lo anunció ayer el consejero delegado de la firma, Mario Bracci, para el que se trata de un paso "importante" y que pone de relieve que en Málaga "tenemos las condiciones necesarias para trabajar".

"La idea que tenemos es estar muy cerca de nuestro negocio, de los clientes, de la comunidad de Málaga", insistió Bracci, quien indicó que ello supondrá llegada a la capital de una veintena de directivos y trabajadores, que se afincarán en las instalaciones que la empresa tiene en la fábrica de cemento de La Araña, gran aporte de la compañía en Andalucía, donde tiene una plantilla de 350 personas (650 en España). La medida se formalizará a partir de finales de junio.

"Málaga es la plataforma perfecta para Italcementi", destacaron varios directivos de la firma, que subrayaron sus bondades en materia de comunicaciones. "Creemos que se dan las circunstancias para que Málaga sea plataforma de la compañía", apostillaron. Esta fue una de las novedades que Italcementi ofreció ayer en la presentación de sus cuentas a nivel nacional. Unos números que, como era de esperar, se desinflan de forma clara debido al lastre que sufre el sector de la construcción en los últimos años, lo que queda patente en el desplome del consumo de cemento en España. Por vez primera, la compañía cierra un ejercicio con beneficios netos de explotación negativos, con 21,8 millones. Bracci justificó este hecho en la necesidad de hacer frente a la "depreciación del sector de los materiales de la construcción".

La facturación de la filial española de Intalcementi Group alcanzó los 155 millones, un 12% menos que en 2010 (Andalucía facturó 81,3 millones); mientras el beneficio bruto de explotación cayó un 44%, situándose en 17,8 millones. Las cifras podrían haber sido peores sin la apuesta de la firma por las exportaciones como alternativa a la reducción del consumo interno en España. "Casi hemos duplicado las exportaciones", expuso Azorín. El objetivo para este ejercicio es el de mantener esta acción. Los datos oficiales sitúan los ingresos obtenidos en 2011 en 31,6 millones, el 20% de la facturación total.

Y dentro de esta línea de trabajo, Málaga aparece como referente. Muestra de ello es que, según el director comercial, desde el puerto de la capital de la Costa del Sol salieron en 2011 unas 360.000 toneladas de cemento y derivados, sensiblemente por encima de las 250.000 que se prevén este año. En 2012, se espera iniciará exportaciones de material con Brasil.

Lo que sí aseguraron los responsables de la cementera es que la plantilla de trabajadores en Málaga no se vea afectada. "La plantilla se queda en el mismo número; aunque algunas personas cambiarán el tipo de trabajo que están haciendo", expuso Bracci. En la zona sur de Andalucía, la empresa dispone de unos 350 empleados, buena parte de los cuales tiene Málaga como centro de trabajo.

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