Jornadas Mundiales de la Juventud: De Málaga a Lisboa con la fe en la mochila
Cientos de malagueños, entre el más de medio millón de asistentes, acuden a las JMJ para ver y escuchar al Papa en Portugal
El papa despide la JMJ y pide a los jóvenes que “no tengan miedo”
Una joven española afirma haber recuperado la vista durante la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa
Fe e ilusión son las palabras que mejor definen las Jornadas Mundiales de la Juventud, conocida por sus siglas, JMJ. Cada tres años, el Papa realiza este encuentro con los jóvenes en una sede diferente. Lisboa fue la escogida años atrás para reunir en este 2023 a los jóvenes de todo el mundo. Banderas de todos los países avanzaban por el camino hacia el recinto de la JMJ. En total, más de medio millón de personas. Entre esa multitud también se podían leer carteles procedentes de parroquias de Málaga: Antonio María Claret, San Patricio, Nuestra Señora de Fátima... Así como también el grupo de la Diócesis que ha unido a jóvenes de todas las parroquias de la provincia.
Peregrinar hasta Lisboa era un plan lejano que parecía verse truncado por los pasados años de pandemia, pero al final ha podido salir adelante y con datos sorprendentes para las expectativas que se tenían.
Nuevos amigos, otros reencontrados después de mucho tiempo. Abrazos y mucha alegría. Coincidir con personas de otros países que, a pesar de la lengua, consiguen entenderse gracias a su fe, bueno, y a las canciones internacionales que entonaban los peregrinos de camino al recinto.
Los intercambios de banderas son, por ejemplo, una de las costumbres más míticas en estas jornadas: son la prueba de que se ha coincidido con todos esos países, una unión que se refuerza por la fe, único motivo que reúne a todos estos jóvenes.
Desde el uno de agosto, fecha de inauguración de las jornadas, millones de personas han visitado Portugal, recorriendo sus rincones más importantes. No obstante, el día que todos esperaban era el sábado, noche en la que se daba comienzo a la Vigilia con el Papa, para al día siguiente, tener la misa del domingo.
Ya en la Vigilia, Francisco I regaló a los jóvenes unas palabras de ánimo: “En la vida nada es gratis, todo se paga. Solo hay una cosa gratis: el amor de Jesús”.
Tras la finalización de la Vigilia, lejos de descansar, comenzaba la noche. Los grupos se reunían en los caminos de paso, muchos con guitarra en mano, entonando canciones conocidas, otros canciones de Iglesia. Dar paseos para visitar a conocidos de otros sectores o simplemente observar el ambiente, que era digno de disfrutar.
Pero los había que, cansados de un día largo de caminata, preferían meterse en sus sacos de dormir para que, unas cuantas horas después, minutos antes de que el sol apareciese de nuevo por el horizonte, a eso de las seis, sonara de nuevo la música de los altavoces: es hora de levantarse, el Papa llega en poco.
La misa de envío es el cierre de las Jornadas, todos estaban expectantes a las palabras del Pontífice, que durante los dos últimos días ha decidido dar su mensaje en español, en vez de en italiano, ha sido directo y claro para esta juventud: “No tengan miedo”.
“A ustedes, jóvenes, que a veces piensan que no serán capaces; a ustedes, jóvenes, tentados en este tiempo por el desánimo, por juzgarse fracasados o por intentar esconder el dolor disfrazándolo con una sonrisa (…) a ustedes, jóvenes, que son el presente y el futuro; sí, precisamente a ustedes, jóvenes, Jesús les dice: “No tengan miedo”.”
El mensaje del Papa ha llegado con emoción a estos jóvenes que se han sentido identificados y se han llenado de ánimo. Aún más cuando, antes de la bendición final, daba anuncio no sólo a la próxima JMJ, sino a un encuentro en Roma en 2025.
“Invito a todos los jóvenes del mundo en 2025, en Roma, para celebrar juntos el Jubileo de los jóvenes. Y la próxima JMJ será en Asia, en Corea del Sur, en Seúl”, anunciaba el Papa Francisco.
Muchos jóvenes comienzan a pensar qué será de ellos en 2027, y de qué forma conseguirán ir a Corea. Con el futuro incierto, al menos pueden ir pensando en ese jubileo en la ciudad eterna para que la espera no sea tan larga.
Aunque estos encuentros con los jóvenes se llevan celebrando durante décadas, el Papa ha querido acercarse más a los jóvenes durante estos últimos años. Más recientemente quiso conocer sus inquietudes y preguntas con el documental de Disney+: "Amén: Francisco Responde". El interés por los jóvenes consigue aproximar la Iglesia a las nuevas realidades del mundo a las que, como ha demostrado Francisco, hay una respuesta para ellas.
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